Capítulo 28

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Giré a verlo sorprendida.
El taxi se detuvo y Yoongi salió.
Salí y me quedé observando el edificio mientras él pagaba.

Tenía la sospecha de saber a quién veríamos pero no estaba segura.

—Vamos —dijo Yoongi mientras se iba hacia la puerta.

Lo seguí y entramos al edificio.
Atravesamos un largo pasillo entre tanta gente y doctores que iban y venían.
Subimos al ascensor y Yoongi presionó el botón mientras yo solo lo observaba.

Ninguno de los dos dijo nada, el acensor se detuvo y salimos.
Nuevamente él tomó la delantera y empecé a seguirlo.

Nos detuvimos frente a una puerta y antes de que él abriera, los nervios empezaron a apoderarse de mí por no saber qué era lo que me encontraría por detrás de ella.

Él abrió y me quedé sorprendida cuando vi a una mujer de edad avanzada, recostada sobre la cama con los ojos cerrados.
Yoongi inmediatamente se dirigió a ella y le dió un beso en la frente provocando que despertara.

—Abuela —susurró—, estoy aquí, vine a visitarte.

Ella sonrió al verlo y se le llenaron los ojos de lágrimas.

—¡Yoongi! —exclamó alegre— ¡Hijo, viniste a verme!

Yoongi sonrió y le acarició la cabeza.
Ver esa escena casi provoca que se me salgan las lagrimas.

—Abuela no vine solo. —Giró hacia donde yo estaba parada y su abuela hizo lo mismo—. T/N vino conmigo.

—Así que esta jovencita es T/N. —Giró la vista hacia Yoongi y él solo asintió.

Me quedé confundida al notar que la abuela ya sabía de mí.

—Ven T/N —dijo Yoongi—, acércate.

Me acerqué y su abuela me tomó de la mano.
Me tomó la otra y me hizo que las juntara mientras ella ponía la suya sobre las mías.

Las observe por unos segundos, su piel era suave y se le notaban mucho las arrugas.
Ella lucía algo cansada pero a pesar de todo sonreía.

Yoogi se separó de nosotras y se fue a sentar en un sillón que se encontraba cerca de la pared.

—Jovencita —dijo ella—, mi nieto me ha hablado sobre tí y quiero darte las gracias por preocuparte de él.
A veces es muy necio pero es una buena persona, él jamás lastima a nadie.

Quería decir " lo sé, lo se"
pero en ese momento sentí un gran nudo en mi garganta que no pude decir nada,

Ella era la razón por la que Yoongi faltaba a clases en ocaciones.
Y por lo que sabía, solo se tenían el uno al otro, y el hecho de tenerla frente a mí, me provocaba algo.

Me mordí el labio para que mis lágrimas no empezaran a caer, estaba tan conmovida que sentí que en cualquier momento me derrumbaría.

—Iré por café —dijo Yoongi mientras se ponía de pie—. ¿Quieres, T/N?

No giré a verlo y solo respondí.

—Si, por favor.

Él salió y en ese momento sentí que no podía contenerme más, y es que yo era tan sentimental pero no podía llorar en frente de su abuela así que solo agaché la cabeza.

—Jovencita —dijo su abuela y  levanté la vista—, quiero pedirte un favor.
Mi nieto no tiene muchos amigos y a veces me preocupa.
Me preocupa que él esté solo, por eso quiero pedirte que no lo dejes. —Hizo un intento por apretar mis manos—. Por favor.

— Claro que no lo voy a dejar solo, se lo prometo.

No hacía falta que ella me lo pidiera, yo en verdad no quería dejarlo solo.

La puerta se escuchó abrirse y de inmediato su abuela cambió el tema.
Seguramente no quería que él se enterara de su petición.

Empezó a contarme cosas de cuando Yoongi era pequeño a lo cual no pude evitar reir.
Yoongi con cara de molestia se acercó a mí y me dió el café, y sin decir nada se fue a sentar en el sillón.

Hablamos durante un rato, su abuela y yo solo reíamos mientras Yoongi se mantenía serio, seguramente se estaba arrepintiendo de haberme llevado con él.
Después de un rato, él se acercó y le habló a su abuela.

—Abuela, tenemos que irnos.

—¿Ya tan rápido, Yoongi?

—Si abuela, vendremos otro día.

Ella me observo en busca de una respuesta.

—Si. —Asentí—. Vendremos otro día.

Al escuchar mi respuesta ella sonrió, me tocó por última vez las manos y luego Yoongi se acercó a besarle la frente.
Después de despedirnos salimos de ahí.

Entramos al ascensor y luego llegamos al primer piso, atravesamos el pasillo y salimos del edificio.

En todo el recorrido ninguno de los dos dijo nada.
Yo estaba feliz, no sabía porque razón pero me sentía importante.
El hecho de haberme permitido conocer a su abuela y que ella me contara cosas sobre él, era muy gratificante para mí.

Yoongi caminaba a un lado de mí y solo giré para verlo por unos segundos.

—¿Y a tí que te pasa? —me preguntó—. Pareces muy feliz.

Nos detuvimos junto a un taxi, pero mi felicidad era tan grande que mi expresión no cambió.

—Que bueno que me trajiste —respondí mientras abría la puerta del taxi para meterme.

No vi su expresión, entré y él dió la vuelta para entrar también.
Le dió mi dirección al conductor y luego nos alejamos de ahí.

FÜR DICH ( Yoongi y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora