Capítulo 11

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Mamá y yo acordamos salir, pues era Domingo y era el único día en que ella descansaba.

Llegamos al parque que se encontraba solo a unas calles de nuestra casa porque alrededor de ahí había muchas tiendas; de ropa, zapatos, en fin, había de todo un poco.

Entramos a una librería para comprar un libro que le habían pedido a Damien en la escuela y empecé a observar los otros mientras mamá buscaba el que mi hermano quería.

«La vuelta al mundo en 80 días» leí.

«Este libro me recuerda a mi padre»

Recordé que él viajaba mucho por su trabajo pero siempre llegaba con una historia nueva para contarme, cuando aún éramos unidos.

Mi padre trabajaba en una empresa de turismo, así que tenía que saber varios idiomas.
Él solía enseñarme y yo solo decía que cuando fuera grande quería ser como él, también quería hablar varios idiomas y tambien quería conocer muchos lugares.
Después me di cuenta que lo que realmente quería, era no perder el vínculo que tenía con él.

Después cambió de trabajo y empezó a viajar mucho; al principio lo veía dos veces a la semana, después una vez por semana, y conforme yo crecía, la distancia entre nosotros se hacia más grande, ahora no lo veo y hablamos muy poco.

—¿Terminaste T/N?  —habló mi madre.

—¿Eh? —Giré hacia ella—. Si.

Dejé el libro que tenía en mis manos y caminé hacia ella.

Pagó el libro y nos dirigimos hacia la puerta.
Mamá sostenía la mano de Damien mientras saliamos de la librería.

—¿Quieren algo? —preguntó una vez que ya estábamos afuera.

—¡Si! —respondió Damien— ¡Un helado! —Señaló la tienda de helados mientras jalaba a mamá.
Pero yo no tenía antojo de helado y empecé a observar hacia otro lado.

—¡Woow! —exclamé— ¡Mira, mamá! —Señalé una tienda de instrumentos musicales, pues lo que había llamado tanto mi atención era una guitarra eléctrica que había visto a través del vidrio de la tienda.

No era una guitarra cualquiera, era negra y tenía el dibujo de unas alas blancas.

Me di cuenta que mamá no me había prestado atención y empecé a caminar mientras ella era jalada por Damien en la otra dirección.

—¡Si quieres entra! —exclamó— ¡Yo iré por el helado de Damien! ¡Esperanos allá! —Señaló la tienda.

—Si, está bien.

Llegué hasta la puerta y abrí. Parecía no haber nadie y empecé a inspeccionar a mi alrededor todos los intrumentos que estaban a la vista.
Ahí estaba esa guitarra que había llamado mi atención y me acerqué a ella.

Di un suspiro.

—Si tan solo fuera tan buena tocando, como él con el piano.

—Solo necesitas practicar un poco más. —Escuché una voz que casi me hace saltar de un susto.

Me di la vuelta y el corazón casi se me sale al ver a la persona que venía levantandose por detrás del mostrador.

«¿El?... ¿Trabaja aquí?»

Me quedé sorprendida al verlo.

»¿Qué te doy? —dijo Yoongi mientras dejaba algunas cosas sobre el mostrador, unas cosas con lo que al parecer estaba limpiando.

—Yo... —Hice una pausa, una pausa muy larga porque no sabía qué decirle pues no tenía pensado en comprar algo—. Quiero... —Yoongi levantó una ceja un poco confundido—. Quiero unas cuerdas para mi guitarra.

—¿Solo eso?

—Emm... si, solo eso.

—Ya te las traigo. —Se dió la vuelta y se fue.

Mientras tanto, yo no sabía qué hacer para ocultar mi nerviosismo, no tenía dinero para pagar y rogaba que mi mamá volviera pronto para pedirle prestado.

Yoongi volvió con una pequeña cajita en sus manos y me acerqué para tomarla.
De pronto la puerta se abrió y mamá y Damien entraron.

—Hija, no sabía qué sabor querías y te compré este. —Habló mi madre mostrándome el helado.

—Está bien —le respondí, tomé la cajita y me hice hacia atrás.

Yoongi solo se me quedó viendo, esperando que le pagara.
Giré la vista a mamá y ella lo entendió solo con ver la cajita en mis manos.

—Hay, hija. No me digas que ya se te rompieron de nuevo.

Sentí vergüenza por lo que dijo pero no quise responderle.
Ella se acercó a Yoongi para pagarle y en ese momento pude notar en él una pequeña sonrisa burlona.

—Gracias por su compra. —dijo Yoongi y luego hizo una reverencia.
Mamá le correspondió y se dió la vuelta.
Nos dirigimos hacia la salida pero antes de salir, giré mi vista hacia él—. Solo practica —dijo en voz baja pero pude escucharlo.

Asentí con la cabeza y salí de ahí.

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FÜR DICH ( Yoongi y T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora