FÜR DICH ( Yoongi y T/N)

Capítulo 36 ( Final)

Narra T/N.

Estaba en el autobús de camino a la académia.

La noche anterior no había podido dormir bien y tal vez no había funcionado del todo la idea de Jungkook porque ahora estaba preocupada por no saber si Yoongi estaba bien.

Bajé y caminé hacia la entrada.
A lo lejos vi a Rina y a Samy acercarse a mí a toda prisa.

—¡T/N, ven rápido! —gritó Samy tomándome de la mano.

—¿Qué pasa? —pregunté asustada.

—¡Es Yoongi! —dijo Rina.
Me tomó de la otra mano y yo la observé confundida—. ¡Ha vuelto!

—¡¿Qué?! —Me detuve.

—¡Yoongi ha vuelto! —dijo Samy—. ¡Subió a la azotea!

Me costó unos minutos reaccionar y luego corrí con ellas.
Pasamos por el pasillo y entramos al salón para dejar mis cosas.

—¡Ve, T/N! —dijo Rina—. ¡Ve! —Me empujó hacia la puerta y salí corriendo hacia la azotea.

«¿En verdad Yoongi ha vuelto?»

Muchas emociones y sentimientos se cruzaron en mi cabeza; tenía que verlo para creerlo.

Llegué hasta la puerta que conduce a la azotea y me detuve.
Tenía que calmarme, mi corazón latía desenfrenado, traté de tocar la manija de la puerta y mis manos me temblaban.
Tenía miedo.

¿Qué pasaría cuando abriera esa puerta?

¿En verdad estaría él ahí?

Tenía miedo de encontrar el lugar vacío.
Respiré profundo y abrí.

Fui recibida por los brazos de alguien y me acercó a su pecho.

—He vuelto, T/N —reconocí la voz de Yoongi.

—Yoon... gi... —susurré

—Gracias T/N.

Me abrazó con fuerza como si no nos hubiéramos visto en años.

Estaba tan cerca de él que podía escuchar el sonido de su corazón palpitar.
Me quedé así por unos minutos y cerré los ojos mientras disfrutaba de la calidez de sus brazos, y del sonido de su corazón.

Luego él se separó de mí y me tomó de la mano; me llevó hasta la banca y nos sentamos.

—Hay T/N —Dió un suspiro—. No sé qué voy a hacer con mi vida, perdí mi trabajo y... sí quiero seguir con la música necesitaré otra alternativa o moriré de hambre.

—Jamás te llamaron de esa escuela, ¿verdad?

—Hasta el momento no. —Agachó la cabeza—. Y ya casi termina el curso, solo faltan unos días.

—Si, es verdad.

Pensar en eso me ponía nostálgica, dentro de unos días se acabaría todo y era momento de buscar qué haríamos con nuestras vidas.
Mientras tanto yo solo sabía que debía ir a la universidad, pero no sabía si seguiríamos viéndonos o si las cosas cambiarían.

—Y hablando de otra cosa. — Giró a verme—. ¿Cuándo vas a cantar esa canción que escribiste?

—El profesor dijo que en unos días. —Desvíe la mirada hacia el barandal—. Pero estoy nerviosa porque no lo quiero hacer mal.

Aparte de no querer hacerlo mal, era porque esa era mi única oportunidad para expresarle mis sentimientos.

«En la cabeza todo parece tan fácil pero cuando se trata de decirle a alguien lo que uno siente, se vuelve tan difícil y casi parece imposible»