FÜR DICH ( Yoongi y T/N)

Capítulo 7

El entrenamiento terminó. Jungkook se dió cuenta de que lo estaba viendo y se acercó a mí.

—T/N, no sabía que vendrías. —Sonrió a pesar de que lucía muy agotado.

—Yo... solo pasaba por aquí.

—¿Te lo dijo Mai, verdad? —Volvió a sonreír.

—¿Cómo lo sabes?

—T/N, ¿ya comiste? —me cambió el tema.

—Tomé algo en la cafetería. ¿Y tú?

—Si, ya comí. —Puso su mano sobre mi cabeza frotando mi cabello y luego sonrió—  Vamos, volvamos al salón.

Caminé junto a él y al pasar por los pasillos, nuevamente las miradas de los estudiantes se clavaron en nosotros.
Traté de ignorarlos ya que a Jungkook no parecía importarle.

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Después de la escuela me fui a la académia.
No había visto a Yoongi en el autobús y quería disculparme con él, así que solo me dirigí a la azotea, imaginando que tal vez podría encontrarlo ahí.

Llegué y me detuve en la puerta.
Sentí nervios y estaba dudosa de abrirla; tomé un respiro y giré la manija.

Como lo había imaginado, Yoongi estaba ahí, sentado sobre la banca de madera, pero estaba cabizbajo.

Me quedé parada cerca de la puerta para que no notara mi presencia.

—¿A qué has venido? —habló y me quedé sorprendida.
Estaba de espaldas y se había dado cuenta de que yo estaba ahí.

—Yo solo quería disculparme... por haber invadido tu espacio —hablé nerviosa mientras me acercaba.

Corría el riego de ser hechada por estar invadiendo nuevamente su espacio pero no le di importancia.

—Bien. ¿No deberías estar en clases? —habló aún con la cabeza agachada y con la vista hacia al piso.

Creía que algo no estaba bien, tal vez algo le estaba pasando  pero no me atrevía a preguntárselo directamente.

—Yo ya me iré, ¿pero tú no deberías hacer lo mismo?

—Yo no iré. —Giró a verme.

—¿Por qué no? —Me acerqué un poco más.

—No es asunto tuyo —se enderezó y me observó.

—¿Te saltas las clases? —pregunté en un tono divertido.

Yo no quería hacerlo enojar pero Yoongi respondió molesto.

—Yo no me salto las clases, solo que... —Se detuvo por unos segundos—. Solo que no me siento bien.

«Sabía que algo le pasaba»

—¿Qué tienes? —pregunté.

Yoongi me observó.
Parecía dudoso de responder a mi pregunta.

—Si te lo digo, ¿me dejaras solo?

Entendí esa pregunta, era como una indirecta de que lo estaba molestando.
Asentí con la cabeza.

—Me... duele un poco el estomago.

—¿Será por algo que comiste?

—Más bien, algo que no comí.

—¿Eh? — pregunté al no entender muy bien lo que me quiso decir con eso.

—Que importa. —Se puso de pie—. Además no es la primera vez que no com... —Se detuvo—. ¡Sal de aquí! —Me indicó con la mano—. Quiero estar solo. —Se sentó y luego se acostó en la banca.

No le dije nada y salí como él me lo habia pedido, aunque ahora estaba preocupada.
Yoongi había dicho que no era la primera vez que no comía y eso ya era preocupante.

Llegué hasta mi salón y abrí mi mochila para sacar unas galletas que había comprado desde hace tres días pero que aún no me había comido.

Pensaba dárselas pero el profesor llegó y ya no pude salir.

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La clase terminó y todos empezaban a irse.
Tomé mis cosas y las galletas  para ir a buscar a Yoongi.

Estaba saliendo de mi salón cuando escuché sin querer la conversación de dos chicas en el pasillo.

—¿Has visto si ya está cerrada la sala de práctica? Es que olvidé algo.

La otra chica era Akane, la amiga de Yoongi y venía del lado contrario a la otra chica.

—Aún está abierto, Yoongi todavía está practicando.

La chica le hizo una reverencia y se fue corriendo.

Había pensado en buscar a Yoongi en la azotea pero ahora sabía en dónde se encontraba.

Llegué a la sala de practicas y la chica ya iba de regreso.
Me detuve frente a la puerta al escuchar el sonido de un piano que provenía del interior.
No quise interrumpirlo y solo me quedé recargada en la pared, a un lado de la puerta esperando que saliera pronto.

La música de Yoongi me transportó a mi pasado.
A aquella época en la que pasaba tiempo con mi padre.

Estaba tan hundida en mis recuerdos que no me di cuenta de que la música había dejado de sonar.

La puerta se abrió.

—¿Qué haces aquí? —habló a un lado de mí.

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Gracias por leer esta historia.