Camino hacia una zona en la que jamás me he encontrado y los nervios afloran desde mi interior vertiginosamente rápido, así que sólo sigo los pasos de los chicos con torpeza mientras noto el modo en que sus cuerpos se llenan de tensión en la forma que me sujetan con fuerza de los brazos, casi arrastrándome, como si yo estuviera oponiendo resistencia.Dirijo la mirada hacia el frente y mi boca forma una "o" al lograr observar una gigantesca casa, no, es decir, mansión, lo cual ocasiona que mis pasos sen mas largos y con un poco más de ganas para poder llegar más rápido y después de unos minutos llegamos a lo que pareciera ser una entrada donde hay por lo menos 20 guardias custodiando la zona, lo cual me parece completamente innecesario, sin embargo, intento de no prestarle atención a ello.
—Para el Jefe.— informa Cristián seco hacia uno de los sujetos e intento no sentirme como un objeto por como se expresó.
Unos cuantos de ellos me observan de arriba a abajo haciéndome sentir pequeña, lo cual provoca que necesite agachar la mirada sintiéndome algo intimidada.
Uno de ellos habla por medio de un radio y después asiente dejándonos pasar sin más.Entramos e inmediatamente después noto lo elegante que es por dentro, aparte de lo enorme que es este lugar.
Caminamos hasta lo que parece ser una sala, donde lo primero que veo son a tres mujeres totalmente desnudas bailando para El Jefe; una de ellas está encima de una mesita, otra tocándose tirada en la alfombra y la última en el regazo de él.#Ay, mierrrda...#
Intento no mirarlas fijamente y me obligo a sólo caminar hasta él, escondida detrás de los chicos.
—Oh, ¡llegaste al fin!— parlotea encantado el señor—. Vamos acércate, Cachorro.— pide y mientras lo hago trago saliva pesadamente.
Palmea a un lado suyo en el sillón y me siento frotando mis palmas contra el chándal, denotando así que estoy súper nerviosa.
Pone un brazo alrededor de mis hombros y abro los ojos en señal de alarma.#Mierda, sólo debes controlarte.#
—Un día tendrás algo como esto para tí sola. Serás grande y todos te respetarán, pero para eso necesitas iniciar desde abajo, justo como yo lo hice.— cuenta ilusionado.
Lo miro a la cara y veo su sonrisa torcida.
—Ahora, chicas llevenla por su atuendo.— ordena y antes de que pueda reaccionar las tipas se acercan a mi meneando sus cuerpos.
—Hola linda, quedarás como una campeona.— dice una ronroneando en mi oído y tirando de mi para instar a levantarme, lo hago sólo porque quiero que me suelte, sin embargo, aún cuando me pongo de pie me sigue agarrando y justo después me arrastra camino a donde seguramente tendré que vestirme.
Dejamos detrás a los chicos y al girar la cabeza hacia ellos noto a Cristián con una extraña mirada que me hace fruncir el entrecejo, pero me quedo con la incógnita, ya que lo pierdo de vista al girar sobre una esquina.
Nos dirigimos hasta unas escaleras subiéndolas para llegar a uno de los tantos cuartos que existen aquí, entramos y miro una silla con prendas encima.
—Son esas querida.— indica una rubia con pechos gigantescos tomando una de las prendas.
—¿Okay?— la tomo, mientras las veo confudida.
#¿Por qué no se van?#
—Anda, desvístete.— dice una coqueta.
—Ustedes..., siguen aquí.— contesto obviándolo.
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En Mi Oscuro Lugar- Parte 1//Camuflaje Entre Sombras
Teen FictionUn día normal: aburrido y sin ningún tipo de emoción como siempre, bueno, al menos eso es lo que pensaba que sería, sin embargo, de normal no tuvo nada. Todo inicio de un modo realmente rápido, sin darme apenas cuenta ya tenía un arma apuntando a mi...