Era la última inspección después de horas estando encerrada en este maldito espacio. El coraje que siento cada vez que revisan la cabina se acrecenta y las ganas de llorar y gritar persistieron.
—Bien, pueden pasar.— habla el oficial fuera del vehículo.
—Gracias, buenas noches.— contesta con finjida amabilidad el tipo que conduce la furgoneta.
Mi captor me tiene sujeta, sin embargo, ya no trato de hacer nada, sólo me mantengo callada.
Se abre la ventanilla de la pared del conductor y dice:
—Ya pueden salir, ese fue el último.—¿Se divirtieron ahí dentro?— pregunta el otro riéndose fuerte desde su lugar.
El hombre no contesta sólo quita los seguros de la puerta corrediza y la abre.
—Tú vas primero.— me toma de la cintura y me levanta para ponerme fuera del espacio.Me arrastro hasta tocar la pared con mi espalda, doblo mis rodillas hasta mi pecho y las rodeó con mis brazos como puedo. Seguido él sale y saca consigo ambas mochilas, cierra la puerta y vuelve a meter el gancho que hace click dentro del techo, se sienta acomodándose con las rodillas flexionadas y pone sus manos sobre sus rodillas respirando profundamente y agachando la cabeza. Observo su cabello oscuro y sus facciones marcadas con cejas gruesas y unos pómulos algo marcados debajo de la tenue luz, sin embargo, mi escrutinio se detiene de tajo porque la apaga y no puedo verlo a más detalle.
#Si logro escapar podré describir su rostro para que los encuentren.#
Intento visualizar más detalles sobre el hombre, pero me parece difícil y sé que podría enojarse si sigo haciéndolo, aunque no sé si me importará un regaño suyo.
Llevamos tanto tiempo en el vehículo que ya no tengo idea de que hora pueda ser; los oficiales habían dicho "buenas noches", así que supongo que es tarde.
—Sí sigues mirándome voy a volver a ponerte la bolsa en la cabeza.— asevera descubriendo que lo sigo observando con fijeza e intento no verme asustada cuando giro la cabeza hacia otro lado para de una vez por todas dejar de hacerlo y mejor recargo mi cabeza sobre mis rodillas ocultando mi mirada.
Estoy cansada y ahora sí, mi vejiga se tiene que vaciar, pero creo poder aguantar más.Cierro los ojos e intento despejarme.
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No sé cuántas horas más llevamos en el camino, sin embargo, mi vejiga está ya bastante llena y tengo que ir a algún baño; no pido mucho, sólo un poco de privacidad y papel higiénico.
Apretujo mis muslos un poco más e intento distraerme, pero es inútil porque ya no aguanto más.El hombre está recargado en la pared con las rodillas flexionadas y los ojos cerrados, no obstante, sé que está despierto, así que con un poco de ansiedad le hablo:
—Hey... sujeto...— susurro.
Lo escucho suspirar profundamente antes de contestar:
—¿Ahora qué niña? ¿No puedes estar callada y ya?— me reprocha.#Ay.#
—Tengo que ir al baño.— digo avergonzada—. Es urgente, no te molestaría si no lo fuera.
Me mira por un instante y sé que trata de ver algo en mi expresión, no obstante, no encuentra nada.
—Maldición...— se rasca la sien.Toma su mochila y abre el cierre, de él saca un walkie talkie*, presiona un botón y saca la antena un poco, después presiona otro botón y acerca a su boca el aparato.
—Peter, habla Beta, contesta.— dice con tono monótono mientras me observa de reojo negando con la cabeza, como si quisiese quitarse de la mente algo.
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En Mi Oscuro Lugar- Parte 1//Camuflaje Entre Sombras
Novela JuvenilUn día normal: aburrido y sin ningún tipo de emoción como siempre, bueno, al menos eso es lo que pensaba que sería, sin embargo, de normal no tuvo nada. Todo inicio de un modo realmente rápido, sin darme apenas cuenta ya tenía un arma apuntando a mi...