WHISPERS

Capítulo 63.

63. Back.

Días después.

La música sonaba a través de las paredes de la casa. Podría haber elegido alguna canción animada, pero decidí decantarme por una canción que parecía entenderme en un momento como este.

Intentaba concentrarme y retomar las lecciones que durante ese tiempo no había conseguido tener al día.  

Sin embargo, y a la vez que el bolígrafo se movía entre mis dedos, las ganas de hundirme eran lo que aún presidía mis sentimientos.

Aún tenía grabado en la piel la despedida que ofrecí a Stewart. Era de esperar que le echase de menos, y que cierta parte de mí necesitase desesperadamente coger el teléfono y llamarle para al menos escuchar su voz.

Si algo sabía era que, como bien decía mi madre: Las cosas no se olvidan de un día para otro.

Tampoco él había hecho ningún amago de saber de mí, pues le dejé demasiado claro que lo mejor para los dos sería dejar las cosas estar y tomar cada uno un camino diferente.

Pero aún que intentase fingir que no, dolía. Dolía mucho.

El timbre sonó en ese justo instante. Di un pequeño sobresalto en la silla y me dirigí hacia el pasillo.

Me sorprendí cuando detrás de la puerta vi quién se encontraba.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, cosa que nunca imaginé que pudiese ser posible si se trataba de verle a él.

Vestía una chaqueta de baseball y unos pantalones grises, junto a unas deportivas rojas.

—Hola. – Murmuró, sonriente.

—Hola, Nick. Pasa, por favor.

Me hice a un lado y el chico pasó, observando toda la casa.

—Ha cambiado mucho desde la última vez que estuve. – Murmuró.

—Sí, bueno... Desde que Sharon se fue nada ha vuelto a ser igual.

Mi voz se fue apagando a medida que decía cada frase. Mi ceño se frunció y llegué a la conclusión de que no solo el tema de Harry hacía que estuviese susceptible, sino que el sentirme sola en un momento como el que vivía, también aportaba algo.

Nick se acercó hasta el sofá y decidió sentarse. Acto seguido, lo hice yo también.

—¿Sabes algo de Brad? – Pregunté.

—Aún no han podido capturarle. Tiene ingenio.

—¿Sabrá ya lo de las coordenadas?

—Creo que ni siquiera se ha atrevido a ir a comprobarlas. Seguramente solo esté pensando en cómo huir.

Giré mi labio, comprendiendo lo que Nick decía.

—¿Y Robert consiguió destruir las armas? – Pregunté.

—Claro. 

Asentí con la cabeza y de nuevo le miré a los ojos. 

—Perdona la mala educación. ¿Quieres algo de beber? – Pregunté.

—No. Solo quería venir a hablar contigo.

Fruncí el ceño.

—Discúlpame, Nick. – Rogué. – Estos últimos días he estado algo distraída. He intentado sacar tiempo del tiempo para intentar olvidar todo lo que ha pasado. Es algo que no se asume rápidamente. Olvidé completamente llamarte para agradecerte todo lo que has hecho por mí.