Capítulo 6

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Me quedé en silencio, escuchando su respiración al otro lado del teléfono, no sabía que decirle, solo estaba pensando en que había escuchado mal, y él no era quien estaba llamando, solo tenía que comprobarlo.

— ¿Wo-woody? —Escuché su pequeña risa, y supe que había escuchado perfectamente, era él.

—Sí—Rió más—Así me pusiste, ¿recuerdas? ¿Cómo estás? —Fruncí mi ceño, ante su pregunta.

—Pues...bien...—Recordé entonces lo de la revista—Sorprendida de que me llames después de... —

— ¿Sorprendida? —Preguntó interrumpiéndome—No creo que sea tan raro que te esté llamando...y más porque estoy en el paseo de tu urbanización, y necesito una guía... ¿Me guías? —Sonreí débilmente.

— ¿Hoy? ¿Ahora? —

—Sí, si puedes claro...—

— ¿Nos vemos en el parque del paseo? —Lo escuché sonreír.

—Ahí estaré. Nos vemos, Davina.

—Hasta ahora, woody. —Colgué, y caminé deprisa hacía mi casa. Empecé a buscar a Rob, ya que necesitaba su ayuda de nuevo, para salir sin que nadie me viera. Mientras lo buscaba, no paraba de pensar en que era raro que woody me llamara después de que él comprobara que le había mentido respecto a quien era. Además, según la notita que encontré en su chaqueta, se veía que tenía novia, y seguro que a ella no le gustaría ver que su novio andaba por ahí con otra, y yo no iba a jugar otra vez al mismo juego, no iba a ser la segunda opción de nadie nunca más.

De repente, la realidad me paralizó. Woody sabía quién era, claro que lo sabía, esa revista era vista por mucha gente. Yo creía que él era diferente, pero era igual a los demás, a todos esos que se hacían pasar por mis amigos, para salir en las revistas, y para lograr algo de fama. En mi interior, algo me chillaba que woody no era así, pero las evidencias me estaban diciendo lo contrario.

Como no encontraba a Rob, subí las escaleras hacía mi cuarto, pisando fuerte. Cogí la chaqueta del castaño, y las volví a bajar con enfado, yo había confiado en él, y ahora me salía con esto.

—Hey, wow...—Me choqué contra Rob, y él me sujetó antes de caer— ¿A dónde vas con tanta prisa? —Lo miré, y él supo que pasaba algo, siempre lo sabía— ¿A quién debo matar? —Me relajé un poco, sonriendo.

—A nadie...—Mi ceño volvió a fruncirse, al recordar todo—Debo salir, Rob...sola...—Él me miró entrecerrando los ojos.

—Mikel no va a dejarte salir sola...—

—Me da igual, tengo que devolverle esto a woody, para no verlo nunca más.

— ¿Qué pasó? —Preguntó con preocupación.

—Pasa que woody es un busca fama, con novia, eso pasa, y debo ir a darle esto para que no tenga más excusas para llamarme...estaré bien, volveré enseguida, adiós. —Salí sin dejarlo hablar, ya que por su cara, sabía que tenía unas cuantas cosas que decir sobre woody.

Por suerte para mí, no había nadie cerca de la puerta, y salí con rapidez. Esta vez, no cogí la bicicleta, ya que quería caminar, para tranquilizarme, no quería que él me viera afectada por su culpa.

Cuando llegué al parque, no lo vi por ningún lado, así que me senté en uno de los bancos, y lo esperé. Estuve pocos minutos ahí sentada, hasta que sentí las manos de alguien tapándome los ojos.

— ¿Quién soy? —Gruñí por lo bajo, y quité sus manos de mis ojos con un poco de brusquedad.

—Woody. —Dije seca. Él se puso delante de mí, con el ceño un poco fruncido, pero rápidamente sonrió. Se acercó, y me hizo levantarme, para darme un pequeño abrazo.

—Te eché de menos esta semana.

—Pues haberme llamado antes. —Dije con irritación.

—No pude...estaba de viaje, y mi móvil se rompió...tuve que comprar otro, y luego la tarjeta no guardó los números...pero bueno, luego recordé que los apunto todos en una libreta, por seguridad, y aquí estamos...—Alzó un poco sus manos, y pude ver que tenía una bolsa—Te traje esto de mi viaje, espero que te guste. —Estiró su brazo hacía mí, y yo lo miré a los ojos, negando con la cabeza.

—No debiste...—

—Sí, claro que debía...ábrelo, por favor. —Me puso una cara con la que no pude luchar, y mis defensas se relajaron un poco. Cogí la bolsa, y la abrí, dándome cuenta de que era una sudadera azul clarita, con una palabra impresa en medio.

— ¿Woody? —Leí lo que ponía, formulando una pregunta, porque no podía creerme que pusiera eso de verdad. Él sonrió, y todo mi enfado disminuyó—Me encanta...es perfecta. Muchas gracias.

—Me alegra que te guste, de verdad. —Dijo con una sonrisa en los labios—Estaba preocupado por si te parecía un regalo horrible, no soy bueno en esto...—Sonreí un poco.

—Pues me encantó, en serio, gracias. —Me acerqué, le di un beso en la mejilla, y lo abracé. Me quedé un rato abrazada a él, oliendo su perfume, hasta que recordé todo, y me alejé—Toma, tu chaqueta. —Se la di fríamente, mientras desviaba la mirada.

—Oh, gracias...ya no recordaba que la tenías tú.

—Ya...—Meneé mi pie con inquietud, no podía callarme más. —Oye, ¿no quieres hablar sobre lo de la revista? —Él me miró con nerviosismo, y me enfadé, él lo sabía.

— ¿Qué? ¿Qué revista? —Tartamudeó.

Lo sabe, y solo disimula. Maldita sea.

—La de 'Juegos de famosos'—Él arrugó la cara.

—No—Su voz tenía un tono de desprecio— ¿Tu lees esa porquería? Yo ni me molesto, ni esa ni ninguna sobre cotilleos o rumores sobre famosos, me parece una falta de respeto, las odio...solo saben mentir. —Su voz sonaba tan sincera, que empecé a dudar de todo lo que estaba pensando. Joder.

—Oh...Entonces, ¿no la lees? —Él me miró fijamente.

—No, pero... ¿Por qué lo preguntas? ¿Salió algo...algo ra-raro? —Se rascó la cabeza, y me moví inquietamente.

—No, no...Si yo tampoco la leo...solo fue por casualidad que leí algo, pero tonterías de siempre supongo...nada que merezca ser hablado. —Entrecerré los ojos un poco, estaba cada vez más confundida, ¿era él realmente un busca fama?

—Bien, pues... ¿Vamos? —Sacudí la cabeza, para quitar todos esos pensamientos de mi cabeza, y lo miré.

—Sí, vamos...—Me sonrió, y me cogió de la mano.

Caminamos bastante, hasta llegar a un pequeño rio que había casi al salir de la urbanización, y nos sentamos en la hierba, para seguir hablando.

—Vaya, hace algo de frío. —Yo asentí, aunque no tenía frío, y vi como él se movía, para ponerse la chaqueta que le había dado—Pero que...—Sacó un papelito del bolsillo, y temblé ligeramente, ya que yo sabía perfectamente que ponía ahí.

Empezó a sonreír, mordiéndose el labio, y fruncí el ceño.

— ¿Por qué sonríes? —Él guardó el papelito de nuevo en su chaqueta, y me miró.

—Por mi madre...—Mi corazón se frenó en seco—Cada vez que la visito, me llena los bolsillos de notitas, que voy encontrando los días que no la veo...desde que me fui de su casa, hace eso...la echo de menos la mayoría del tiempo, pero estoy siempre algo ocupado...—Cerré los ojos con fuerza, de repente, nada de lo que estaba en mi mente parecía ser verdad, ni novia, ni busca fama.

—Que tierna tu madre...se ve que te echa de menos...—Ahora no sabía cómo iba a hacer para alejarme de él, pero igualmente, no podía saber a ciencia cierta si era un interesado o no, y aunque me encantara pasar tiempo con él, no podía fiarme, mi corazón ya había sufrido demasiado, y si tenía que sacarlo de mi vida para tenerlo a salvo, eso haría.

Recuérdame [Liam Payne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora