Recuérdame [Liam Payne]

Capítulo 20

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No sé en qué momento del beso entraron nuestras lenguas en juego, pero no hice nada para separarlo, o evitar que el beso siguiera.

En un momento, Liam puso su mano en mi cintura, y con el dedo pulgar, acarició la piel de mi cintura, logrando que todos los pelos se me pusieran de punta. Mis manos estaban sobre su cuello, y su pelo, apretándolo contra mí, no quería que el beso se acabara nunca, aunque sabía que pronto nos tendríamos que separar.

Cuando escuché la puerta cerrarse de un golpe, creí que Liam se separaría de mí, pero no lo hizo, solo subió su mano hasta mi mejilla, acariciándomela. Sentí como sonreía, y no pude evitar sonreír en medio del beso.

Ya hacía rato que Holly se había ido, y el beso parecía no tener fin, cosa que no me molestaba. Llevé mis manos hasta su espalda, mientras él bajaba la suya a mi cuello.

De fondo, podía escuchar la música de tono de mi móvil, pero por nada del mundo separaría de mí a Liam para contestar, me sentía en el jodido paraíso en ese momento.

En un momento, Liam se separó un centímetro, haciendo que toda su respiración chocara contra mi boca, pensé que se iba a levantar, pero solo se movió un poco, poniendo una de sus piernas entre las mías, y bajó sus labios de nuevo hacía los míos.

Sentí como nuestras lenguas volvían a entrar en juego, y en un momento, Liam mordió mi labio inferior, haciéndome soltar un gemido, que me hizo morir de vergüenza.

Unos toques en la puerta se escucharon de repente, y Liam abrió los ojos, encontrándose con los míos ya abiertos. Puse una mano en su pecho, alejándolo, y nos sentamos rápidamente en el sofá.

—De...De-deberías...Ir a-a abrir... —Dije tímida, y a la vez agitada. Él asintió con los ojos muy abiertos.

—Si...Ti-tienes ra-razón—Se levantó lentamente, y fue hacia la puerta.

—Necesito hablar con la señorita Lautner.

—Cla-claro, pasa—Mikel pasó, y yo me levanté rápidamente mientras me arreglaba la camisa y el pelo.

— ¿Qué pasa Mikel? —

—El señor Lautner me acaba de llamar, estaba preocupado porque no contestaba el teléfono, y me mandó a buscarla, para ver si está bien, y que la lleve de vuelta a casa.

—Oh, claro, ahora salgo—Mikel se fue cerrando la puerta. Yo cogí mi bolso, y me acerqué a Liam—Toma—Metí la mano en mi bolso, y saqué una chocolatina—El chocolate—Liam sonrió, y lo cogió, rozando nuestras manos.
Él me miró, y se notó que se había sonrojado—Bueno...Tengo que irme, no olvides que mañana vamos a ver a Bruno.

—No, tranquila, o eso espero... —

—Te paso a buscar a las diez, ¿vale? —

—Puedo ir yo en mi coche si quieres, no quiero molestarte.

—No me molestas, Liam... —

—Perfecto, entonces nos vemos mañana...Y...Gra-gracias—Sonreí, y me sonrojé. Me acerqué más, y le di un beso en la mejilla. Él subió rápidamente su mano hasta mi mejilla. Yo lo miré fijamente a los ojos, él se volvió a acercar, y me dio un beso sonoro en la mejilla. Sonreímos, y me abrió la puerta. Con nerviosismo salí de allí, encontrándome con los paparazzis afuera.

Madre mía, si hubieran visto lo que acaba de pasar.

Me reí por dentro, y entré al coche.