Capítulo 29

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Caí de rodillas tapándome la cara con mis manos, y llorando como nunca antes lo había hecho. Bruno estaba a mi lado, pero no se movía, no hablaba, no hacía nada. Estaba pálido, y miraba al frente, ni siquiera se notaba que estaba respirando.

—Vámonos ahora mismo—Gritó un policía, y me levanté rápido, rempujando a Bruno hasta afuera. Bruno se subió conmigo en mi coche, y perseguimos a los coches de la policía.

Casi veinte minutos después, llegamos a un sitio lleno de almacenes. Nos bajamos rápido de mi coche, y los policías nos hicieron señas para que nos pusiéramos detrás de ellos, y no hiciéramos ruido. Caminamos despacio, y otro policía hizo señas con las manos, indicando el almacén con las letras *T67D* en grandes.

Ellos empezaron a caminar sigilosamente, con sus armas en las manos. Bruno y yo no dejábamos de seguirlos. Yo no sé ni cómo caminaba, mis piernas me temblaban, y en mi cabeza solo estaba la imagen de Davina llena de sangre.

Sacudí la cabeza, y vi como dos hombres protegidos hasta la cabeza, entraban tirando la puerta abajo. Se escucharon gritos de los policías gritar que levantara las manos, y en ese momento, todo pasó muy deprisa. Vi como sacaban al psicópata esposado, mientras se reía. Me dieron ganas de correr hacia él y matarlo, pero estaba rodeado de policías.

—Pero si está aquí también su estúpido novio...O no, ex novio...Lo siento, Payne...Ella ya no te quiere—Apreté la mandíbula—Oh...Lautner...Llegas tarde...Muy tarde...Jaque mate... —Mientras lo metían en el coche, él no paraba de repetir 'Jaque mate' mientras se reía. Un policía tuvo que agarrar a Bruno porque estaba corriendo hacia el coche. Pero entonces, todos nos frenamos al escuchar a un policía gritar por una ambulancia.

Corrí hacia el almacén, y vi a Davina tumbada en el suelo, con sangre por todos lados. Corrí hacia ella, y agarré su cara con mis dos manos.

—Mi ángel, despierta por favor. Despierta y prométeme que estarás bien...Por favor. Necesito escucharte decírmelo, junto a un mi woody que me descontrole...Por favor. Habla. Mírame—Pero ella no respondió, ni me miró. Bruno apareció en la puerta, y vi su cara cambiar a pálida mientras se tambaleaba. Entonces, se escuchó el sonido de la ambulancia, y Bruno corrió hacia Davina.

Bruno no soltaba su mano, aunque le decían que tenía que alejarse. Me quería subir a la ambulancia con ella, pero Bruno me dijo que fuera detrás con mi coche. Así que le hice caso, y conduje lo más rápido que pude hasta llegar al hospital.

Mi cuerpo temblaba, no era capaz de pensar algo coherente. Decidí llamar a los chicos, necesitaba el apoyo de todos, esto era demasiado para mí.

Cuando llegaron, empezaron a pedirme explicaciones, ya que solo les había dicho que vinieran al hospital, que algo había pasado con Davina.

Al terminar de explicarles, Niall abrazaba a una Ariana inundada en lágrimas, gruñendo el nombre de su mejor amiga. Los demás, intentaban tranquilizar a las chicas, pero no lo conseguían. Yo me mantenía en una esquina, mirando hacia el techo, pidiendo que Davina estuviera bien.

Bruno estaba sentado al lado de la puerta por donde habían metido a Davina, y se tapaba la cara con las manos. En un momento, caminé hacia él, y me senté a su lado.

—Todo esto es culpa mía, Liam... —Dijo con la voz ronca.

—No digas eso, Bruno. ¿Cómo va a ser tu culpa que un psicópata se obsesionara con Davina? —

—Sí lo es...Yo no debí exponer a mi hija. Yo leí todas las notas que él me mandaba, y aun así...La dejé salir... —

—Bruno... ¿Te estás escuchando? ¿Qué pretendías? ¿Encerrar a Davina en tu casa?—

Recuérdame [Liam Payne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora