Capítulo 25

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Me quedé como una estatua, mi garganta decidió no dejar pasar mi respiración, y mi boca se secó. Liam me acariciaba los nudillos de mis manos, mientras me preguntaba si estaba bien. Pero no, no estaba bien, no podía ni contestar, mi lengua no se movía, mis ojos no salían de encima de él, de la persona que tenía delante. Tenía que ser una alucinación, él no podía estar aquí, la vida no me podía estar jugando esta mala pasada.

Él dio un paso hacia mí, y yo me levanté torpemente, queriendo alejarme de él. No lo quería cerca de mí. Él se frenó, y sonrió levemente.

—Tranquila, cosita, no me voy a acercar si no quieres—Mi corazón empezó a latir a mil por hora.

—No me llames así... —Murmuré.

Liam se levantó y puso un brazo por mi espalda, acercándome a él mientras me acariciaba la cara, y ponía un mechón de pelo detrás de mi oreja.

—Tú eres su novio, ¿no? —Liam quitó su vista de mí, y la siguió hasta él.

—Sí. Liam Payne.

—Sé quién eres... Davina... —Él me miró— ¿Podemos hablar? Em... ¿a solas? —Yo negué rápidamente con la cabeza—Por favor—Volví a negar, y Liam se puso delante de mí, impidiendo que él me mirara.

—Mi ángel, ¿qué pasa? —

—Él...Él es...Es Le...Leo... —Liam tensó la mandíbula, y sus ojos se oscurecieron—Liam... —Susurré. Puse mis manos en sus hombros, y lo obligué a mirarme, ya que su mirada estaba perdida en el aire—Quiero irme... —

—Primero tengo que hacer algo.

—No Liam, no. Vámonos, por favor.

—Lo siento, ángel. Pero por culpa de este imbécil casi te mueres—La voz de Liam era ronca, sus ojos trasmitían odio y rabia.

—No Liam...Fue mi culpa...Yo...Yo.

—Sh, tranquila—Me dio un beso en la frente, murmurando un "perdón" y se giró bruscamente, proporcionándole un puñetazo a Leo en la cara. Yo grité asustada, y Liam se giró a verme—Ahora sí, vámonos—Yo estaba temblando, mis pies no reaccionaban, pero Liam tiró de mí suavemente hasta salir del restaurante del hotel. Leo se quedó en el suelo, no sabía si estaba bien o mal, y yo no sabía si me importaba o no lo que le pasara.

De camino a la habitación, mis piernas no dejaban de temblar. Liam me agarraba fuerte la mano, y yo se lo agradecía. Porque si no me agarrara, me caería. Entramos a la habitación, y no sé por qué razón, pero fui directa a la cama, y me dejé caer boca abajo. Mis ojos empezaron a derramar lágrimas sin poder evitarlo. Sentí una mano en mi espalda. Liam me estaba acariciando, subió su mano hasta mi cabeza, y me acarició el pelo, dejando un suave beso en mi hombro. Suspiró y levanté la cabeza para mirarlo.

— ¿Estas enfadada conmigo? — Preguntó con tristeza en la voz, y mirada de cordero. Yo negué con la cabeza rápidamente.

—Nunca me enfadaría contigo. Solo...Ver a Leo, me afectó...Me trasladó a esos días donde estaba muerta en vida. Ahora todo está en mi cabeza... —

—Ángel, por favor...Olvida eso.

—Pensé que ya lo había hecho, te lo juro...Pero tiene mucha cara al presentarse ante mí... —

— Davina...No quiero que estés mal. No pienses en ese imbécil... —Él se acostó a mi lado, apoyándose en su codo— Déjame ayudarte, ¿sí? —Se acercó del todo, mientras yo asentía, y me besó. Llevó su mano hacía mi cadera, y tiró suavemente de mí, hasta quedar sobre él. Se fue moviendo lentamente, hasta quedarse sentado, conmigo sobre su regazo—Déjame amarte—Susurró sobre mis labios. Yo volví a asentir sin despegar mis labios de los suyos, siendo incapaz de pronunciar palabra. Deslizó sus manos hasta mi cadera, jugueteó con el borde de mi blusa, y mordió mi labio—Sube los brazos—Murmuró. No dude ni un segundo en hacerlo, y él tiró de mi blusa hasta quitarla por encima de mi cabeza. Rápidamente puso una mano en mi nuca, volviendo a estrellar su boca contra la mía, como si los necesitase. Bajó su mano por mi brazo y la deslizó hasta el broche de mi sujetador, hizo círculos alrededor de él, haciéndome desesperar porque me lo quitara ya. Gruñí, y él me lo quitó mientras sonreía entre el beso.

Recuérdame [Liam Payne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora