Recuérdame [Liam Payne]

Capítulo 15

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Cuando terminamos de arreglarnos del todo, bajamos, y vimos a los chicos sonreír divertidos, al lado de mi padre.

—Niall—Ariana se acercó rápido al rubio, besándolo cortamente. Harry se giró, buscándome con la mirada, y cuando me visualizó, me miró de arriba abajo, antes de hablar.

—Guao...Simplemente...Hermosa—Yo me sonrojé, y me acerqué a él.

—Gracias, tú también estas...Guao—Harry se acercó un poco más a mí, con una sonrisa increíble, y me dio un beso rápido.

—Ah, así que ¿están saliendo? —Nos separamos, y miramos a mi padre.

—Si Lautner, tu hija me aceptó esta tarde, soy el hombre más feliz del mundo.

—Hombre, pues ven aquí, Styles—Se abrazaron, y yo miré hacia Rob alzando una ceja—Así que ahora eres mi yerno.

—Y tu mi suegro—Se echaron a reír, y mi padre le dio unas palmadas en la espalda.

—Cuídame a mi princesa, sino, tendrás problemas, Styles.

—No te preocupes, Lautner, la cuidaré con mi vida si hace falta.

—Tranquilo, para eso ya está Mikel—Me acerqué a mi padre.

—Papá, hablando de Mikel, ¿puedo ir sin él a la cena? Es en plan romántico, y él no pinta nada allí—Mi padre puso cara de pensativo, mirando hacia Harry todo el rato.

—Está bien, pero no te acostumbres, me gusta dormir tranquilo.

—Lo sé, papá, pero relájate, no me va a pasar nada, estaré con tu Styles querido—Ariana se acercó a nosotros, con Niall cogido de su mano.

—Hora de irse... —Le agradecí mentalmente por eso, y le di un pequeño abrazo a mi padre, como despedida.

Al salir, Niall y Ariana se fueron por su lado, y Harry y yo, por el nuestro.

Harry condujo un buen rato, hasta frenar en la entrada de un restaurante precioso. Le dio las llaves al aparcacoches, antes de venir rápido a abrirme la puerta. Me estiró la mano, yo puse la mía sobre la de él, y me ayudó a bajar. Me sonrió, besando mi mano, y yo me sonrojé un poco.

El hombre de la entrada, nos sonrió, reconociéndonos, y nos guió hasta nuestra mesa. Nos sentamos, y mientras mirábamos la carta, me di cuenta que alguien me estaba mirando.

Alcé la vista hacía Harry, pensando que sería él, pero el ruloso estaba mirando su carta. Llevé mi vista por las otras mesas, hasta ver un hombre mayor, con el pelo un poco largo, mirarme como si me odiara.

Me tensé, y bajé la carta, dejándola sobre mi plato.

— ¿Estás bien? —Al oír la pregunta de Harry, quité la vista de aquel hombre, y lo miré fingiendo una sonrisa.

—Si... —Mi voz sonaba con nerviosismo, pero por suerte, Harry no lo notó.

—Bien, ¿ya sabes que vas a pedir? —Lo miré un rato.

—Lo mismo que tú... —Él sonrió de lado, y estiró su mano, agarrando la mía, que se encontraba encima de la mesa.

— ¿Estás segura? —Asentí, intentando no mirar hacía la mesa del hombre que me miraba seguidamente.

Al poco rato, vino un camarero, y Harry le pidió nuestra cena. No tardaron mucho en traerla.

Un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo, cuando el hombre que me miraba, se levantó de golpe. Me relajé un poco, al ver que se dirigía a los baños.