Recuérdame [Liam Payne]

Capítulo 12

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Cuando estaba a tan solo unos centímetros de los labios de Liam, sus propias palabras, vinieron a mi mente.

'Como si no hubiera pasado nunca'

Me alejé de él, frunciendo el ceño. No podía estar cerca de él, y me odiaba a mí misma por querer besarlo de nuevo, cuando él solo quería hacer como que no había pasado nada.

—Preciosa—Me giré, para ver a Harry darle de comer a Bruno—Ven a ver como come tu novio—Sonreí, y me alejé de Liam, caminando hacia ellos.

Harry me sonrió, y cuando iba a decirle que se veía tierno, los directivos del hospital, aparecieron delante de mí.

—Señorita Lautner—Los miré mal.

—Déjenme tranquila—Harry me miró preocupado, y dejó a Bruno sentado en la sillita—No quiero hablar con ustedes—Los chicos se pusieron a mí alrededor. Liam y Harry a mi lado.

—Escúchenos, la enfermera Elena nos acaba de contar lo que pasó, créanos, nosotros no sabíamos nada de lo que estaba haciendo el director Adán, acaba de ser despedido, y sustituido, por uno de los mejores médicos del País.

— ¿Están hablando en serio? —Pregunté con desconfianza, no iba a creerlos tan rápidamente.

—Sí, nosotros no jugamos con esto, no sabíamos nada. Los padres del niño al que se le daría el alta mañana, ya fueron informados, de que no deberán llevarse a su hijo, ya que tiene una operación para esta semana.

—Oh dios mío, muchísimas gracias—Dije alegre.

—Gracias a usted, señorita...Quisiéramos seguir teniendo su apoyo, para crear el área de diversión para los niños, es una gran idea, no quisiéramos dejarla pasar.

—Sí, sí, volveré a firmar todo.

—Perfecto, mañana mismo los abogados tendrán el contrato, hasta mañana.

—Adiós—Me puse a brincar de la felicidad, y abracé al primero que vi. Estaba tan emocionada, que casi no podía respirar. No sé a quién estaba abrazando, pero esa persona, empezó a darme vueltas.

—Me encanta verte tan feliz—Esa era la voz de Harry, así que había sido él a quien había abrazado.

Me dejó en el suelo, y sin darme tiempo a reaccionar, me besó. Se escucharon unos silbidos detrás de nosotros, y me separé rápidamente de él.

—Eh, suelta a mi novia, ricitos—Vimos hacía abajo, y Bruno estaba señalando a Harry, con un tenedor, que tenía una patata frita clavada. Eso nos hizo reír a ambos.

—Ya la suelto, lo siento—Me agaché, y cogí a Bruno en brazos. Lo llevé hasta la mesa y siguió comiendo. Yo fui hacia una esquina, y llamé a mi padre.

—Hola, princesa, ¿pasó algo? —

—Papá, ya no hace falta que hagas nada, los directivos no sabían nada de esto y echaron al director, pondrán a otro, y espero que sea mejor—Escuché a mi padre sonreír.

—Me alegro muchísimo, princesa, yo también espero que el nuevo director sea mejor, y tolerante hacia las familias que no tengan dinero. Por cierto, yo pagaré las cuentas del niño ese que querían echar.

—Gracias papá, pero yo me encargo de eso, le he cogido mucho cariño a ese niño...Se llama como tú.

—Hija, no sabes lo que me enorgullece escuchar que hablas así, quiero conocer a ese niño.

—Cuando vengas por aquí lo conoces.

—En cuanto vuelva de la segunda luna de miel con tu madre, iré.

—Cierto, mi regalo, ¿cuándo os vais? —

—Mañana mismo, estoy arreglando todo para que no tenga ningún imprevisto durante los veinte días, así me iré tranquilo.

—Genial, te dejo para que termines entonces, nos vemos después o mañana.

—Cierto, que hoy sales con Styles.

—Sí, papá—Rodé los ojos, y sonreí.

—Que lo paséis bien, adiós princesa, te quiero.

—Adiós papá, yo también—Colgué, y miré hacia los chicos. Liam estaba distante de ellos, tenía cara de estar pensando, los demás jugaban con los niños. Me acerqué a ellos sonriendo.

—Ya casi no hay nadie en la puerta... —Dijo Zayn—Podríamos salir ya.

—Sí, y hacer algo juntos —Dijo Niall, y asentí.

— ¿Ir al cine? —Sugerí.

—Es una buenísima idea—Dijo Louis sonriendo demasiado.

— ¿Invitaras a tu pequeña Nicole? —Preguntó Zayn.

—Claro, al igual que tu invitaras a Susane.

—Llamaré a Ariana para que venga.

—Oh...Ariana—Niall se sonrojó, y yo me eché a reír. Vi que Liam cogió su móvil y se alejaba, y yo hice lo mismo.

— ¿Si?—Tenía la voz adormilada.

—Levántate y vístete, en media hora te recojo para ir al cine.

—No me apetece....Déjame dormir.

—Va a estar Niall.

— ¿EN MEDIA HORA DIJISTE? Eso es mucho, en cinco minutos estaré, adiós, no tardes—Me colgó, y yo solté una pequeña carcajada.

Me acerqué a ellos de nuevo, Liam aún no estaba.

—Bueno, Ariana ya nos está esperando, y vuestras chicas ¿qué? —

—Susane ya estará en la puerta del cine—Dijo Zayn.

—Y a Nicole la paso a recoger yo ahora—Contestó Louis.

—Genial, ya quiero conocerlas, bueno, yo tengo que ir a buscar a Ariana, nos vemos ya en el cine.

—Yo voy contigo, Davina —Harry se puso a mi lado, y me sonrió. Yo le respondí sonriéndole también.

—Genial, pues vámonos... —Me frené—Bueno, no, que me tengo que despedir de mi novio primero—Los chicos se rieron, y yo fui hacia Bruno—Novio. Me voy, pero mañana vuelvo, ¿sí? Te prometo que vuelvo.

— ¿Me lo prometes? —

—Claro que sí, te lo prometo por Bob esponja—Él dio pequeñas palmas, y sonrió.

—Bien, y yo estaré aquí, te lo prometo por Patricio.

—Genial, mañana te traeré otro regalito, te quiero, pequeñín.

—Yupi, te quiero, novia—Me eché a reír, y los chicos se acercaron a despedirse de los demás niños.

Liam volvió, y ni siquiera me miró. Estuvo hablando un rato con Bruno, y después nos fuimos. Ellos en su coche, y Harry conmigo, quedamos todos en media hora en el cine.

Al salir, los pocos fotógrafos que quedaban, echaron miles de fotos, yo solo pensaba en los miles de rumores que inventarían sobre mi visita al hospital.

Al llegar, Harry se quedó hablando con mis padres mientras yo subía a buscar a Ariana.

—Hey fea, tienes que contarme que pasó ayer con Niall.

—No me acuerdo, pero se lo preguntaré.

—Oh dios mío, no te dejaré beber nunca más.

—Mejor, como haya pasado algo y yo no me acuerde, me suicido—Nos echamos a reír, y bajamos.

Harry saludó a Ariana, hablamos un rato con mis padres, explicándoles que iríamos todos al cine.

Por el camino, todo fueron anécdotas de viajes de los chicos, donde sus fans hacían cosas locas por ellos. Cuando llegamos al cine, salimos del coche riéndonos a carcajada pura, hasta que vi algo que hizo que mi risa se frenara en seco, al igual que mi corazón.