Recuérdame [Liam Payne]

Capítulo 10

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Caminé hasta Liam, con la esperanza de que no nos hubiera mirado, pero su ceño fruncido me gritaba que sí.

—Liam, yo...—

—Tu madre me mandó a buscarte. —Me interrumpió, mientras Harry se acercaba a nosotros—Sacaron la tarta, y quiere que estés presente antes de que sople las velas—Su voz sonaba fría, mientras me miraba de una manera extraña, su mirada no reflejaba esa ternura y paz de siempre.

—Bien...—Dije en un hilo de voz. Lo miré durante unos segundos, antes de empezar a bajar las escaleras, sintiendo pasos detrás de mí.

Salí al jardín, y fui hacía mis padres, viendo a todos rodear la mesa donde se encontraba la tarta. Ella me miró y sonrió, yo le devolví la sonrisa, aunque era un poco falsa, lo que menos me apetecía era sonreír. Entonces, Rob me miró con cara de haberse dado cuenta de mi sonrisa falsa, y yo desvié la mirada hacia otro lado, encontrándome con Liam y Harry a mi lado.

Liam miraba al frente con la cara seria, y Harry me miraba a mí mientras sonreía. Yo los miré un rato, y después volví a mirar a mi madre. Después de todos cantarle el cumpleaños feliz, y ella soplar las velas, me acerqué para abrazarla.

—Muchísimas felicidades, mamá, espero que te guste mi regalo—Le di un sobre que tenía en mi mano, y le sonreí.

—Oh mi vida, no tendrías que haberte molestado.

—Mamá, solo ábrelo, y dime si te gusta.

—Está bien—Lentamente con una sonrisa en la boca, sacó los dos papeles que había dentro, y comenzó a leer—Dios mío, un crucero de veinte días por varios países, eres maravillosa mi vida.

—Princesa, ese regalo es mejor que el mío, eso no se vale.

—Papá, el regalo que tú le diste a mamá hace años no se puede superar.

— ¿Qué regalo? —Preguntó confuso.

—Pues una hija como yo—Los tres soltamos una pequeña carcajada, y nos abrazamos. Cuando nos separamos, miré fijamente a mi padre—Mira que es un viaje para dos eh, ahora que terminaste de escribir el libro, no tienes que hacer nada, así que no hay excusas.

—No dije nada, claro que iré, nunca está demás celebrar una segunda luna de miel—Se besaron, y yo sonreí, pero esa vez de verdad, me encantaba su amor, siempre deseé vivir la misma historia de ellos, pero cuando creí estar viviéndola, mi príncipe estaba casado con la bruja del cuento.

Caminé hacia Ariana, dejando a mis padres con el resto de invitados.

—Hey Ariana, te vi muy entretenida con Niall.

— ¿Lo conoces? —Preguntó mirándome con los ojos muy abiertos.

—Claro, viene muy seguido por casa con sus amigos.

—Oh, pues avísame cada vez que vaya a venir, ese rubio va a ser mío.

—Lo sé, ¿sabes? Cuando conocí a Niall me acordé de ti, en ese momento supe que si lo conocías te encantaría.

—Sí, y más que eso Davina, es tan dulce y perfecto, ¿dónde habrá estado toda mi vida? —

—Al parecer, en Irlanda—Nos echamos a reír, hasta que apareció Rob.

— ¿Podemos hablar? —

—Claro que sí, ven, vamos—Lo agarré del brazo, y tiré de él hacia una esquina del jardín, donde no había tanto ruido.