Recuérdame [Liam Payne]

Capítulo 23

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Davina

Un paso, otro paso, otro, otro, y otro. Y cuanto más me alejaba, más lo echaba de menos, y cuanto más tiempo pasaba, más lo recordaba.

Me había ido lejos para olvidarlo, pero no lo lograba.

Pasó un mes desde que me fui, y creo que todavía lo amaba más. Estuve en muchísimos sitios, pero en todos, había algo que me recordaba a él, y en mi lado masoquista, ponía todas las noches Toy Story y lloraba cada vez que nombraban a "woody".

Tenía ganas de llamarlo, aunque solo fuera para escuchar su voz, esa voz que extrañaba tanto. Como no podía llamarlo, decidí llamar a Bruno, para que no creyera que me había olvidado de él. Lo llamaba todos los días, y siempre terminaba preguntándole por él, por mi Liam, me contó que iba a verlo todos los días, que se veía triste, que ya no era el woody de antes, cada vez que me decía eso, yo le decía que no me contara nada más, aunque Bruno siempre me decía que había algo más, pero yo no quería escuchar nada. Le hice jurar que no le diría a nadie que yo me había puesto en contacto con él.

Un día estaba al borde del abismo, quería llamar a Liam y escuchar su voz, me contuve todo lo que pude y llamé a Bruno, y no sé si fue por buena suerte, o mala suerte, pero escuché la voz de Liam, él estaba ahí, con él, y lo escuché, eso me dio la energía para seguir sin él, desde ese día, soñaba todas las noches con su voz, lo extrañaba tanto.

Pasado un mes, y una semana, decidí irme a Malibú, necesitaba caminar por la playa de noche, y ver las estrellas, así que no dude en ir.

Estaba entrado al hotel donde me iba a hospedar, cuando un chico chocó contra mí y me tiró el bolso, esparciendo todas mis cosas por el suelo.

—Lo siento, señorita—El chico se agachó, y empezó a recoger mis cosas. Se levantó y me miró sorprendido— ¿Davina? Hola—Yo me quedé mirándolo, hasta que me di cuenta quien era—Soy yo, Gerard, nos conocimos en el club de golf.

—Sí, sí, ya sé quién eres, ¿cómo estás? —

—Genial, de vacaciones, como tú, ¿no? —

—Sí, ya necesitaba unas vacaciones—Ambos sonreímos hasta que un botones se puso a mi lado.

—Señorita Lautner, su habitación ya está lista.

—Oh, muchas gracias.

—Bueno Davina, espero verte más seguido mientras estés por aquí.

—Claro, Gerard, hasta luego—Le di dos besos, y me fui hacia el ascensor.

Mierda

Se me había olvidado decirle que no le dijera a nadie que me había visto, pero bueno, no creía que se lo fuera a decir a nadie, así que lo dejé pasar. Nada más llegar a mi habitación, me preparé y bajé a la playa, y en todo lo que caminé por ella, Liam no salió de mi mente.

Se hizo de noche y volví al hotel. Me metí en la ducha, y estuve bastante rato, no tenía prisa por salir, total, nadie me esperaba.

Al salir, me estaba echando crema por todo el cuerpo, cuando tocaron la puerta.

—Servicio de habitaciones—Puse los ojos en blanco, yo no había pedido nada.

—Deme un segundo—Me puse el camisón corto que tenía encima de la cama y caminé hasta la puerta. Había una nota en el suelo, así que me agaché a cogerla mientras abría la puerta.