Capítulo 18

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Acaricié sus mejillas, mientras mi mirada no dejaba de ver la sangre de su oído. Sentía movimientos a mí alrededor, y a alguien intentando separarme de él.

—Por favor, abre los ojos, despiértate...—El director agarró mis hombros.

—Señorita Lautner, levántese, por favor, ya vamos a atenderlo. —Lo pusieron en una camilla, mientras yo me quedaba inmóvil, en el suelo.

—Doctor, por favor...no deje que nada malo le pase...si le pasa algo...—Me quedé callada, y me levanté, siguiendo a las enfermeras que arrastraban la camilla.

—Que alguien llame a sus familiares.

—Yo lo haré...—Dije en un hilo de voz. Al llegar a la sala de urgencias, una de las enfermeras me prohibió el paso—Por favor, no, déjenme pasar...tengo que asegurarme que no le pase nada...—Ella negó con la cabeza, mientras mi cara se llenaba de lágrimas— ¿No entiende que no puedo resistir a que le pase algo malo a Liam? ¡Necesito estar con él! —Ella me empujó hacia atrás, suavemente.

—Señorita Lautner, por favor, cálmese, esto le puede hacer daño, siéntese y espere a que salga el director, él le dirá que le pasa al paciente Payne, no la puedo dejar entrar, es zona restringida.

—No, no, no, yo necesito saberlo ahora... ¿No lo entiende? —Lloré más, y ella me sentó sobre unas sillas que habían al lado de la puerta de la U.C.I. Yo no me podía calmar, ver a Liam sangrar por el oído me había asustado muchísimo, nunca es buena señal.

Rato después de llamar a los chicos, aparecieron todos juntos, preocupados por Liam.

— ¡Davina! —Harry me miró asustado— ¿Qué le pasó a Liam? ¿Dónde está? —

—Harry—Corrí hacia él, y lo abracé con fuerza—Liam estaba sangrando por la oreja...Y estaba inconsciente...No sé nada de él.

—Cálmate, Davina, Liam va a estar bien yo confió en él...Él...Saldrá de esta... —

—Si, Davina, Harry...Harry tiene razón, Liam es fuerte...Saldrá de esta.

—Lo sé, Zayn, pero vosotros no lo visteis como yo...Fue horrible verlo así, y no poder hacer nada por él.

—Ya, ya cálmate—Harry me abrazó más fuerte, y nos sentamos en las sillas. Me apretó contra él y me besó en la frente.

Estuvimos horas esperando, hasta que por fin, salió el doctor. Nada más lo vimos salir por la puerta, corrimos hacia él.

—Doctor, por favor, díganos como está Liam, dígame que está bien, que no le pasó nada.

—El paciente está en terapia intensiva, no les voy a mentir chicos, él está grave—En ese momento las piernas me empezaron a temblar. Apreté la mano de Harry y cerré fuertemente los ojos, queriéndome trasladar a otro mundo—En las próximas 72 horas estará en riesgo, la biga que iba en medio de los escombros le dio en la cabeza, si pasa estos días bien, saldrá de esta, pero si no... —El doctor agachó la cabeza, y a mí me salieron miles de lágrimas.
Lloré contra el pecho de Harry, él también tenía los ojos aguados y cuando me separé tenía toda la cara mojada, al igual que los otros chicos. Yo volví a abrazar a Harry fuertemente, no podía soportar la idea de que le pasara algo a Liam, a él no, sin él no podría seguir.

— ¿Podemos verlo? —

—Claro... —Me separé de Harry y él me cogió de la mano. Fuimos detrás del doctor, antes de entrar, Harry se limpió las lágrimas. Entramos por la puerta y lo vimos, ahí estaba, tumbado en aquella cama con una venda en la cabeza y cables enchufados a él por todas partes. Me derrumbó verlo así, caminé lentamente hacia él, los chicos nada más lo vieron echaron a correr hacia él y lo abrazaron con cuidado. Yo miraba todo el rato hacia sus ojos, con la esperanza de que los abriera, pero no lo hizo.

Nos quedamos todo el día esperando a que lo hiciera, pero no nos dijeron nada de que se despertara, o hubiera algún cambio, seguía igual, así que nos dijeron que nos fuéramos a casa, y que si había algún cambio, nos llamarían.

—Yo...Voy a avisarle a Holly, ella está en un desfile y seguro que a Liam le gustará verla aquí cuando despierte... —Apreté los puños con fuerza, las palabras de Harry me estaban taladrando el corazón. Después de un rato más con él, me fui a casa, y entre lágrimas, se lo conté a Rob.

Pasaron las 72 horas y no había cambios, Liam no se movía, los chicos se iban a descansar y después volvían, tenían que seguir con las entrevistas aun que no tenían ganas. Harry estaba medio raro conmigo, y no entendía el motivo, aunque tampoco le había preguntado. Tenía que aprovechar para estar con Liam, en cualquier momento aparecería Holly y yo me tendría que ir. Por suerte estaba en otra ciudad y tardaría unos días en llegar.

Me removí en mi asiento, un pitido me estaba molestando. Abrí lentamente los ojos y al darme cuenta donde estaba me levanté de prisa, me había quedado dormida en el sillón de la habitación donde estaba Liam hospitalizado.

Miré hacia él, y me fije que los pitidos salían de la máquina que estaba a su lado. Me acerqué a él, y le cogí la mano.

— ¿Liam?...Liam...Despierta... —Verlo así me destrozaba por dentro, pero ver que no abría los ojos me estaba matando lentamente, pensar que no se despertaría me encogía el corazón. Sin darme cuenta, miles de lágrimas brotaron de mis ojos—Vamos, necesito ver esa sonrisa que me ilumina el día, y esos ojos que me miran con ternura...Despierta—Besé su mano, y acto seguido le besé en la frente. Le acaricié la cara mientras recorría con mi mirada toda su cara, no aguantaba más que no abriera los ojos—Despierta, woody.

Sentí una presión en mi mano. Entonces, me di cuenta que había sido Liam, que me la había apretado. Solté una risita entre lágrimas, y Liam empezó a removerse soltando gemidos de dolor.

— ¿Do...Don-dónde estoy? —Abrió los ojos lentamente, y sonreí.

—Estas en el hospital.

— ¿Que-que me pasó? —

—Te cayó una biga en la cabeza...Liam... ¿Te duele algo? —

—Me duele la cabeza...Pero...Tú... ¿Tú quién eres? —

Recuérdame [Liam Payne]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora