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Nos encontrábamos desayunando en el restaurante del hotel, por una parte me encontraba feliz, era la primera vez después de 15 años que comía con mi padre.

— Después de tanto tiempo me siento feliz. — Comentó mientra llevaba un trozo de carne a su boca. — Es la primera vez que me haces sentir orgulloso, ____.

— Gracias... creo.— Lo ultimo lo dije a lo bajo, él se veía feliz pero yo me encontraba mal. 

— ___, cambia esa cara o arruinaras mi desayuno. — Volvió con su cara y tono serio.

— Disculpeme, no es mi intención, padre.

— Bien, hoy tienes cita con una diseñadora, ella necesita tu talla para tu vestido.

— Padre, es injusto. ¿Por qué me haces esto? — Lo había pensado pero parece ser que lo pense en voz alta y lo digo por la cara de enojo de mi padre, diablos, estoy en problema. 

— No tengo opción, es para ser más poderoso, me ha costado mucho trabajo para llegar hasta aquí. — Comentó con enojo pero sin importancia.

— Soy tu hija, no un objeto, si mi madre estuviera viva... — Fui interrumpida por el, ahora si estaba enojado.

— Tiene 15 años que falleció, dejala descansar en paz. Sabes que, me has amargado mi desayuno. — Sin nada mas que decir se retiró.

La semana paso, me encontraba en una habitación donde personas desconocidas me maquillaban y peinaban, se supone que este debería ser el día más feliz de mi vida... pero no es así. Hoy conoceré al hombre con el que voy a contraer matrimonio dentro de 35 minutos. Me sentía rara, quería llorar pero no puedo y no debo, ya me encontraba sola en la habitación, esperando, escuche la puerta abrirse, no quise voltear. 

— Así que tu eres la mujer. — Una voz grave hablo, por una extraña razón sentí escalofrío, tenía miedo en voltearlo a ver. — Espero y no me arruines mi vida mas de lo que ya está, te espero en el altar. — Escuche sus pasos y segundos después la puerta cerrar. 

Llegó la hora, en el camino al altar veía personas que no tenia ni una minima idea de que existían, mis mejillas dolían, el camino hacia el altar se me hacía eterno.

— Te entrego la mano de mi hija, mi dulce princesa. — Mentiroso, pensé.

— Queridos hermanos, reunidos en la casa de nuestro padre del cielo, vamos a participar del matrimonio de Kim Taehyung y ____ _____ que han decidido unirse para siempre delante de Dios.—  Así que su nombre es Taehyung.  

La ceremonia tardó alrededor de 45 minutos, menos de lo que había pensado, nos encontrábamos en el salón con los 2500 invitados que no tengo ni una de quienes son. No tardamos ni 30 minutos en la "pequeña" fiesta.

— _____ —  Me llamó mi padre la cual con obediencia me acerque.—  Tus maletas ya están en el carro, en estos momentos te iras con tu esposo.

— ¿Ahora? 

—  Si, es una orden, Taehyung ya te esta esperando afuera.— Sin despedirme de él y de nadie me fui.

Taehyung llevaba 1 hora conduciendo, nadie decía nada, el ambiente era más frío que Alaska, por unos segundo lo voltee a ver, realmente es guapo, su rostro podemos decir que es perfecto.

—  Una foto dura más. —  Hablo sin quitar la vista de la carretera. 

—  ¿A dónde iremos? — Preguntó con un poco de miedo y curiosidad. Estaba nerviosa, no tenía ni la menor idea hacia donde íbamos.

ContigoღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora