Contigoღ

25♥

— Tenemos la ubicación de Kim Taehyung. 

— Perfecto, es momento de atacar. — Hablo con malicia la mujer.

— No es buena opción, debes de esperar. — Hablo Jungkook.— La mejor manera de atacar es asesinar a su madre.

— ¿Cómo lo haremos? si esa maldita está escondida. —Recordarle eso le causa dolor de cabeza, la busco por mar y tierra y no la puede encontrar.

— ¿Y el padre de _____? — Él sabía que el punto débil de taehyung no es su madre, para el ya esta muerta, sabe que su punto débil es _____ — Sabes que a Taehyung le hiciste la vida imposible tiempo atrás.

— Mao! —Gritó la mujer, de inmediato vino el chico.— Necesito que vayan a USA —Saca una foto— Necesito que traigan a este hombre. —Le entregó la foto, el chico lo tomó y se fue.

Tal vez y si sea el momento de hablar con mi padre, desde la mañana he tenido un mal presentimiento, necesito escuchar su voz para asegurarme que esta bien. 

— ¿Qué tienes? 

— Le marcó a mi papá y no contestas... —estaba preocupada, no quiero que mis presentimiento sean verdaderos.— Taehyung... él no contesta. 

— Tranquila... — ¿Por qué? Porque cuando me abraza tiene ese poder de tranquilizarme.— Déjame intentarlo... —tomó el teléfono en sus manos y marco... cruce mis dedos para que le contestara— Lo que tengas que decirle... hazlo ahora, toma. —me entregó el teléfono, al parecer entró la llamada.— 

Mi corazón latia demasiado, tenía miedo de que me colgara o me dijera algo horrendo. 

— ¿____? ¿Eres tú? —preguntó del otro lado de la línea.

— Si, padre, soy yo.

— ¿Para qué me hablas? — Serio, como siempre. 

— Sólo escúchame. — Tenía un nudo en la garganta, me costaba decirle esto. —  Papá, sé que por el momento no me quieres escuchar, sé que te avergüenzas de mí, sé que ahora tu decepción es más grande que tu amor, es más... siempre lo ha sido. Sólo quiero que me escuches por un momento, quiero pedirte perdón, sé que te fallé en muchas cosas, pero estoy arrepentida, estoy arrepentida de haber querido ser la hija perfecta. Sólo te pido, papá, que me des tu perdón, por tu amor... no suplicare, creo que fueron 15 años de súplica por tu amor, solamente no quiero ver en tus ojos esa desilusión que siempre has tenido en mí. Padre perdón por no ser la hija perfecta que siempre quisiste, lo siento, deveras, le pido a Dios que te proteja, te amo, papá. — Dejé que mi corazón se desahogara, lo necesitaba. Por un minuto no escuche nada de la otra línea, estaba apunto de colgar.

— El que debe de pedir perdón... soy yo, hija. — ¿Escuche bien? no puede ser, mis palabras le ablandaron el corazón. — Hija, eres lo más hermoso que me ha dejado tu madre, la ame como no tienes idea. —Guardó silencio por un minuto.— sé que fuí duro y cruel contigo, pero es que me recuerdas tanto a ella, tienes la misma belleza de tu madre, aún me duele su pérdida, la de ella y la de tu hermanito. Muchas veces he ido al cementerio a llevarle flores y cartas a tu madre, pensando que ella lo lee. — Era la primera vez que lo escuchaba llorar. 

— Padre... — solté un suspiro melancólico.— ¿me puedes leer una de las cartas?

— Claro que si, hija. — Solo escuche como buscaba algo en algún cajón, decirle que haga esto... es bueno, para él y para mí.— Cuando escucho un nuevo grupo o visito un nuevo país o escucho una nueva broma en la oficina, quiero que estés allí para experimentarlo, quiero volver a escucharte reír. Y para ver a nuestra hermosa hija, yo siempre quiero que estés para que veas a tu hija, ya somos abuelos, ¿sabías?. Ya no importa el que yo esté destrozado porque te fuiste. Puedo soportarlo. Sólo quiero que al menos lo puedas sentir y que puedas experimentar más la vida y ver cómo cambian las cosas. Te merecías eso. Y no lo tuviste. Nuestra _____, yo se que has visto que no fuí un buen padre, creeme, lo intente, me duele ver a mi hija lejos de mí... me gustaría abrazar a mis nietos, me gustaría que tu estuvieras aquí... tal vez y todo fuera diferente, mi dulce reina. Recuerdas que... ¿nuestro noviazgo no fue largo? recuerdo la primera vez que te propuse matrimonio, tu me rechazaste porque no teníamos ni 3 meses de noviazgo... pero no me rendí, ¿recuerdas que insistí mucho para que fueras mi esposa?  aún recuerdo que nos casamos a la semana de haberte propuesto matrimonio, te extraño, mi reina... — Mis lágrimas no tardaron en aparecer cuando escuche la primera palabra de esa carta. — Hija, no quiero seguir viendo a mis nietos en foto...

— Padre, podrás verlo... pero primero necesito salir de un problema.

— ¿Qué problema?

— La madrastra de Taehyung... me intento matar, al parecer esa señora estaba enamorada de él y por lo que se, ella mató a su madre.

— Por Dios... por mi culpa estás pasando por todo esto, perdóname, hija. — Fue sincero.— estas en peligro... tu y mis nietos. 

— Los bebés están seguros, Taehyung es mi esposo, padre... y prometí en el altar estar en las buenas y en las malas con él. 

— Eres igual que tu madre... estoy orgulloso. — Al fin, pude escuchar esas palabras que siempre desee. — Cualquier cosa, hija, ten la confianza de decirme, no permitiré que nadie les haga daño, sobre mi cadáver. 

— Padre, te pido que te escondas, esa mujer es peligrosa y es capaz de hacerte algo, por favor, escóndete, no quiero que te pase nada.

— Lo haré, hija, me preparare para cualquier cosa. — Jamás pensé que mi padre fuera así, me agrada. — Hija, tengo una junta, luego hablamos. — Solo asentí para después colgar, Taehyung estaba parado en la puerta, observando con esa mirada que me mata, me encanta este hombre.

— ¿Estás lista? — No entendí su pregunta. — Localizamos a Jungkook, los chicos lo siguieron y encontraron su madriguera. A parte de todo eso, había mandado a un asesino a USA, pero los chicos lo encontraron en el aeropuerto de Francia, aparentemente el avión de ese imbécil hizo una escala en Francia.

— ¿Enserio? ¿Qué hicieron con él? — Dios, esto son buenas noticias, aparentemente. 

— ¿El tipo? Está muerto, le sacaron la verdad y lo mataron, esto así es, _____.

— Yo lo se, no soy estúpida. — A veces este hombre me ofendía con algunas palabras. Sus manos se posaron en mi cintura, me hizo mirarlo a los ojos. 

— Estamos a punto de acabar con la pesadilla... ¿Estás lista?