Capitulo# 20

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ATRAPAME SI PUEDES
Capítulo #20
EL SUFRIMIENTO DE SERENA LA DULCE VENGANZA DE DARIEN

Narra Darien

Pasamos varias horas acurrucados de medio lado dormidos profundamente, cuando el claro de la mañana atravesó un poco la perciana, Desperté; ella aún dormía, no me cansaba de verla y de acariciar su dorada cabellera, con la mano sobre la que ella estaba recostada; con mi otra mano recorría cada espacio de su cuerpo desnudo, acaricié su abdomen y adentré mis dedos a su vagina, empecé a estimular su clitoris, lo que la hizo jadear, acto seguido me pegué mucho más a ella para que sintiera mi gran ereccion, su cara busco la mía, para besarme y una de sus piernas subió a mi cadera, dándole más libertad a mi mano; respondí con un beso apasionado, mientras hundía uno de mis dedos en su ya húmeda cavidad, su cuerpo empezó a vibrar ante el movimiento de mis dedos, la enderecé en la cama y me coloqué encima de ella, penetré su sexo suavemente, la besé y uní mi pecho al suyo mientras me movía suave y delicadamente, la escuchaba jadear de placer y eso me encendía cada vez más, sentía como ella se adueñaba de mí ser con cada envestida, cada que mi sexo profanaba él suyo sentía que le pertenecía y no quería que fuera de otra manera; no cambié la posición estaba cómodo y ella también, así que seguí entrando y saliendo hasta que ambos llegamos al climax; nos levantamos para darnos un baño, había que trabajar, empecé a lavar su espalda y me di cuenta que ella se había convertido en una adicción no podía estar tan cerca, de ella desnuda y no querer hacerla mía, así que en el baño lo hicimos nuevamente; sentí el impulso de no ir a trabajar, quería quedarme con ella todo el día y hacerle el amor, pero hoy no era un buen día para hacerlo, así que, me vestí, la vi colocarse el vestido azul nuevamente, la orillé hasta el borde de la cama en donde me deshice de su panty:

—Serena: Darien, No olvides que hay que ir a la agencia, hoy no podemos faltar, así que ya no hay tiempo para esto.
—Darien: Lo sé, pero quiero pedirte un favor, especial, puedes colocarte esto? ( pregunté mostrando el panty vibrador que le había colocado la noche anterior)
—Serena: Estas loco Darien?
—Darien: Dime que sí, prometo que después haré, lo que me pidas.
—Serena: lo que te pida? Lo quiero por escrito(me dijo a carcajadas)... esta bien, pero ponmelo tú.

Se lo puse con gusto y me guardé el control en el bolsillo del saco, la llevé hasta la mansión para que se colocará ropa más adecuada para ir a la agencia; pasé a la cocina a preparar un sandwich, mientras Serena se cambiaba, ya pasaban las nueve de la mañana aún no probabamos ni un café, cuando estuvieron listos los sandwiches la rubia bajó en jeans y tenis, Carajo, hasta con sólo verla enloquecia por ella, le dí uno de los sandwich con un poco de jugo de naranja para que comiera, yo hice lo mismo con el otro, cuando se sentó a la mesa metí la mano a mi bolsillo y accione el control del vibrador, la vi saltar y sonreí, me miró con sorpresa después de decir mi nombre:

—Darien: lo siento, solo quería saber que lo traías puesto.

comimos rápidamente y salimos a la agencia en donde había una reunión con los representantes del senador Kenji Tsukino a las diez de la mañana, a la que apenas llegamos.

Atravesé la puerta de la agencia con Serena de la mano, no tenía intenciones de ocultar nada, por el contrario quería que todos supieran que estaba conmigo para que así ninguno de los que trabajaban con nosotros pudiera atreverse a cortejarla, llegué hasta mi oficina y Mimet me confirmó que me esperaban en la sala de juntas; le pedí a Serena que se adelantará, yo tenía que recoger el contrato en la oficina; minutos después entré a la sala en donde aguardaba todo mi equipo de trabajo y los representantes de el senador, dos hombres, uno de ellos Haruka Tenou, me acerqué a él y lo saludé por educación, al igual que su compañero, lo cierto es que lo único que me provocaba hacerle a este hombre, era golpearlo la cara, tomé asiento en la punta de la mesa para iniciar la reunión , busqué con la mirada a Serena que estaba a un costado de la gran mesa con Lita y Mina, metí mi mano al bolsillo del saco y encendí el vibrador que llevaba puesto, la vi dar un pequeño brico y sonreír; acto seguido debatimos las ideas de los creativos para seleccionar el plan de trabajo, la reunión se extendió por horas, exactamente hasta la una de la tarde, tres horas que debieron ser un martirio para la rubia, por que en el trascurso de ellas fui aumentando la intensidad del vibrador, en este momento ya estaba en el máximo nivel(10),cuando todo quedó acordado; uno a uno se fueron retirando de la sala de juntas, en ella solo quedaron los representantes del Senador, las pasantes por orden mía y yo.

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