ATRAPAME SI PUEDES

Capitulo # 48

ATRAPAME SI PUEDES
Capitulo # 48
MI FAMILIA

Narra Darien

Observé a la rubia por unos minutos en silencio, se notaba que quería decirme algo, pero al parecer no podía, no quería apresurarla, pero su silencio y actitud me estaba impacientando

—Darien: Habla de una buena vez mujer, que ya empiezas a asustarme, que es lo que pasa, que tienes que decirme?
—Serena: ¿recuerdas que esta mañana te dije, que tenía que decirte algo que iba a cambiar muchas cosas para ti y para mí?.
—Darien: Claro que lo recuerdo, es la razón de mi insomnio y preocupación, por eso te pido que hables, lo que sea que debas decirme, dilo de una vez, yo lo aceptaré Serena, si ya no vas a darme una oportunidad, si ya debo aceptar que te perdí e incluso si estas saliendo con alguien más lo entenderé, creeme no hay nada que opaque la felicidad que siento de saber que estas viva, lo demás solo será algo más.
—Serena: Esto no se trata de nosotros o nuestra relación, o bueno quizás un poco, no lo sé.

Me puse en pie y la tomé por lo hombros para que dejará de mirar el piso, me mirara a los ojos y poder decirle en el tono más amoroso que pude

—Darien: Está bien Serena, no temas decirme nada, la verdad creo que después de haber pasado por el dolor de creerte muerta, ya no hay nada que me afecte más

Los hermosos ojos azules de la rubia se humedecieron y una lágrima resbaló por su mejilla, la cual retiré con mis dedos, ella volvió a tragar saliva y preguntó

—Serena: ¿Me amas Darien? ¿Podrías decir que no has amado a nadie como a mí? O sinceramente sólo soy un capricho ó un trofeo que conseguiste con tus trucos?

Sus preguntas me dolieron profundamente, pero era comprensible para mí que las hiciera, de hecho lo esperaba, decidí tomar su mano caer de rodillas frente a ella para responder

—Darien: Nunca había sentido un amor tan grande como el que siento por ti, ninguna mujer había logrado hacerme sentir tan vivo en tan poco tiempo... sé que no me crees Serena y no te culpo por eso, no merezco más de ti que dudas por todo lo que hice; a la final me convertí en el estereotipo de hombre al que odias; pero quiero que sepas que  el día que me dijeron que habías muerto, ese día, quise morir de inmediato y creo que si no hubiera estado encerrado en esa celda, le habría puesto fin a mi vida; el único dolor comparado con el que sentí ese día al saber que jamás volvería a verte, fue el que sentí al  perder a mis padres cuando tenía 6 años en aquel accidente; así que aunque no me creas, yo seguiré respondiendo lo mismo Serena... Te amo  y te amaré siempre, como a nadie en el mundo.

La escuché suspirar,  se inclinó un poco para verme a los ojos y luego decir

—Serena: Eres un mentiroso, por que yo sé que hay dos seres en el mundo que amarás mucho más que a mí.

La miré extrañado, intentaba comprender sus palabras pero me era realmente imposible, ella se puso en pie nuevamente y acercó su vientre a mi rostro y siguió

—Serena: Coloca tu oído en mi abdomen (seguí sus instrucciones, sin entender nada) escucha el corazón de tus hijos Darien Chiba... de nuestros hijos.

Separé mi cabeza de su abdomen rápidamente para buscar su rostro por el que resbalaban más lágrimas sin cesar, también éstas brotaron de mis ojos y con un profundo temor de haber entendido mal, pregunté

—Darien: Que dices Serena?
—Serena: Estoy embarazada y eso no es todo son dos, gemelos, lo que implica que serás papá X2 Chiba.

Abracé su cadera y rompí en llanto pues muchas cosas pasaron por mi mente,  habían sentimientos encontrados dentro de mi, no sabía que decir, estaba tan feliz por que ella estaba viva y ahora además me daría hijos, pero venía a mi cabeza pensamientos que me generaban profunda tristeza como el hecho de saber que quizás no me daría una oportunidad lo que implicaba que esos niños crecerían lejos de mi ó por lo menos no tan cerca como yo quisiera, como siempre anhele al convertirme en padre; Serena flexionó las piernas para mirarme nuevamente a la altura de los ojos, pensé en decir tanto pero las palabras no salían de mi boca, sentía que nada de lo que dijera cambiaría lo que yo había hecho, me aterraba mucho más ahora el perderla, por que no sólo sería ella, ya no éramos solo los dos; hice los miedos a un lado y  me animé a hablar para dar mi último alegato de defensa

—Darien: Serena yo siempre quise tener una familia, hijos, una mujer Como tú a mi lado, sé que lo arruiné todo contigo, que es mi culpa que estemos separados, que ahora ya no me quieres; pero yo no quiero estar lejos de ti, ni de de ellos, (dije acariciando su vientre) Serena por favor...

Mis palabras cesaron a causa de que su pequeña mano se atravesara en mi boca, la chica sonrió y en una actitud calmada y bondadosa dijo

— Serena: Si Chiba, te perdono, creo que hace mucho que lo hice, si no por que otra razón habría vuelto por ti ¿no crees?

Serena apartó su mano de mi boca e inmediatamente me besó, sentí como su aliento llenaba mi alma y aumentaba mi felicidad, ahora tendría mi propia familia, ésta era para mí la mayor bendición, la mayor alegría, lo que toda mi vida había deseado, lo que hubiera querido en un tiempo con Michiru y que ahora entiendo que la indicada era Serena Tsukino.

Cuando sus labios soltaron los míos, la alegría me colmaba, me puse en pié, la cargué y como un loco empecé a llamar a mis tíos para contarles la buena nueva, estos entraron apresurados y algo asustados, pues temieron que algo malo hubiese ocurrido

—Kunzite:Que pasa hijo? Suelta a Serena, la vas a dejar caer(la bajé lentamente y salí a abrazar a mi tío)
—Darien: Felicitame, pues voy a ser papá , Serena está embarazada y adivina Seiya... son dos (dije orgulloso)
—Seiya: Valla primo, si que le atinaste doblemente, ahora si te atraparon Serena jajajaj

Respondió Seiya en el tono burlón que lo caracaterizaba, pero con una alegría muy aparente, se notaba que compartía mi felicidad; todos se volcaron a felicitarnos, mi madre(Setsuna) estaba tan feliz como yo, mi padre y Seiya, yo no cabía en mi cuerpo, aún no podía creer lo afortunado que era.

Unos minutos después entre abrazos y sonrisas Seiya apareció con una botella de vino y copas para celebrar, todos tomamos escepto Serena y Sammy que se negó, pues debía conducir de regreso a casa, pasada la celebración los hermanos Tsukino se disponían a irse, pero yo estaba empeñado en evitarlo, no quería que la rubia se fuera, no quería apartarme de ella ni un segundo más, ya era mucho el tiempo que habíamos estado lejos el uno del otro, así que al acompañarlos al auto la tomé de la mano y apartandome un poco de todos los demás, con la esperanza de lograr que se quedara insistí

—Darien: Por favor quedate conmigo Serena, no quiero que te vallas, si quieres nos vamos ahora a la mansión para que estés más cómoda
—Serena: Debo irme y tú no puedes moverte de esta casa hasta que hacienda levante los cargos, que si todo sale bien se hará mañana; además no quiero incomodar a tus padres o a Seiya, mañana después de aclarar todo en  hacienda y que puedas moverte libremente iremos a la mansión y celebraremos éste gran acontecimiento está bien? Oye ya te lo dije cierto?

De nuevo sus palabras me sacaron de contexto

—Darien: Que cosa me dijiste?
—Serena: Que te amo

Sonreí y respondí

—Darien: Ahora sí...

Me dio un corto beso y se fue al auto de Sammy;  no quería dejarla ir, pero después de ese te amo, no podía refutarle nada, así que se lo permití pues comprendí que ella tenía razón, hoy había mucho que asimilar, muchas emociones y sensaciones que compartir y procesar con la almohada , para mañana tomar decisiones en base a las nuevas noticias, yo diría que las decisiones más importantes que tendríamos que tomar.

Cuando los hermanos Tsukino se marcharon, subí a la habitación que fuera mía mientras vivía con mis tíos y que ahora había sido dispuesta para mí nuevamente, me recosté con una sonrisa de oreja a oreja; estaba feliz y no podía, ni quería disimular, creo además que no era posible, estaba tan feliz que sentía que no me cavia en el pecho y es que no solo recuperé a mi Serena, también gané una familia.