Capitulo # 29

232 28 2
                                    

ATRAPAME SI PUEDES
Capítulo # 29
UN PAR DE CÍNICOS

Narra Serena

Una vez acabó el desayuno,  seguí a mi papá hasta el estudio en compañía de Haruka, Por un segundo olvidé que mi compañero en esa mañana era Darien, creo que hoy me he convertido quizás en la peor novia que existe con respecto a eso, sé que definitivamente le debo una disculpa y en su momento se la pediré, pero en este momento sólo puedo pensar en mi padre y su salud, me aterra pensar que pueda complicarse con este cáncer que padece y morir, me aterra pensar que no pueda hacer nada para ayudarlo y mi sentimiento de culpa con respecto a todos los corajes que lo hice pasar con mis decisiones contrarias a las de él, me tienen mucho peor.

Una vez atravesé la puerta del estudio hice caso omiso del Consejo de Haruka de no decirle a mi padre que estaba al tanto de su supuesta enfermedad y digo supuesta porque hasta el momento no le creía a Haruka del todo y tampoco entendía porque si mi padre estaba tan enfermo no le había comunicado nada ninguno de la familia así que antes de que sus posaderas tocaran la Silla frente al escritorio pregunté:

—Serena: Es verdad que estás enfermo? no tiene caso que lo niegues, ya Haruka  me lo dijo todo, pero quiero escucharlo de tu boca, Es cierto que tienes cáncer papá?, Dime que no es verdad por favor dime qué es una broma de mal gusto, dímelo.

Le dije aquello con con lágrimas en mis ojos mientras él me miraba fijamente, no lo negaba pero tampoco lo aceptaba no sabía qué pensar, la angustia era interminable y su silencio me volvía loca; quería gritarle habla de una vez, abre esos labios y dime qué es lo que pasa, creo que en el fondo quería que todo fuera una mentira de mi ex, yo sabía lo manipulador que podía ser Haruka, aunque no creí que llegara a tanto; pero no lo hice, después de todo el era mi padre y no podía olvidar el hecho de que le debía respeto, eso tenía que estar por encima de mi angustia, además tenía que comprender el hecho que sí estaba enfermo talvez era cierto que no quería que nadien lo supiera, que a su tiempo él debía decirme las cosas, pero su tiempo, su paciencia me Estaba volviendo loca.

Minutos después al fin pronunció palabra y mi temor se hizo realidad lo vi asentir con la cabeza, esto me decía que si estaba enfermo y al ser Cáncer  si era posible que fuera grave; las piernas me temblaron, mi mundo se volvió a caer, por Dios que podia hacer para ayudar a mi padre, quise colapsar, romper en llanto pero recordé  las  fuertes palabras con las que me educó ;  "Hay que ser fuerte, engañar a la desgracia, parecer que tenemos todo bajo control y así al fin tenerlo" desde que tengo memoria mi padre jamás mostró debilidad alguna frente a  ninguno de mis hermanos ni de mi madre, ni siquiera ante un rival político; ante todo el mundo era un hombre duro, que no se mostraba vencido ni opacado por nada ni por nadien, odiaba inspirar lástima, por lo que el hecho de que no quisiera que nadie lo supiera no me parecía tan extraño después de todo.

Yo solo lo miraba con la garganta quebrantada y  la voz un tanto escondida, sin duda tenía un nudo en la garganta que lo provocaba, pero tome fuerzas, me aclare la voz y le dije:

—Serena: No te preocupes Papá, aquí estoy para apoyarte, tampoco voy a decirle nada de esto  a mi madre ni a  mis hermanos, tu lo harás cuando consideres que sea el momento; por ahora hay que centrarse en buscar a los mejores médicos, padre no vas a morir, no vas a morir.

Lo repetía y decía tan alto Como podía, quizás lo que quería era convencerme a mí misma de que podía ayudarlo, de que podía cambiar el fastuoso destino al que tenía que enfrentarse  mi padre, no quería que terminara así, no quería que él partiera de este mundo, sin antes poder demostrarle que podía estar orgulloso de la mujer que soy y no que se quedara con la idea de que fui la que decidió ser algo muy diferente de lo que el quería, solo por llevarle la contraria; quería la oportunidad de demostrarle que no se había equivocado cuando dejó de oponerse en mi sueño,  que supiera que podía estar orgulloso de mí por ser una periodista y no una abogada como él quería; que viera que podía llegar a ser una periodista respetable, merecedora de mucho por su trabajo y no por que dormía con Darien Chiba, como ahora se que lo creía, que  mi éxito era por mi trabajo, que era mi mérito lo que había logrado que estuviera hasta donde estoy ahora y no las influencias de una cama o de un apellido o de una posición política o social.

ATRAPAME SI PUEDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora