Capitulo# 27

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ATRAPAME SI PUEDES
Capítulo# 27
LA SATISFACCIÓN DE HARUKA

Narra Haruka

Me quede en ese restaurante sólo, ante las miradas de los demás comenzales por la precipitada salida de Serena; pedí un bisteck con una buena ensalada lo que disfrute demasiado, y que era muy notorio en mi, pues no podía dejar de sonreír, me sentí pleno ante su reacción, ciertamente no esperé que tomará esa actitud, pues había mostrado en los últimos años ser una mujer fuerte y aguerrida, pensé que empezaría a planear conmigo los viajes a las clínicas oncologicas o cosas por el estilo, pues esa era la reacción normal en ella, buscar soluciones y no bloquearse por nada, esa era su actitud desde que estudió derecho y ejerció la abogacía por un tiempo, sin duda esa actitud la había llevado también a tomar la decisión de estudiar periodismo, lo que al final siempre había querido ser; sin embargo, me doy cuenta con gusto que el amor que le tiene a su padre y todos los enfrentamientos que tuvo con él en los últimos años hacia que los remordimientos la invadieran, y que quizás esa personalidad complaciente y dominada que prevaleció en ella durante su niñez, podía volver a resurgir más fácilmente de lo que esperaba; sabía muy bien que Serena era astuta pero también sabía que el pasado era muy fácil de manipular, motivo por el cual ella siempre había sido la hija favorita del senador, Serena hasta hace unos años había querido complacer a su padre en todo y sin dudar hacia cuanto el le pedía, todo por darle gusto, la actitud que tomó esta noche me hacía pensar que realmente esta situación sería demasiado perfecta para mí, ahora solo tenía que cuidar que no se diera cuenta de la mentira que Kenji y yo habíamos ideado, así que recordé que en aras de que todo fuera perfecto, debía parecer real, Serena lo requeriría, pues una vez la rubia se reponiera de la impresión pediría exámenes y todo lo demás, ella era un excelente abogada y por consecuente siempre buscaría pruebas; así que saqué mi teléfono y llamé entonces a una vieja amiga Oncologa, la mejor del país, la prestigiosa Reí Hino; nos conocimos por que en una ocacion la ayudé en un caso de negligencia médica y gracias a mi hice que se librará de ir a la cárcel, después de eso dormimos por un tiempo, humm, se me hace agua la boca al recordar, sonreí ante sus palabras cuando al fin contesto:

-Rei: Valla, Haruka Tenou, me tenias olvidada; me he preguntado mucho que había hecho para alejarte.
-Haruka: Eso no, jamás, tu eres inolvidable cariño, no haz hecho nada malo que pueda alejarme de ti, es solo que he estado muy ocupado, eso es todo; pero no te llamo para eso, ó... Bueno quizás si, pero primero necesito un favor tuyo(le dije en tono bastante sensual)
-Rei: Claro, sabes que cuentas conmigo, dime que necesitas?
-Haruka: Voy a tu casa, no puedo hablar estas cosas por teléfono.
-Rei:Tan grabe es?
-Haruka: No, pero de repente me han dado muchas ganas de verte.
-Rei: Bueno, ya conoces el camino.

La escuché reír picaramente y colgué la llamada, pedí la cuenta y una vez pagué, salí para su departamento; cuando llegue, la encontré metida en un ligero rojo bastante pequeño, de encaje, atravesada en la puerta de entrada, le di un beso apasionado haciéndola retroceder, cerré la puerta y la seguí besando, la conduje hasta la mesa de la cocina, mientras me despojaba del saco y la corbata, le dí la vuelta bruscamente y rompí la pequeña tanga roja que llevaba puesta, me saqué el pantalón y sin ningún preámbulo la penetre embistiendola agresivamente una y otra vez, mientras la cojia del pelo; así le gustaba el sexo a Rei, brusco, le gustaba ser tratada como una puta y eso me volvía loco, esta mujer me encantaba y sin duda podía llegar a ser la tentación de cualquier hombre, era hermosa, exitosa, muy inteligente y muy fogosa, he pensado muchas veces que seria la mujer perfecta para mí, claro, eso si no me hubiera fijado en la mente que quien sería mi esposa era Serena Tsukino.

Cojimos por una par de horas, sin descanzo alguno, la mujer me volvía loco, cuando al fin terminamos, recostados sobre la cama le hablé del favor que necesitaba:

-Haruka: Rei, Necesito crear un paciente, con un cáncer agresivo, pero que tenga tratamiento, que tenga la posibilidad de curarse, pero no muy rápido.
-Rei: Y eso?... , necesitas acaso librar a alguien de alguna responsabilidad legal? Por un tiempo.
-Haruka: Necesito que mi ex novia, crea que  su padre esta muy enfermo, al borde de una muerte inminente si no es tratado de inmediato, la quiero vulnerable, deseo que este bajo mi control; no te preocupes, su padre está de acuerdo, el y ella vendrán contigo en algún momento y para entonces deberás tener todo listo, historia clínica y todo, te recomiendo que te tomes el tiempo de hacerla muy bien, Serena no es tonta y puede notar el mínimo error.
-Rei: Bien, eso no será difícil para mí, pero quieres decirme por qué la odias de esa forma? Digo, hay que odiar mucho a alguien para causarle semejante dolor, si tomas a su padre, es por que seguramente esta niña lo quiere mucho.
-Haruka: No la odio Rei, la quiero de vuelta, por eso la quiero vulnerable, quiero estar para ella en este supuesto momento difícil, quiero hacerla sentir que aún la amo, esta es la única forma posible de que vuelva a sentir amor o quizás agradecimiento por mi, ella tiene que ser mi esposa entiendes.
—Rei: Bien, te ayudaré, pero no entiendo por qué es tan importante volver con esa mujer y no me digas que es amor, no podrías sostener esa mentira frente a mi.
—Haruka: Yo quiero a Serena Reí, yo fui su primer hombre y seré el último, ella será mi esposa por que tanto su padre como yo así lo decidimos y punto, no necesitas saber mas.

Apreté su cuello con una de mis manos fuertemente mientras devoraba su boca, sentía como su cuerpo se retorcía de placer, ella me daba poder sobre ella y esto me encantaba como extrañaba esta sensación, Reí sabía cómo hacerme sentir poderoso, así que ejercí ese poder sobre ella con fuerza durante toda la noche; a eso de la 5 am, me puse en pie, me vestí, le di un beso, le recordé el favor y me fui a mi casa, una vez allí, me di un baño, llame a Kenji para comentarle lo que había pasado, le advertí que Serena lo buscaría y que el debía apegarse a la historia a lo que contestó:

—Kenji: No olvides que antes que Senador soy uno de los mejores abogados del país, seguir una historia no es difícil para mí, además Serena es mi hija y lo único que quiero es que este lejos de ese mundo de peligro que representa el periodismo, yo quiero que ella sea feliz, que se case con un hombre que pueda asegurarle estabilidad y control sobre esa vida tranquila que quiero para ella, por eso confío en ti para eso, se que podrás controlarla y quitarle esas ideas una vez que se casen y tengan familia; asegúrate que ella no pueda darse cuenta que esto es mentira.
—Haruka: Crees que soy estúpido Kenji, Si Serena se entera me va a odiar para siempre y no quiero eso, voy saliendo para tu casa, no hablemos esto por teléfono.
—Kenji: Me parece bien, ven a desayunar, te espero.

Salí para la casa de me Kenji, me senté a la mesa a desayunar con la familia, note que Ami me miraba algo molesta, eso me pareció extraño, pues aunque no era santo de su devoción, estaba seguro de no haber hecho nada para molestarla, me propuse entonces ignorarla para evitar enfrentamientos ; en medio del delicioso desayuno y de una buena conversación a cargo de la señora Ikuko quien al ver aparecer en la sala del comedor a Serena y a Darien Chiba de la mano, se levanto afanosamente a abrazar a la su hija quien tenía un semblante caído y los ojos algo hinchados:

—Ikuko: Estas bien hija, estuviste llorando?
—Serena:No madre, hice reacción alergica a una comida anoche y aun estoy algo inflamada.

La señora Ikuko, saludo a Darien y los invito a la mesa a desayunar, Serena miraba incesantemente a su padre, era como si buscará rastros o indicios de la enfermedad, lo que Kenji muy inteligentemente notó por lo que por un instante finjio estar un poco mareado, esto hizo que todos en la mesa se preocuparan, Serena mucho más, pero el Senador cambió el tema rápidamente, cosa que iba de acuerdo con su supuesto deseo de no decirle a nadien de su enfermedad, sonreí levemente ante mi satisfacción, aunque realmente intenté que no se notará, creo que alguien allí lo notó, pues al levantar un poco la mirada, me cruce con la mirada profunda y cuestionante de Darien Chiba.

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