rommates • dolan twins • CANCELADA

26. Una mala idea

Belle
Parte 3/3

—De seguro no tiene importancia, Ethan. Hablaremos por la mañana.- intento zafarme entrando a la caja mecánica recién llegada.

—No. Es jodidamente importante.- dice empujandome levemente adentro del ascensor. Las puertas se cierran y él toca un botón parando el funcionamiento del ascensor. Lo mire de pies a cabeza, traía un sweatpant negro y un hoodie de la mercancía de ellos. Su cabello estaba alborotado (de seguro por el viento de la azotea) y la barba un poco crecida. Se veía más adulto.

—Bien.- suspiro recostandome por la pared.

—Quiero saber la razón por la cual estuviste encerrada todo el día hoy. Y tú malhumor por la mañana.- habla. Lo único que se podía escuchar aquí eran nuestras voces y respiraciones, y tal vez el golpeteo de mi ritmo cardíaco. Por alguna razón estaba nerviosa.

—Sólo fue un mal día, ¿si?- miento.

—¿Crees que no te conozco, Belle? Doblas tus dedos cuando mientes.- indica mis dedos de mis manos que efectivamente estaban cruzados. Los desenlazo rápidamente y evito su mirada.—¿Qué pasa?

Siento que los sentimientos cruzados y enredados tienen una pelea dentro de mí. Al único que no podía mentir era a él, no sabía porque y me enojaba. Una frustración me hace tener un absurdo vómito verbal donde lo confieso todo.

—¡Estaba celosa! ¿¡Contento!?

Un silencio llena el lugar, seguido, una risa irónica que no era mía.

—¿¡Cómo demonios estás celosa de mí si estás con mi hermano gemelo!?- exclama él también enfadado.

—¡No lo sé! ¡No controlo mis sentimientos, claramente!

—¡Y al fin te haz dado cuenta!

—¡Al parecer tú tampoco lo haces!

—¡No! ¡Porque sigo jodidamente enamorado de ti!

Ahora la que calla soy yo.

—Esto ha sido una mala idea.- hablo bajando mi bowl en el piso y tomándome la cabeza entre las manos. —Enciende de nuevo el ascensor, Ethan.- ordeno.

—No.

—¡Jodida mierda hazlo!- exclamo caminando rápidamente hacia él, donde los botones se encontraban detrás de su espalda. Intento alcanzarlos pero él es más rápido y toma mis brazos para moverme con ellos hasta que mi espalda choca contra una pared.

Nuestras respiraciones agitadas se mezclaban. La tensión se podía sentir en todo el ambiente, aunque no estaba segura de que clase de tensión se trataba. Los ojos mieles de Ethan chocaban furiosamente con los míos. Miel contra azul. Mis brazos seguían acorralados y nuestros pechos que estaban tocándose subían y bajaban agitadamente.

¿¡BELLE PERO QUE DEMONIOS ESTAMOS HACIENDO!?

Su rostro estaba a tan solo dos centímetros del mío, podía hasta sentir todo su calor corporal, y mierda que estaba caliente. Trago saliva cuando se empieza a alejar, pero para de un momento a otro.

—No me arrepentiré de hacer esto.- dice y quiero preguntarle de que se trata. La respuesta llega de inmediato cuando sus labios chocan ferozmente contra los míos.

Me siento en un jodido cielo mientras me besa. Pareciese la noticia que tanto anhelabas recibir. Algo que estuviste esperando impaciente por mucho tiempo. Un jadeo se escapa de mis labios cuando siento sus brazos recorriendo todo mi cuerpo. Eran como corrientes eléctricas recorriendo por mi cuerpo.

Después de unos segundos, su lengua pide acceso a mi boca, lo cual acepto sin dificultad. Mis manos recorren sus trabajados brazos hasta subir a la parte baja de su cuello, donde juego con el cabello de su nuca.

Los segundos parecían pasar absurdamente lento, pues estaba sintiendo todas las cosas con mayor intensidad. Desde sus manos bajando desde mi cintura, hasta caer en mis nalgas, donde daba fuertes apretones. Pronto, hace un movimiento que causa que mis piernas terminen enredadas en su cadera. Al hacer ese salto, sentí mis piernas desfallecer, pues mi parte baja rozo con la suya. Aquella acción nos causó un ronco gemido.

—¿Nunca lo haz hecho en un ascensor?- pregunta moviendo su rostro hacia mi cuello y dejando besos, causandome escalofríos. Se sentía malditamente bien.

—¿Tú si?- pregunto notando mi voz agitada. Sus manos no se mueven de mis nalgas, y yo aprovecho para hacer de nuevo la acción que nos soltó a ambos un gemido. El sonido se repite y suelto una sonrisa orgullosa.

—Bienvenida a tu primera vez en un ascensor.- habla jodidamente ronco conectando de nuevo nuestros labios en un beso mojado. Y siento de nuevo desfallecer mis piernas.

[...]

UHHH CAPITULAZO