Capítulo 35

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A veces la reina terminaba soñando mientras miraba a su ventana, donde los primeros copos del invierno aparecían. Mañana sería el baile de bienvenida al invierno y tenía que estar descansada y fresca.

Cuando había quedado dormida ella creyó abrir nuevamente los ojos en un escenario diferente.

Estaba en medio del bosque frente a ese lago congelado donde años atrás estuvo a punto de caer.

Dio unos pasos con sus pies descalzos, miró alrededor los pinos escarchados y con nieve en las ramas.

Pisó el hielo del lago sintiendo inseguridad, pero sin importarle siguió avanzando para quedar en medio del lago.

Le trajo inseguridades estar ahí, decidió darse vuelta para volver, pero se detuvo cuando miró otra presencia al otro lado del lago.

Estaba firme, vistiendo con prendas azuladas oscuras igual al de la noche con escarcha sobre los dobleces de las prendas, en los extremidades y hombros.

Mostraba un brillo azulado que emanaba tenuemente de su ser.

Miró sus azulados ojos y su cabello blanco con vida.

La reina le sonrió a la mitad sin que él gesticulara mucho, miraba atento a su reina con una expresión de anhelo.

-Jack...

Elsa abrió los ojos a mitad de la noche, de regreso a su habitación a donde la oscuridad de la noche aun estaba a su alrededor.

Miró a la ventana y le extrañó verla abierta.

Se puso en pie con delicadeza para caminar frente a ella. Inspeccionó el exterior y la Luna la recibió en todo su esplendor.

Suspiró mirándola con atención, pero su visión se desvió cuando un copo de nieve cruzó volando frente a ella.

El copo cobró la figura de un dragón demasiado pequeño, aquella figura era igual a la de Ann.

El pequeño dragón cruzó frente a ella para estrellarse contra su nariz y provocarle una sonrisa cuando liberó destellos. Después borró su sonrisa.

-¿Jackson?

Se dio vuelta para buscarlo en la habitación, se asomó a los costados del exterior de su castillo y hasta que levantó la mirada ahí lo vio.

De la oscuridad de la noche comenzó a tomar figura del cuerpo, comenzó a hacerse visible a los ojos de la reina vistiendo igual que en su sueño.

Llevaba puesta su capucha y una bufanda marrón gruesa. Se apartó la capucha para mirarle a los ojos con una expresión de cariño y del mismo anhelo.

Se veía más fortalecido, más vivo.

La oscuridad que sus ojos expresaron con frialdad alguna vez ya no existía ahora.

Y el aura tenue azulado estaba en todo su ser, con sus mechones blancos moviéndose con armonía con el viento.

-Eres....Tú - Elsa sonrió cuando Jack caminó por el viento hasta llegar frente a ella del otro lado de la ventana - No..... es sólo un sueño.

El peliblanco estiró su brazo para acariciar con suavidad la mejilla de ella, Elsa entendió entonces.

-¿Esto lo sientes como un sueño? -Hablo su ronca y viva voz.

-No...-Negó con lágrimas - Eres tú, de verdad lo eres.

El peliblanco cruzó la ventana para quedar frente a ella directamente, Elsa se abrió sus brazos para envolverlo en ellos mientras que él le correspondía el abrazo.

The Snow Queen. 2do libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora