Los acuerdos eran los siguientes:
1-Reunirse a las doce del día a la entrada del reino de Arendelle, frente al muro del hielo.
2- Negociar las vidas de ambos príncipes, William y Hans.
3-Si había alguna aparición por intentar rescatarlo sería asesinado de inmediato.
Esas fueron las instrucciones que dejaron en claro cuando capturaron al príncipe, pues en ese momento fue sólo a él para dejar libre a los otros hombres y que estos dieran el mensaje.
-Esperemos que a tu hermano le importe tu vida – Le amenazó la reina antes de encerrarlo.
Ahora mismo había ido a su biblioteca, andaba hojeando algunos libros entre la oscuridad de la madrugada con algunas pocas velas prendidas.
No había dormido nada aquella noche creando a las criaturas y encerrando al príncipe.
Ann estaba pasando de un hombro a otro de la platinada, ésta lo tomó en su mano para dejarlo sobre el gran escritorio que había frente a la chimenea.
El dragón aleteó con agilidad para volar de un lado a otro por la biblioteca, entonces comenzó a silbar con su pequeño rugido.
La ojiazul buscó con la mirada a lo que le estaba molestando a Ann, entonces lo vio en las sombras.
-Me sorprende la facilidad que has adquirido para entrar a mi castillo.
Los azulados ojos de Jack emanaron de la oscuridad junto a él y su cayado de caireles brillando con un paso delante de la chimenea.
Jack miró al dragón sobre el estante de los libros y de nuevo a su reina.
-¿En serio? ¿Un dragón?
-Necesito mantener ocupado al dragoncito de tu amigucho.
La mirada del peliblanco era sombría, tanto que a Elsa le daba inseguridad.
-Vengo por el príncipe Will, y no te estoy pidiendo permiso, me lo voy a llevar ahora – Habló con firmeza y con voz ronca.
-No lo harás -Dijo dando un paso hacia a él sin intimidarse ninguno de los dos - ¿No lo ves? Estoy a un paso de conseguir justicia, todo esto habrá terminado.
-Diste inicio a una guerra que no era necesaria.
-Claro que lo era, además jamás pedí una guerra – La mujer miró a Jack con anhelo – Por favor, únete a mis guardias, a mí y verás que al final de todo esto estaremos los dos juntos, reinando como quisimos.
Jack suspiró llevando una mano a la mejilla de Elsa, y ésta dio otro paso para quedar pegando su pecho al suyo.
-Seríamos reyes de Arendelle – Continuó Elsa – Lideraríamos juntos la justicia de nuestro reino, nos respetarían aun más de lo que hacen.
-Sabes que no viviremos juntos la eternidad que vivo- Murmura Jack acercando su rostro al de ella.
-Sería capaz de buscar la inmortalidad para vivir contigo.
-Reinaríamos por siempre.
-Por siempre -Repitió Elsa con ilusión, estando ambos rozando sus narices.
Jack colocó su mano con el cayado detrás de Elsa para acercarla más.
-Eres una reina poderosa – Jack comenzó a rozar sus labios con los de Elsa – Y siempre lo serás, en mi corazón y en los de tu reino.
Elsa cerró sus ojos para pegar sus labios a los de Jack, pero un terrible ardor atravesó su espalda.
Abrió sus ojos con dolor para ver los ojos fríos y sin emoción de Jack.
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The Snow Queen. 2do libro.
Fiksi Penggemar*Continuación de The Guardian Queen* Venganza y Justicia. Dos términos muy diferentes que se pueden llegar a confundir, no de manera racional sino desde el sentimental, tal cómo a la reina de Arendelle le sucedió. Reinos se verán encontrados para p...