Aquel hombre trataba da cubrirse de la lluvia debido a que incluso estaban callendo unos cuantos rayos lo cual era bastante peligroso, pero sería difícil ya que el pueblo más cercano estaba a 1 hora caminando.
A lo lejos pudo divisar una luz y supuso que tal vez era una parada, pero al acercarse notó que era más bien una casa, sin dudar tocó un parde veces para ver si alguien podía dejar que este se acogiera hay.
Escucho unos suaves pasos y luego la puerta se abrió dejando ver a un chica de cabellos castaño oscuro, esta lo miró con sorpresa y luego con un tanto de molestia confundiendo al espadachín-te dije que no volvieras a pasar por aquí-esta se adentró en la casa-ire a buscarte unas toallas-este luego de unos segundos entro.
Se quedó parado en la entrada esperando a aquella chica mientras exprimia su cabello para que dejara de gotear tanto, pasaron unos pocos minutos y la chica volvió con las toallas entregandoselas al espadachín.
-entra-este se quitó sus sandalias para poder adentrarse en aquella casa la cual era bastante pequeña pero no le molestaba-te puedes sentar en la mesa ¿comiste algo?-este nego con la cabeza mientras se sentaba en uno de los cojines que había al lado de la mesa, la chica fue a la cocina mientras que el azabache se quedaba viendo la estructura de la casa.
La chica le entrego unos cuantos platos llenos de comida, pidieron gracias y luego ambos empezaron a comer, Yoriichi se fijaba bastante en la casa cosa que llamó la atención de la chica.
-¿pasa algo?-.
-esta casa ¿la construiste tú verdad?-pregunto y noto como esta frunció el ceño.
-lamento que no sea tan grande como tu mansión-dijo con bastante sarcasmo y enfado.
-¿mansión?-.
-ya deja tu juego, Michikatsu. Ya se que estas casado y que tienes hijos, por eso te pedí que no volvieras. Si alguien sabe lo que hiciste básicamente me perjudicaría a mi-.
-¿por que?-la chica estampo su plato contra la mesa haciendo que uno de los platos se callera, este la miro bastante calmado lo cual hizo que su enojo aumentara haciendo que lo tomara del cuello de su ropa.
-¡no te pases de listo conmigo! ¿crees que es fácil para mi saber que yo prácticamente soy tu amante? Solo eres un bastardo-esta lo soltó y empezó a recoger parte de la comida que se había caído-quiero que te vayas mañana a primera hora si deja de llover-se dirigió a la cocina con los platos y rápidamente los limpió, para luego dirigirse a su habitación seguida por la mirada de Yoriichi.
[...]
-¿qué se supone que haces?-pregunto la chica al ver como este había dormido en la entrada de la casa recargado en la pared, este abrió lentamente los ojos fijándose en la chica.
-dijiste que me fuera a primera hora, pero todavía está lloviendo. Así que esperaré a que deje de llover-respondio mientras se estiraba dejando que se escucharan sus huesos, no era fácil dormir en esa posición por mucho tiempo. La chica se acercó y se colocó de cuclillas frente a él tomando un mechón de cabello, ahora que lo notaba ¿cuando el tenia puntas borgoña?, comenzó a tocar el rostro de este al cual no le molestaba para nada notando ciertas diferencias, su piel era más suave y ahora que se fijaba bien era más delgado. Además aquella marca en su frente era bastante rara.
-¿quién eres?-.
-Yoriichi Tsugikuni, el hermano menor de Michikatsu-este se levantó del suelo para estirarse mejor-es muy probable que no me creas, por tu expresión es bastante notorio que estas enfadada con mi hermano-.
-disculpa-dijo de la nada la chica mientras se levantaba-tal vez me equivoque, o tal vez sea uno de tus engaños. Pero te puedes quedar-el chico solo le hizo una reverencia a lo cual la chica solo dejó escapar una risita.
-debemos empezar desde cero, su te parece bien-
[...]
Y de esa forma pasó el tiempo con Yoriichi, este era muy pero muy amable y humilde. Incluso la ayudo para hacer más grande aquella casa para que ambos vivieran hay, el la respetaba, nunca le había puesto una mano encima o mirarla en lugares que no debía. De vez en cuando la acompañaba al pueblo para buscar algunos ingredientes y ayudarla a preparar unas cuantas cosas, pero aún así el seguía haciendo misiones pero siempre volvía y está no dudaba en tratar algunas pocas heridas que tenia.
Nunca durmieron juntos a algo parecido, el respetaba su espacio personal, ella lo describía como un Ángel o algo parecido. Y hay que admitir que lo era siempre calmado y muy servicial, incluso se había tomado la molestia en ir con ella a cualquier lugar tomándola de la mano para que se sintiera cómoda cosa que agradecía la chica. Y como toda historia de amor.
Ambos se enamoraron.
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Dedicado a PinkuRen
Espero que te haya gustado uwur.
Pedidos abiertos
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kimetsu no yaiba (one-shot) (lectora)
FanfictionAdvierto que si no están al día con el manga es mejor que no lo lean para que no se lleven Spoilers