kimetsu no yaiba (one-shot) (lectora)

Gyomei Himejima

-¿por que estas llorando? ¿otra vez se marchito una flor?-preguntaste mirando a tu novio mientras limpiabas sus lágrimas.

-siempre me dicen que eres muy hermosa, y lamento no poder verte-por alguna razón eso te pareció muy gracioso a lo cual no pudiste evitar reírte-¿dije algo gracioso?-pregunto.

-me gusta que seas así, aunque no puedas verme... se que te enamoraste de mí por como soy, no por como me veo-colocaste tu mano en su mejilla y luego te pusiste de puntitas para poder darle un beso en los labios el cual este correspondió, se quedaron un buen rato así haciendo que el beso poco a poco se volviera más apasionado hasta que te separaste-entra, debes estar cansado. La cena estará lista dentro de poco, puedes darte un baño mientras tanto-este subió los escalones para poder adentrarse en aquella casa y viste como nuevamente se puso a llorar.

-no merezco una novia tan buena como tú-este acarició tu mejilla con una de sus enormes y rasposas manos, colocaste la tuya arriba de la de él para luego besar su palma.

-eres tan tierno-al decir eso notaste como se sonrojó lo cual te dejó aún más enamorada de él. Y como le habías ordenado primero se fue a dar un baño para relajarse en lo que tu terminabas de preparar la cena, coloco los platos en la mesa y luego de eso Gyomei entro a la sala con un Yukata. Ambos pidieron gracias por la comida y empezaron a comer, le preguntaste sobre cómo había pasado sus misiones y el te respondió que bastante triste por qué no te pudo dedicar el tiempo que te mereces.

¿Como no se enamoraría de sus palabras?.

-Gyomei-lo llamaste a lo que escuchaste un "Hmm" como respuesta ya que este tenia la boca llena-ya que tu no lo haz dicho... Quiero hablar contigo sobre algo-notaste como se puso un tanto tenso he incluso dejo de masticar la comida.

-¿quieres terminar conmigo?-lo dijo con un tono triste dejando caer unas cuantas lágrimas, no pudiste evitar sentirte mal por como se veía.

-n-no es eso, es que...-no sabias como decírselo bien ya que se suponía que era él quién debía decírtelo, pero aún así no te importaba hacer las cosas diferente. Te levantaste y te acercaste a el quitándole el plato y tomando sus grandes manos-¿te quieres casar conmigo?-preguntaste totalmente sonrojada mientras este mantenía una expresión seria, antes de poder decir algo este te abrazó con un tanto de fuerza mientras sentías como tu Kimono se mojaba.

-no puedo creer que mi dulce (t/n) me pida matrimonio-empezaste a acariciar su cabello para tranquilizarlo-lamento no habértelo dicho antes, perdóname (t/n)-.

-ya, ya-dijiste mientras le repartidas varios besos, en la mejilla, frente, barbilla y labios para tranquilizarlo.

-eres un ángel-dijo apretándote un poco más y hay sentiste como te sacaba casi los órganos.

-Gy-Gyomei, no pu-puedo respirar-este rápidamente te soltó asustado mientras tu tratabas de recobrar el aliento-¿entonces aceptas?-preguntaste a lo que el dejo salir una sonrisa.

-Sí-.

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pobre rayita, es demasiado plátano para ella.

espero que les haya gustado.

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