kimetsu no yaiba (one-shot) (lectora)

Kyojuro Rengoku

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-¡¡madre, madre!!-gritaba aquella niña mientras sacudía el cuerpo de su madre para que esta despertara.

-ya deja de llorar, te vez patética-dijo tu padre mirándote con seriedad mientras se acercaba a ti-tan molesto-pateo la cabeza de tu madre asiendo que esta se desprendiera de su cuerpo-cada vez que abres esa boca es la misma estupidez ¿no te basta con seguir viva?-pregunto mientras tu te quedaste en shock mirando la cabeza de tu madre-¿que importa que tu madre fuera masacrada? al menos, yo me sentiría afortunado de seguir con vida-.

-¿que estas diciendo?-preguntaste sin salir de tu transe.

-considera ser asesinada por mi como un desastre natural. En serio. Realmente no es algo tan complicado. Lluvias, huracanes, erupciones, terremotos. Nadie podría tomar venganza de un desastre natural, no importa a cuantos haya matado. Los humanos simplemente no reviven-.

-por lo menos ellos son mejores que tu-eso provoco que aquel demonio se enojara-eres una criatura que nunca debió existir, solo eres un parasito-este te tomo por el cuello levantándote y apretando esa zona impidiendo que respiraras.

-desperdicias la sangre de demonio que corre por tus venas-dijo clavando ahora sus uñas en tu cuello-no podrás derrotarme ¡eres débil!-te arrojo fuera de aquella casa haciendo que tu espalda se golpeara contra un árbol-¿sabes por que?-te costaba respirar y tu vista se veía completamente borrosa, pero aun así podías escuchar como este se acercaba a ti-por que careces de odio-.

-por que soy... Humana-tu voz apenas era audible pero aun así el lo escucho claramente-sangro cuando me caigo-

"ya paso, pronto estarás mejor. Eso es para crecer fuerte"

-me golpeo y me quiebro, pero soy como madre-.

"no importa que los demás no te acepten, yo amo a mi pequeña niña"

-soy humana-aquel hombre se coloco de cuclillas y tomo tu cabeza levantándote-yo a ti... No te odio-eso lo dejo confundido-por que el odio es un sentimiento y yo por ti no siento nada-tras decir eso volvió a lanzarte pero esta vez dentro de la casa donde te volviste a golpear quedándote inconsciente.

[...]

Lentamente fuiste abriendo los ojos topándote con un techo, era diferente al de tu casa y rápidamente recordaste lo que paso. Comenzaste a tratar de concentrarte en el olor hasta que pudiste percibir un débil olor al de tu madre, rápidamente te quitaste las sabanas y saliste de aquella casa-¡oye, espera!-no te importo que aquella voz de llamara y que el dolor que sentías te impidiera correr.

Querías estar con tu madre por lo menos unos minutos, desear que aquello hubiera sido simplemente una pesadilla-"ella sufrió mucho mas"-pensaste para tratar de olvidar aquel dolor, ella debió sufrir eso dolor siempre, por meses incluso años. Eso no se comparaba.

Caíste de rodillas al ver una tumba frente a ti, era ella, no tenia nombre ni nada pero sabias que era ella por el olor. Tus lagrimas empezaron a bajar por tus mejillas y un sentimiento de impotencia se apodero de ti, sentías como tu corazón latía bastante lento provocándote un gran dolor y te costaba respirar.

-te amo a ti. amo tus imperfecciones, cada sonrisa y temores-canto con una voz quebrada y bastante baja-mi final y mi comienzo, aun gano si estoy perdiendo-se quedo así unas cuantas horas hasta que finalmente dejo de llorar. Miro con tristeza la tumba y se marcho, las personas del pueblo la veían raro por que sus vendas estaban llenas de sangre y además parecía que no tenia alma.

-¡te encontré!-un chico bastante raro estaba parado a unos cuantos metros de ella con una sonrisa que le provoco miedo-no deberías caminar en ese estado-este tomo su mano pero rápidamente esta le dio un manotazo, cosa que hizo que su sonrisa se viera un tanto incomoda-¡puedes estar tranquila! ¡pero tendré que secuestrarte!-antes de que la chica dijese algo esta la coloco en su hombro como si se tratara de un saco de arroz.