LEGIÓN SANGUIS- LA BÚSQUEDA DE LOS ELEGIDOS

UN REENCUENTRO NADA CONMOVEDOR

Estamos todos durmiendo alrededor de la fogata. Pero eran las 4 de la madrugada aproximadamente cuando se me fue el sueño.

Me levanté sin hacer ruido. Para pasar la noche haciendo algo, me puse a darle vueltas al edificio, y no sólo al edificio, sino a todo lo que me estaba pasando. 

Toda una amalgama de emociones comenzó a brotar en mi interior. Pasaron unos breves momentos para sentirme miserable. Sentí que la culpa era como un afilado aguijón, porque cada vez que no decía la verdad se me producía un sabor amargo en la boca y sentía como si algo se me estuviera clavando en el estómago. Sabía que mi destino era morir peleando contra los Sanguis, pero hasta ese punto nunca consideré qué sería de mí si los Sanguis capturaban mi alma al hacerme la Tercera Estrella. 

Quién será el que me quitaría la vida? Joe? Lia? Uno de los otros elegidos... o Sarah?

Mientras mi mente estaba ocupada en esas cosas, me puse a caminar por un bosque que quedaba atrás de la construcción. La tenue luz de la luna alumbraba el sendero que estaba pensando recorrer, las siluetas de los árboles eran visibles, parecía que nada podía afectar esa reflexión cuando...

Unos arbustos empezaron a moverse. No se me ocurrió llevar mi arma en caso de emergencia, no lo creí necesario. Retrocedí unos pasos, pero luego pensé: 

Ya  basta. Si es mi deber enfrentarme a los Sanguis yo sólo lo haré. No dejaré que mis miedos se me introduzcan en la mente otra vez. 

Mientras tenía ese pensamiento absurdo de hacerme el héroe, las hojas de los arbustos se apartaron. Esperando que ocurriera algo escalofriante, un pequeño animal saltó y me miró fijamente. Era tan sólo un estúpido conejo de pelo gris.

 Pero luego se me vino a la mente algo que no quería recordar. A ese animal le brillaban los ojos un color rojo brillante. Volví a escuchar esa risita y esa voz chillona que tanto me atemorizaba hace 24 años. Esa risa venía del conejo. 

RR: Saludos!! Oh querido Philip, ha pasado tanto tiempo!!

P: Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos, Rablin Rabbit. Creí que nunca nos volveríamos a ver, ya después de tanto tiempo. Han pasado muchas noches pudiendo descansar tranquilo sin escuchar tu ridícula  y maldita voz atormentándome.

RR: Querido, no recuerdas ya nada de lo que pasó. Pobrecito, deberías acompañarme. ÉL te está esperando. No lo hagas esperar. 

Sabía perfectamente quién era "ÉL". Lo que no sabía era por qué apareció precisamente en mi caminata nocturna, esperando que saliera el nuevo día para salir a esperar la reunión de los elegidos y crear un plan de cómo íbamos a derrotar a los Sanguis.

P: Sólo dime qué quieres. Si viniste a inculcarme miedo, conozco perfectamente lo que es el miedo. Lo supe comprender, desde los 5 años de edad.

Un trueno se escuchó en la lejanía. El viento empezó a soplar con más fuerza y "RR" soltó una risita aterradora.

RR: Ven, ven conmigo Philip. Le va a encantar que hayas venido a verlo otra vez.   

No cabía duda que tenía razón. Decidí seguir a RR, cruzando un sendero que me adentraba más y más a lo profundo del bosque. Recuerdos de cómo ÉL me torturó física y mentalmente cuando era niño se me hicieron visibles otra vez. Entre los árboles se escuchaba ese susurro que le helaba la sangre hasta al más valiente .

Yowie Wowie... Yowie Wowie... let me in..... let me in...

Sabía que esa era la señal exacta que "El Demonio" estaba en esa zona. Esperaba que ese repugnante ser apareciera y pudiera hacerle la pregunta que tenía.

RR: Ya llegamos!!! Vamos, Yowie Wowie. No seas tímido. Trae a nuestros otros amigos, que Philip quiere jugar con ellos.

No sabía que hacer. Pensé en salir corriendo, y tratar de hacer desaparecer a Rablin Rabbit de mi mente, o simplemente matarlo. Pero recordé que cuando ÉL o uno de sus servidores te atrapa, ya es muy tarde para cumplir esas opciones de escape. 

P: Gracias, Rablin Rabbit. Pero este asunto es entre Yowie Wowie y yo.

No pasaron más de 5 segundos, cuando el cielo se tornó de color rojo escarlata, las nubes se volvieron grises, y fue ahí cuando... ÉL apareció otra vez.

La tierra se empezó a abrir, y de un hoyo que se formó en el suelo, salió el Demonio. Caminaba con las manos y pies en el suelo, como un tigre al acecho, sosteniendo su lámpara con forma de cabeza humana entre sus torcidos y afilados dientes. Volví a ver su saco negro de cuero, sus pantalones a rayas rojas y negras, sus manos con guantes de pinchos de hierro, su cabello largo de color rubio trenzado, y su rostro blanco con esos ojos amarillos y rojos con ojeras marrones a sus alrededores.

Se levantó, dejando ver su cuerpo largo y corpulento. Se quitó la lámpara de la boca, la dejó en el suelo y soltó una carcajada tenebrosa q se escuchó por toda la zona.

YW: JA, JAJAJAJA!!!!!!!!!!!!!!! Percibo el aroma a tu miedo, Philip Clinton. Ha pasado tanto tiempo... para ser más precisos, 24 años creo...

RR desapareció entre los arbustos. No me acobardé y le respondí.

P:  No te quedó bien claro que mi hermano te dijo que nunca más te acercaras a mí?

YW: ERES TAN IGNORANTE, PHILIP. YA SABES Q:  EL DEMONIO NUNCA OLVIDA?? PERO JACK YA NO ESTÁ PARA DEFENDER  A SU HERMANITO. Y SABES POR QUÉ??

P: Oh sí, lo recuerdo como si fuera ayer, lo llevo en mi mente cada día. Sólo dime por qué me querías volver a ver!!!

El espectro respira pesadamente, como una bestia despertando.

YW: Quiero que sepas que estoy muy acongojado por no poder pasar tanto tiempo juntos. Ya sé que no confías en mí, y tal vez nunca lo harás. Pero conozco tu conflicto con los Sanguis, y no sé si lo sepas, pero soy un viejo enemigo de esos asquerosos demonios, y conozco sus debilidades. Por un pequeño costo, podré ayudarte a vencerlos.

Tuve que aguantar la risa. Porque eso es algo que no se oye todos los días.

P: Me tomas por idiota, Yowie? Tú mismo lo dijiste: nunca voy a confiar en tí, jamás en la vida. Creo que me hiciste perder el tiempo. Ahora, si no te importa, lárgate y no vuelvas, ya que me importa un carajo tu ayuda , o que seas enemigo de los Sanguis. Captas?

Esa respuesta no pareció gustarle. Se puso las manos en la cabeza y me dio la espalda. Pero cuando menos me lo creí, desapareció.

Y cuando me di la vuelta, El  Demonio metió su garra en mi garganta, y riéndose frenéticamente, dijo antes de desaparecer.

YW: Mejor piénsalo dos veces. La vida de tus amigos peligra.