MUSTAFA ALÍ

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Hola a todos. O como se diría en mi idioma: narhabaan bialjamie. Y creo que ya adivinaron. Sí, soy árabe. Me llamo Mustafa Alí, tengo 19 años y vivo en Tánger, Marruecos. Y necesito escapar de aquí.

Tenía una vida tranquila aquí, en mi pueblo. Recoger los huevos y los dátiles, ordeñar los camellos y las vacas, vender los alimentos en el bazar, eran mi pan de cada día, aparte de cuidar a mi madre Milayi y a mi hermanita Dorai. Cuando mi padre murió, me encargué de cuidar mi hogar y a mi familia. Pero todo eso cambió cuando ese día llegó.

Flashback hace 3 meses atrás:

Estoy en el bazar, vendiendo las ganancias de nuestro terreno entre los mercaderes. Normalmente esta zona es visitada por algunos turistas, y en el camino podías encontrarte con uno q otro europeo o americano regateando los puestos de mercado.

El sol empezaba a ocultarse, y la noche empezaba a caer. Estoy sentado en unas gradas de una vivienda de barro, cobrando las ganancias del día.

M: 100 dinares, 120, 125...

Estaba en esa tarea, cuando una joven, más o menos de mi edad, vestida con una túnica negra y un velo blanco cubriéndole parte del rostro, distrajo mi ocupación. Iba cruzando la calle arenosa, cuando se detuvo frente a mí.

J: Hola chico. Qué haces??

Simplemente le respondí.

M: Contando las ganancias de mi trabajo. Me dedico a vender los frutos q produce nuestra vivienda.

J: Okey.... Qué haces a estas horas en la calle?? Hay muchos bribones por aquí, q no dudarían en robarte esos dinares. Cómo te llamas??

M: Mustafa. Mustafa Alí. Y usted, señorita??

Se quita el velo del rostro. Su belleza me dejó medio atontado. Era de piel morena, ojos soñadores de color verde, como las q salen en las películas y los libros de fantasía.

L: Lucía.

M: Lucía. Qué bonito nombre. Mi abuela se llamaba así.

L: Y qué curioso. Precisamente, mi abuelo se llamaba Mustafa.

Nos reímos unos segundos. Veo q ya es de noche, y q en el bazar solo estábamos Lucía y yo.

M: Ay no!! Mi mamá va a matarme!! Perdóname, pero me tengo que ir.

Pero cuando me levanto de donde estoy sentado, ella me toma de la mano. Su piel es suave como la seda.

L: Vamos, Mustafa. Por qué no me acompañas?? Vivo a unas cuantas casas, con mis padres. A ellos les encanta que traiga invitados. Mañana por la mañana vas donde tu mamá y le explicas q se te hizo tarde y dormiste en casa de una nueva amiga y con su familia.

M: Pues... No lo sé. A mí madre no se le gusta q esté con desconocidos.

Pero miro la situación. Veo a Lucía, y veo q es una mujer distinta, no interesada, como diría mi madre. Y como no tenía nada que perder, accedí y me fui con ella.

Caminamos unas cuantas calles, hasta llegar a una vivienda de barro de dos pisos. Entramos, el interior está bien limpio, con las paredes llenas de tapices, fotos familiares y otros adornos. Me siento en un pequeño sofá, y Lucía sube al segundo piso.

L: Deben estar durmiendo. Ya los llamo para que los conozcas.

Sube unas escaleras, mientras q me dedico a estudiar el interior de la casa. Veo un periódico al lado mío y leo la portada. Es una foto, tomada a blanco y negro, veo un auto destruido q está entre unas rocas, y en el encabezado estaba escrito: MUERTE DE UNA PAREJA DE ESPOSOS. CASUALIDAD O CRIMEN??

LEGIÓN SANGUIS- LA BÚSQUEDA DE LOS ELEGIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora