Capítulo 5

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Jennie

¿Qué demonios estoy haciendo? Yo no hago este tipo de cosas. No invito a cualquiera a entrar en mi casa.

Busan me está convirtiendo en una dócil.

Pongo una taza de café, sabiendo que no necesito la cafeína. Pero después del día que tuve, sé que no podré dormir de todos modos, así que ¡al diablo!

Lalisa camina fuera del baño, y no camina hacia la salida. En cambio, una pintura llama su atención en el muro más alejado de la sala. Camina lentamente y la estudia.

Es mejor que no diga nada negativo sobre ella. Sin embargo, es una artista. Probablemente la critique. Lo que no sabe es que es la última pintura que Chinmae me hizo antes de fallecer, significa más para mí que cualquier cosa que poseo. Si Lalisa la crítica, la golpeare. Sin importarme hacia donde se dirige este coqueteo entre nosotras, terminará más pronto de lo que empezó.

—¿Es tuya? —pregunta, señalando la pintura.

Aquí vamos.

—Es de mi compañera de cuarto —miento.

Siento que será más honesta la crítica si no cree que la pintura sea mía. Recorre sus dedos por él centro de ella, donde dos manos la están sosteniendo. —Increíble —dice quedamente, como si no me estuviera hablando.

—Lo es —digo bajo mi respiración, sabiendo que puede escucharme. Pero sin que me importe—. ¿Quieres una taza de café?

Dice sí sin volverse. Mira la pintura un tiempo antes de continuar alrededor de la habitación, observando todo. Por suerte, la mayoría de mis cosas están en Seúl, el único rastro de mí en todo este apartamento es la pintura, por lo que no será capaz de aprender nada más de mí.

Le sirvo una taza de café y se la deslizo por la encimera. Se mete en la cocina y toma asiento, jalándola hacia ella. Le paso la crema y azúcar después de que las utilizo, pero las aleja y toma un sorbo.

No puedo creer que esté sentada en mi apartamento. Lo que me sorprende aún más es que se sienta tan cómoda con eso. Probablemente es la única persona desde Chinmae con quien he tenido la tentación de coquetear. No es que no haya tenido citas desde entonces. He salido un par de veces. Bueno, dos. Y solo una de las dos termino en un beso.

—¿Dijiste que conociste a tu compañera de cuarta en línea? —Pregunta—. ¿Cómo sucedió eso?

Parece como si solo quisiera llegar al fondo del asunto con sus preguntas personales, así que estoy aliviada cuando finalmente me hace una simple. —Apliqué para un trabajo en línea cuando decidí mudarme de Seúl, me invitó a mudarme con ella y compartir la renta.

Sonríe. —Debió ser una gran primera impresión.

—No fue así —digo—. Solo necesitaba a alguien con quien compartir la renta o la habrían echado.

Se ríe. —Hablando del momento perfecto.

—¿Puedes decir eso de nuevo?

—Hablando del maldito momento perfecto —dice con una sonrisa.

Me río de ella. No es lo que inicialmente esperé cuando caminé por primera vez dentro de su estudio. Supuse que los artistas eran tranquilos, pensativos y criaturas emocionales. Lalisa realmente parece tener todo bien ordenado. Definitivamente es madura para su edad, considerando que tiene un negocio exitoso, pero también tiene los pies sobre la tierra... divertido. Su vida parece tener un buen balance, y eso es probablemente lo más atractivo que encuentro de ella.

CONFESS || JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora