Capítulo 22

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Lalisa

Estoy en silencio. Ella también.

Sé que ninguna de las dos está hablando en este momento porque intentamos averiguar una forma de salir de esto. Tiene que existir una forma de que tenga a su hija sin tener que pasar por Dakho para hacerlo. Y tiene que haber una manera de que yo salga de esta situación en la que Dakho me acaba de poner sin afectar a Jennie ni su relación con Ella.

Veo desde el asiento de atrás como gira su atención hacia Dakho.

—¿Qué crees que pasará ahora? —Le pregunta—. ¿Piensas que simplemente me olvidaré del hecho de que me atacaste? ¿Qué destruiste el estudio de Lisa? ¿Qué la estás difamando?

No lo hagas, Jennie. No lo enojes aún más.

Se gira para mirarla, y ella no da marcha atrás, ni siquiera por su silencio.

—Nunca te amaré como amé a Chinmae.

Tan pronto como las palabras salen de su boca, él detiene con violencia el auto a un lado de la carretera. Se lanza hacia adelante a través del asiento y aprieta su mandíbula, acercando su rostro a solo centímetros del de ella.

—Yo no soy Chinmae. Soy Dakho. Y sugiero que si quieres continuar siendo la madre a medias que eres de mi sobrina, dirás lo que jodidamente diga.

Una lágrima se desliza por su mejilla. Mis puños están apretados, y quiero golpear la barrera para hacer que la suelte, pero no puedo. Mis manos se encuentran esposadas detrás de mi espalda y no puedo hacer una maldita cosa para detenerlo desde este asiento. Levanto las piernas y comienzo a patear su asiento.

—¡Quita tus manos de ella!

Dakho no se mueve. Continúa sosteniendo su mandíbula hasta que ella cede y asiente. La suelta y se desliza de nuevo a su asiento.

Me mira desde su posición detrás del asiento del pasajero, y nunca antes me había sentido más impotente. Veo la garganta moverse cuando traga.

Eleva las rodillas contra su pecho, y las lágrimas comienzan a salir con más fuerza aún. Su cabeza descansa contra el asiento mientras su espalda se encuentra presionada contra la puerta del pasajero. Puedo ver todo el dolor que siente. Lo asustada que está. Me acerco más a ella y presiono mi frente contra el vidrio, intentando acercarme lo más que puedo. La miro tranquilizadoramente, queriendo hacerle saber que, pase lo que pase, estamos en esto juntas. Mantiene sus ojos pegados en los míos hasta que nos detenemos en la estación de policía.

Dakho apaga el auto. —Esto fue lo que sucedió. Me llamaste para que te recogiera en su departamento porque ambas se pelearon —dice Dakho—. Y cuando llegué, ella me atacó. Ahí fue cuando la arresté. ¿Entendido? —Estira el brazo entre los asientos y toma su mano—. Lalisa tiene que estar detrás de las rejas, donde pertenece, y si no me cercioro de que eso suceda, nunca me lo perdonaría si tú o Ella salen heridas. Ella es la única razón por la que estoy haciendo esto, Jennie. Quieres que tu hija este a salvo, ¿no es cierto?

Asiente, pero hay algo en su mirada. Algo que sé que no es consentimiento, y eso me asusta. No quiero que entre allí y me defienda.

—Haz lo que dice, Jennie.

Mi puerta se abre, y soy sacada del auto. Justo antes de apartar la mirada de ella, empuña su mano y la sostiene contra su pecho.

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¡Acabo de publicar una nueva historia! Si les gusta el chaesoo vayan a mi perfil y denle amor, ah.

Ah sí, estamos a tres capítulos de terminar ¿qué piensan?

CONFESS || JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora