Capítulo 15

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Jennie

Han pasado veintiocho días desde que Lisa fue sentenciada a noventa días en prisión. Un montón de cosas pueden pasar en veintiocho días.

Envuelvo la sábana más apretadamente alrededor de su cuerpo y me inclino para besar a Ella en la frente. —Te veré después de la escuela mañana, ¿está bien?

Ella me sonríe, y cada vez que lo hace, mi corazón se derrite. Luce igual que Chinmae. Aparte de tener un tinte algo más oscuro en su cabello mayoritariamente castaño, todo acerca de ella es como Chinmae, hasta sus gestos. —¿Vas a venir a comer con nosotros?

Asiento y le doy otro abrazo. El despedirme y saber que no va a dormir en una cama en mi casa es la parte más difícil para mí. Debería estar arropándola para ir a la cama en una casa que compartamos.

Pero bueno, lo que sea que Dakho le haya dicho a Sunghee funcionó, porque he estado viniendo la mayoría de las noches durante la semana y no me ha dicho ninguna cosa mala.

—¿Lista? —dice Dakho detrás de mí.

—Buenas noches, Ella. Te amaré para siempre.

Sonríe. —Buenas noches, mami. Yo también te amaré para siempre.

Apago la luz mientras salgo de la habitación y cierro la puerta. Dakho alarga su mano hacia la mía y desliza sus dedos entre los míos mientras caminamos hacia la sala de estar. Bajo la mirada hasta nuestras manos entrelazadas, y no siento nada más que culpa. He tratado de corresponder los sentimientos que tiene por mí por las últimas semanas, pero no ha resultado como esperaba en lo absoluto.

Entramos en la sala y Sunghee está sentada en el sofá. Sus ojos recaen inmediatamente sobre nuestras manos. Sonríe brevemente, y no estoy segura de lo que significa esa sonrisa. Dakho dijo que no obtuvo ninguna reacción de su parte cuando le dijo que iba a llevarme a nuestra primera cita oficial la semana pasada, pero sé que tiene algo que decir al respecto. Casi creía que se sentía feliz, porque el que saliera con Dakho significaría que hay menos posibilidad de que me lleve a mi hija y me mude de regreso a Seúl.

—¿Trabajas esta noche? —le pregunta a Dakho.

Asiente mientras suelta mi mano y toma la llave que desbloquea el armario del recibidor. —Voy a estar en el turno de noche por las próximas tres semanas —dice. Inserta la llave en la puerta y saca el arma de su estuche.

Mi atención se desliza de Dakho hacia una fotografía de Chinmae colgando en la pared de la sala. No puede tener más de catorce en la foto. Cada vez que vengo aquí, hago lo posible para evitar mirarla, pero me sorprende lo mucho que Ella se parece a su padre, es como ver una versión femenina y pequeña de él. Entre más crece Ella, más veo los rasgos de Chinmae en ella. Pero saber que Chinmae no pasó los dieciséis me hace preguntarme cómo habría lucido de adulto. Si estuviera vivo ahora, ¿luciría como Dakho?

—Jennie.

La voz de Dakho está tan cerca que salto. Cuando lo miro, le echa un breve vistazo a la fotografía de Chinmae y luego se voltea hacia la puerta delantera. Luce decepcionado de que estuviera mirando fijamente la imagen, y de alguna manera, me siento culpable. Tiene que ser difícil para él, saber lo mucho que sentía por su hermano. Sé que le sería incluso más difícil si supiera lo mucho que todavía siento por su hermano.

—Buenas noches, Sunghee —digo mientras camino hacia la puerta principal.

Ella sonríe, pero hay algo en su sonrisa que siempre me ha descolocado. Casi como si hubiera reproche detrás de ella. Podría ser debido a mi propio subconsciente, pero nunca he superado el hecho de que me tiene resentimiento por el tiempo que pasé con Chinmae antes de que muriera. No creo que le gustara la forma en que Chinmae se sentía acerca de mí, y sé a ciencia cierta que no le gustaba la cantidad de tiempo que quería pasar conmigo.

CONFESS || JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora