CONFESS || JENLISA

Capítulo 17

Jennie

—Ella, ¿quieres chispitas de chocolate o mora azul?

Estamos de compras. Ella, Dakho y yo. La última vez que estuve en este supermercado fue con Lisa, y eso hace un buen tiempo. Casi tres meses, para ser exactos. No es que esté contando. ¡Por supuesto que estoy contando! Hago todo lo que puedo para detenerme. He estado tratando de enfocarme en esta cosa que está desenvolviéndose entre Dakho y yo, pero lo comparo constantemente con Lisa.

Apenas conocí a la chica, pero de alguna manera, ella llegó a una parte de mí a la que nadie ha llegado desde que estuve con Chinmae. Y a pesar de las cosas que ha hecho Lisa, sé que es una buena persona. Por mucho que intento olvidar la forma en que mi pecho se siente cuando pienso en ella, los sentimientos continúan allí, y me siento perdida respecto a cómo hacer que desaparezcan.

—Mami —dice Ella, tirando del dobladillo de mi camisa—. ¿Puedo?

Salgo de mi trance. —¿Puedes qué?

—¿Conseguir un juguete?

Comienzo a negar con la cabeza, pero Dakho responde antes de que yo tenga la oportunidad de hacerlo. —Sí, vamos a mirar los juguetes. —Agarra la mano de Ella y comienza a caminar hacia atrás—. Búscanos en la sección de juguetes cuando hayas terminado —dice, girándose.

Los observo. Ambos se están riendo, y la manito de Ella está envuelta en la de Dakho y me hace odiarme por no esforzarme más. Dakho ama a Ella y obviamente, es reciproco, y aquí estoy yo siendo completamente egoísta, simplemente porque no siento la misma conexión con Dakho que sentí con Lisa. Pasé dos días con Lisa. Eso es todo. Probablemente habría encontrado algo que no me gustara de ella si hubiésemos pasado más tiempo, así que muy bien podría estar atrapada con la idea de Lisa en lugar de tener verdaderos sentimientos hacia ella.

Verla de esta manera me hace sentir mejor de alguna manera. Puede que no haya tenido una conexión instantánea con Dakho, pero definitivamente está creciendo. Sobre todo con la forma en que trata a Ella. Cualquiera que pueda hacer feliz a Ella me hace feliz a mí.

Por primera vez en un largo tiempo, me sorprendo a mí misma sonriendo por la idea de Dakho en lugar de la idea de Lisa. Agarro la mayoría de los artículos en la lista antes de dirigirme hacia la sección de los juguetes. Tomo un atajo a través de los artículos deportivos y me detengo inmediatamente tan pronto como giro en la esquina.

Si el destino juega bromas, esta es la peor de todas.

Lisa está mirándome fijamente con tanta incredulidad registrada en su rostro como estoy segura que hay en el mío. En un instante, todo lo que he estado intentando sentir por Dakho, se reduce diez veces. Y todo se dirige hacia la chica delante de mí. Aprieto el carrito con mis manos y me debato en si girarme o no en la dirección contraria sin hablarle. Ella entendería, estoy segura.

Debe estar teniendo la misma batalla interna, porque ambas dejamos de caminar tan pronto como fijamos la mirada en la otra. Ninguna de nosotras habla. Ninguna se retira.

Ambas simplemente nos miramos fijamente.

Mi cuerpo entero siente su mirada, y físicamente duele en cada parte de mi ser. La razón principal por la que dudo de lo que pasa entre Dakho y yo se encuentra parada justo delante de mí, recordándome cómo deben ser los verdaderos sentimientos por alguien.

Lisa sonríe, y de repente deseo que estuviéramos en el pasillo de la limpieza, porque alguien va a tener que recogerme de este piso.

Mira hacia su izquierda y luego hacia su derecha antes de que su mirada aterrice de nuevo en mí. —Pasillo trece —dice con una sonrisa—. Debe ser el destino.