Samuel
—Samuel ¿nos vamos? —dice Papá tomando las llaves de su auto para dirigirnos al centro comercial.
Hemos recorrido todo el centro y papá empieza a desesperar me y es ahí donde preguntas surgen en mi cabeza ¿porque lo traje a él?. Ya apunto de rendirme encontramos la tienda y con gran suspiro entramos.
—Me gusta este —indico,pero Papá niega por décima cuarta vez y me parece que hemos visto todo, hasta que algo capta mi atención y no puedo evitar sonreír, ¿te a pasado que olvidas algo y no puedes consentrarte en nada por estar pensado en ello? Y cuando te acuerdas sientes la satisfacción de saber la respuesta o cuando imaginas algo en tu cabeza y luego lo logras cumplir. Eso ocurrió, papá me miró con orgullo, el solo tenía que verme para saber si era el indicado.
—Lo mejor, para lo mejor —dice Papá abrazándome.
LISI
Estoy cansada, llevo dos días sin dormir y pronto será el examen final para poder ser una Doctora oficialmente, también me he desvelado haciendo unas flores (ya pronto sabrán para qué son).
—Lisi —dice Mamá mientras toca la puerta.
—Puedes entrar —indicó sin quitar la vista del folleto que releo.
—Cariño, Rubén está aquí —anunció Mamá con un tono muy dulce, así que me imagino que está literalmente detrás de la puerta y es allí cuando me percató de que sigo en pijama, despeinada y tengo folletos por todas partes, no sabía qué hacer, no tenía tiempo para arreglar el desastre en mi cama.
—Si, que pase —digo mientras intento peinarme. Cuando veo que mueven la manija de la puerta me acomodo tratando de verme relajada.
—Holaaa —saludo Rubén entrando con esa melodiosa sonrisa.
—Al parecer, amas muchos las pijamas —dice Rubén con diversión.
¡Qué vergüenza!
—Siento que me veas en estas condiciones, los exámenes finales me convierten en una horrible persona—comento, para luego hacer un espacio en la cama y le indico que se siente.
—De igual manera te ves linda mi amor - dijo mientras tomaba asiento. ¿me dijo mi amor?, no es como si nunca me lo hubieran dicho, pero en él suena tan sincero y lleno de amor.
—¿Acaso te comieron la lengua? —bromeó Rubén al notar que me he quedado congelada.
—Es la primera vez que me llamas así —confieso viéndole a los ojos y él ríe.
—Bueno, siempre hay una primera vez ¿no?, pero te aseguró que no será la última —asegura mientras enlaza nuestras manos causando que mi corazón se agite por el toque, se que lo dice enserio, sin embargo sus sonrisas son cortas y sus ojos carecen de brillo.
—¿Cómo sigue tu padre? —¡justo en el punto! Me ve y luego dirige su mirada al techo mientras resopla.
—Nada bien de salud, cada día está más delgado y su pelo se cayó del todo... Lo estoy perdiendo —confesó mirando mis folletos con una mirada vacía.
—Mi amor, confía en Dios —digo y Rubén me da esa sonrisa triste. Rubén ha estado ocupado con lo de su papá y la compañía, al igual que yo con mis exámenes finales, no hemos podido vernos hace dos semanas, solo conversar por video llamadas.
—Papá contrató un muchacho que me ayudara con la empresa, él no quiere que pase tan metido en la empresa, también vino un pastor para ayudar en la iglesia, aunque me lo niegue sé que fue él quien llamó al pastor, para que yo no me cargará —dice dando un suspiro.
—Rubén, mírame —hablo con autoridad y él me ve. Sus ojos eran lo que más dolía al ver, es decir, su padre estaba muy enfermo, pero cuando lo veía a los ojos era como un joven enamorado, brillaban, su alma se veía radiante, en cambio Rubén parecía estar apagando su luz.
—Mi amor, no soy nada buena dando consejos —confieso y el reí —pero quiero que pongas en práctica lo que le dijiste a Alex en medio de su tribulación, porque si pudo levantar a ese terco, tú también podrás — él asiente para luego tomar un mechón de mi pelo y poner en su lugar.
—Papá me corrió del hospital —comenta con una sonrisa.
—¿Qué hiciste? —digo sin entender el porqué.
—Mejor dicho, que NO hice —corrigió. Lo que no entendía era su sonrisa ya que en cuestión de segundos volvió a relucir como la primera vez que lo vi.
—Dijo que para nada me ayudó a que fueses mi novia si no te cuido —confesó apretando sus labios en una línea recta para soltar carcajadas y yo lo miro con el ceño fruncido.
—Papá tenía razón ¡mira como estas! —dice señalando mi atuendo.
Muy chistoso
—Te voy a golpear —anuncio para luego darle un puñetazo en el hombro y Rubén se queja mientras ríe.
—Sal de tu escondite rapunzel y báñate que iremos a comer — informó poniéndose de pie para salir y bajar a la sala.
Luego de una ducha, me cambie; opté por unos pantalones de mezclilla, camisa gris manga corta, zapatillas y dos trenzas. Tome mi teléfono y baje a la sala Encontrándome a un Alex en calzoneta con los pies arriba del mueble y un control de videojuego en mano mientras gritaba y al par un Rubén sentado en el mueble con toda su atención en la pantalla y al igual que mi amigo con control en mano. Veo a Mamá que los ve desde la cocina como si fueran sus hijos que están dando sus primeros pasos.
—¡Jaque mate! —grita Rubén levantándose para luego señalar al perdedor Alex y este bufo.
—¿Terminaron? —digo captando las miradas de los presentes.
—Claro mi amor, vámonos —dice Rubén acercándose a mi avergonzado y a Alex parece divertirle.
—Adiós mis amores —dijo Alex con voz aguda y Rubén le ve serio.
—Se portan bien chicos —dice Mamá despidiéndose.
ABIGAIL
—Aby ¡levántate! —exclamó papá tocando la puerta como loco, no tuve tiempo de reaccionar, he caído al duro y frío piso, me levanto y me dispuse a abrir.
—¿Pasa algo papá? —preguntó asustada por sus toques.
—mmm, iremos de picnic —informó con una sonrisita a lo que le veo con enojo —¿Y era necesario tocar así? —digo frotando mis ojos para entrar a la realidad.
—Lo siento, pero te conozco y sé que si te hubiera hablado con amor no te hubieras levantado, ve y a lista te - ordenó girando sobre sus talones mientras tararea parte de una canción.
Me cambie y cuando baje a desayunar la atmósfera era rara, la primera vez que Papá no está leyendo su periódico, sino más bien habla conmigo, recordando cuando era pequeña y Mamá llora mientras me abraza. ¿Qué les pasa? ¿Me voy a morir?
Soy hija única y aunque tengo 28 años a Papá no le gustó la idea de que me fuese de Casa ya que no ve el porqué, soy diseñadora y sirvo en la escuela dominical junto a Lisi, respecto a Samuel desde pequeña me ha gustado, pero no estaba segura si yo le gustaba, a decir verdad jamás imaginé gustarle, él es extrovertido y yo pago para no hablar, pero bueno aquí estoy, con unos padres amorosos y un chico genial.
—Vayámonos —grita papá desde el auto por lo que corro antes de que me dejen botada.——————————————————
¿Tienes idea que es lo que compró Samuel?
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Cuerdas de amor ✔✔
SpiritualA todos sin excepción algunas nos han contado o hemos escuchado una historia o mensaje que jamas olvidaremos. En mi caso fue mi abuela quien dijo unas sabias palabras que al sol de hoy tengo presentes; En el momento que Jesús murió por nosotros nos...