Samuel
Como hoy es fin de semana iremos a la iglesia, llevamos 5 minutos de retraso porque mi hermosa esposa no se apura.
– Mi amor, ya está linda ¡vamos! – digo viendo cómo se maquilla.
– Listo – dice guardando su maquillaje con tal cuidado que me desespera.
– Te espero afuera – anuncio en un intento de apurar la, pero no resulta, así que salgo al corredor. Pasaron 5 minutos más y Aby no salía, estaba frustrado ¿que estará haciendo ahora?, volví a entrar y me encontré con una Aby comiendo un emparedado bien a gusto, les diría que me moleste, pero les estaría mintiendo, se miraba tan adorable, tomando el emparedado con ambas manos como si no hubiera comido en años.
– Lo siento, no pude resistirme – dice con un trozo en su boca y automáticamente se me dibuja una sonrisa.
– Me pregunto cómo sigues con esa figura si comes tanto – digo y ella ríe y se lava las manos...
– Si supieras por qué – dice pasando por mi lado y dejando me solo. ¿Qué quiso decir con eso?
Al terminar la reunión invite a Aby a comer uno de sus platos favoritos (las pastas), pensé que no se terminaría de comer su porción, pero lo hizo e incluso se comió parte del mío.
– ¿Crees poder con el postre? – digo viéndola como escoge un cheesecake.
– Oh claro que podre – asegura dándole la carta al mesero para que traiga su pedido.
– Ayer te mirabas enferma y hoy comes como un vagabundo, eres impredecible Abigail de Parchmon – digo con diversión y ella rueda los ojos.
– Tengo que decirte algo – informa mientras el mesero pone el postre en la mesa.
– ¿Qué pasa?, no me asustes – digo viendo la seriedad es su rostro. Esa cara solo puede significar problemas o cambios.
– No es nada malo – asegurq tomando una porción de su pastel para llevar se lo a la boca.
– ¿Me lo dirás? – digo frustrado por la tardanza y paciencia con la que saborea el bocado.
– mmmm, amo este pastel.
– Aby... – digo para retomar el tema.
– Te acuerdas lo que dijo tu abuela mientras se despedía – dice jugando con su cuchara sin mirar me.
– No lo sé, dijo tantas cosas ¿qué tiene que ver eso? – digo sin comprender su punto.
– Que vas a ser Papá – dice en un susurro viendo me de reojo. ¿Tal vez escuche mal?
– Voy a qué.
– Vas a ser Papá – dice con una sonrisa. ¡Esperen! ¿Yo? ¿Dijo que yo sería Papá?, eso significa que...
– ¡Estas.... Estas embarazada? – preguntó y ella asiente con lágrimas en sus ojos. Esto me tomo por sorpresa, sin embargó, siempre dije que tendría 4 hijos,no me pregunten por qué ya ni yo lo sé. Rodé la mesa para darle un gran abrazo mientras reíamos.
– ¡Voy hacer Papá – grite y Aby me tapó la boca, pero ya era tarde, todos nos habían visto y empezaron a aplaudir!
Lisi
He pasado tan atareada que ni siquiera he hablado con Rubén, tengo aproximadamente 7 horas sentada en mi escritorio terminando los informes sobre mis pacientes .
– Doctora Parchmon se requiere en la habitación 320, código rojo – fue lo que escuche por el parlante, en ese momento me di cuenta que se trataba de la habitación donde se encontraba el Papá de Rubén, tome mi bata y mi estetoscopio y corrí.
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Cuerdas de amor ✔✔
SpiritualA todos sin excepción algunas nos han contado o hemos escuchado una historia o mensaje que jamas olvidaremos. En mi caso fue mi abuela quien dijo unas sabias palabras que al sol de hoy tengo presentes; En el momento que Jesús murió por nosotros nos...