Capítulo 20

187 44 59
                                    

 
Lisi

Luego de ese día Rubén se veía más tranquilo, al parecer, que sea la Doctora de su papá lo ha tranquilizado, por otra parte, hable con su padre y le hice entrar en razón, fue muy duro ver a Rubén cuando su Papá le confesó que no estaría dispuesto a otro tratamiento, al principio Rubén se molestó e intentó que su padre razonara, pero le fue imposible. Han pasado 3 meses y aún tengo la esperanza de encontrar un tratamiento que no sea tan doloroso, así el padre de Rubén tendría más tiempo, su cabello se cayó por completo y su ánimo tiende a cambiar, a veces no quiere hablar con nadie y otras habla hasta por los poros.

—Doctora Elizabeth, esta es la documentación que pidió —informó la Doctora Emmy. Ella ha sido una gran compañía en el trabajo. Pero no cambió a mis chicas, yo solo agrego.

—Muchas gracias, que haría sin ti —digo dándole un abrazo para tomar los papeles y dirigir me a mi consultorio.

Aby

Han pasado 8 meses desde la boda, me siento tan aburrida en mi casa mientras Samuel trabaja, tengo mi trabajo en casa como diseñadora he vendido muchos de mis diseños y gracias a Dios que me ha permitido empezar a construir mi propio local donde, si mal no recuerdo, estará listo en mes y medio.

—¡Llegue! —canturreo Samuel desde la entrada.

—Estoy en la sala —digo mientras me levanto para recibirlo.

—Te extrañe tanto —susurro dándome un abrazo que se prolongó hasta que me separe para verlo a los ojos.

—¿Tienes hambre?, porque yo si —digo alejándome para servir.

—¿Estás bien? —dice Samuel aflojando su corbata.

—Me duele la cabeza, pero nada que no se pueda curar —digo quitándole importancia.

—¿Y tú estás bien? ¿Cómo te fue en el trabajo? —preguntó poniendo los platos en la mesa y bufa.

—Dicen que no me soportan ¿puedes creerlo? —pregunta con  incredulidad, pero es claro que no lo aguantan, aunque Samuel esté casado sigue siendo el payaso y fastidioso que todos tienen que soportar incluyéndome, claro está.

—Mañana no tengo trabajo, iré a visitar a Lisi —informo y Samuel asiente. La verdad estos últimos días no me he sentido bien, a veces me siento débil y así como cómo lo vómito por eso iré a visitarla, pero no quiero preocupar a Samuel y dado que su lado protector es MUY exagerado me evitare la fatiga.

—¿Oras tú? —pregunta con una sonrisa dulce mientras extiende sus manos, invitándome a tomarlas.

—Claro.

Rubén

—Bien, en cuanto pueda iré a firmar ese documento… Muchas gracias Alex…Te veo luego —digo cortando la llamada. Como paso mucho tiempo en el hospital, Alex junto a Amanda me ayudan con la empresa, yo solo voy a firmar nuevos contratos.

—Hola —dice Lisi entrando a la habitación con una sonrisa tierna. La extraño tanto, su sonrisa, sus chistes, sus historias sin sentido ¿en qué momento deje de buscarla?, últimamente solo hablamos de los cambios de mi padre.
—Hola, pasa —digo rodeando la camilla donde mi padre duerme plácidamente para abrazarla.
—¿Hace cuánto no duermes?, te ves cansado —comenta Lisi sin apartarse del todo gracias a mi agarré a su cintura.

—Si te lo digo ¿actuará como mi novia o como Doctora? —cuestióno y ella suspira.

—Un poco de ambas.

—Dormí 2 horas, estaba leyendo la biblia, temo que he perdido la práctica —digo un poco apenado.

—Tomaré tu turno, ve a casa, come algo sano, la comida de este hospital te a detener aburrido, duermes mínimo 6 horas y te tomaras unas vitaminas las cuales le di a tu mamá, sabiendo que colapsarías en algún momento —dice a modo de regaño, pero con esa pizca de ternura, Lisi da un regaño como una madre que regaña a su hijo luego de una caída, pero al mismo tiempo lo cura, así es ella.

Cuerdas de amor ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora