Capítulo 18

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Rubén

El tiempo pasa y mi vida se ha convertido en un ciclo que se repite: paso en el hospital con Papá luego ayudo a Mamá en casa, también voy a ver o firmar documentos a la empresa, veo en que puedo ayudar con la iglesia, y que por gracia tengo unos amigos increíbles que me ayudan como: Amanda, que me ayuda con el ministerio de alabanza, Alex, que me ayuda a revisar los nuevos contratos de la empresa  y por último y no menos importante Lisi,  me ayuda a todo lo que puede, cuando estoy muy ocupado en la empresa, ella va a mi casa y saca a las gemelas para que mamá pueda estar con mi Papá en el hospital, ella busca un segundo y con eso basta para sacarme una sonrisa.

—¿No irás a ver a tu chica? —pregunta Papá mientras paseamos por el hospital. Su  piel palida y su cuerpo delgado le hacen ver tan mal, sin embargo, su voz sigue siendo firme, sé que muchas veces le duele todo, pero no lo dice y eso me molesta.

—No te preocupes la veré en la noche —aseguró mientras le ayudo a sentarse en una banca.

—Quiero irme a casa — susurró. lo dijo más para él que para mí.

—Pronto, saldrás de esto y volverás a nuestr ….
—No, quiero irme con Dios, siento que cumplí mi misión —dice viéndome a los ojos. Yo le dejo de ver.

—Papá no digas eso, aún tienes mucho por hacer aquí, te necesitamos ¡yo! Te necesito —confieso con un nudo en la garganta y aunque quisiera que cambiara de parecer él solo me abraza.

—Llévame a la habitación, si tu no quieres hablar con tu chica yo hablare con la mía —dice refiriéndose a Mamá y me logra sacar una sonrisa.

6:35pm

Le conté a Lisi lo que mi Papá me dijo y ella me hizo ver las cosas desde otra perspectiva, donde me hizo comprender a mi Papá.

—¿Te he dicho lo hermosa que eres? —le digo a Lisi mientras ella termina un examen en línea. Esta tan concentrada teclado en su computadora que me es difícil dejar de verla.

—Me lo dices diariamente y no me canso de oírlo —dice con una sonrisa mientras se estira y coloca su computadora a un lado para acercarse dispuesta a darme un beso, pero el timbre del celular sonó.

—Lo siento, debe ser importante —dice apartándose para tomar el celular. Mi corazón se sintió traicionado.

—Hola —dice alejándose en dirección a la ventana —Si…, bien —continúa con emoción.—Gracias, muchísimas gracias no se arrepentirá —dice cortando la llamada y cuando se gira a mi dirección corre para tirar se en mi.
—¿Qué pasó? —preguntó y Lisi se separa de mí.

—Hay una plaza libre en el hospital y me acaban de contratar —informó para luego tirarse a la cama rodar como loca mientras yo ríe por su acción.

—Tengo hambre —dice levantándose — vamos a la cocina —dijo tomándome de la mano.

Lisi bajó gritando como loca y les contó a sus Papás y luego ellos se unieron a los gritos. Lisi y yo salimos a comer y no paraba de reír.

—Te ves tan Feliz —digo acariciando su mejilla.

—Estoy feliz ¡soy una Doctora! Y lo mejor es que la plaza que me dieron es en el hospital donde está tu Papá, así estaré al pendiente de él —informa con una esperanza en sus ojos y eso me hizo recordar las palabras de mi Papá.

—No estés triste, todo estará bien —dice Lisi tomando mi mano.
—Losé —digo con un suspiró. Le mentí, no tenia ni la menor idea.


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SAMUEL

Llegó el esperado día y aunque Lisi al principio se negaba que yo pudiese ver a Aby, terminó cediendo, pero solo 10 minutos y conste que faltan 7 horas para la ceremonia, pero como a mi hermana le encanta molestarme.
—Bien, empezaré a contar —dice Lisi cerrando la puerta dejándome a solas con Aby.
—¿Nerviosa? —digo viendo a Aby que mueve sus manos. Estaba con una bata y su cabello está enrulado y aún así, se veía hermosa.

—Claro que sí ¿y tú? —dice haciendo una línea con sus labios.

—Igual, por eso quería verte —informo acercándome a ella.

—Me besaras, pero en el altar —dice tapando su boca y sonrió.

—No estaba pensando hacer eso, solo quiero orar contigo —confieso con una sonrisa mientras enlazo sus manos con las mías.

—Claro mi amor —dice mientras cierra sus ojos esperando que empiece.

—Padre celestial, te damos las gracias por permitirnos llegar a este punto de nuestras vidas, gracias por permitirme conocer a esta mujer hermosa —digo y Aby da una risa corta —ayúdanos a tomar buenas decisiones como pareja y que este día sea el comienzo, pero no el final de este gran amor, amén —digo para luego besar sus manos y Aby me ve con ternura.

—¡Terminó el tiempo Tortolitos! —grita Lisi entrando para robarse a mi novia.

ABIGAIL

Estoy tan nerviosa que me cuesta hablar, tengo que agradecer que las chicas están aquí, Gabriela me ayuda con el peinado, Lisi con el maquillaje y Esther está revisando que toda la decoración esté perfecta (típico de ella).
—Estas hermosa —hablo Gabriela con un chillido.

—Serás el centro de atención eso es seguro —dice Lisi con sus brazos cruzados mientras me ve de pies a cabeza y yo me giro para verme al espejo. Mi cabello está suelto junto a la peineta que Mamá me dio, el maquillaje es sutil (justo como me gusta) y el vestido ni hablar, le daré las felicitaciones a quien lo confeccionó o ¡espere! Lo hice YO, quiero ver la cara de Samuel.

—Mi niña, mi pequeña Aby —susurro Papá al verme y no pude evitar que se me salieran unas lágrimas

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—Mi niña, mi pequeña Aby —susurro Papá al verme y no pude evitar que se me salieran unas lágrimas.

—No la hagan llorar, arruinan el maquillaje —se quejó Lisi pasándome un pañuelo.

— Estoy tranquilo sabiendo que te casas con un buen hombre, los dos son como mis hijos — dijo papá mientras limpiaba lágrimas de sus ojos.
— Te amamos Aby — aseguró mamá abrazándome y papá se unió.

—¿Lista? —preguntó Papá entrelazado su brazos con el mío y yo asiento.

La música comenzó y las puertas de la iglesia se abrieron, mientras caminaba todo me parecía sacado de una película, la decoración, la manera nostálgica en que los invitados me veía y ni hablar cuando vi a Samuel con su traje de etiqueta (como sacado de una revista), sus ojos no dejaron de verme mientras caminaba lo cual agradecí, porque me sentí segura, luego Papá beso mi frente y tomó la mano de Samuel para juntar la con la mía.


—Hola, amo a quien te diseñó el vestido —comentó Samuel en un susurro que solo pude oír yo y le Sonreí. La ceremonia fue muy bonita y para cuando llegó la fiesta estaba agotada, cambio de vestido, sesión de fotos, risas y lágrimas por los buenos deseos por parte de familiares de ambos.

—¿Qué haces aquí? Tu avión saldrá en poco —preguntó Lisi tomándome de la mano para alejarme de los invitados.
—¿Dónde está Samuel? —digo buscándolo con la mirada.
—¿Te refieres a tu esposo? —comentó Lisi con un gesto coqueto y yo le fulminó con la mirada.
—Mande a buscarlo con Rubén —dice y yo asiento. Luego de unos minutos Samuel y yo íbamos rumbo a Corea donde me presentaría a su familia por parte de Papá.


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Dedicado A:

Furuhashi2019. 💜

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