Capítulo 19

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Lisi

El primer día que Samuel no vive en casa, pareciera que hubiera luto mientras comemos en tanto silencio, Mamá parece más afectada ya que no aprobado su comida.

– Mamá en algún momento se iría – digo y Mamá suspira.

– El tiempo pasa volando, y pronto nos quedaremos solos – dice Mamá apoyando su cabeza en el hombro de Papá.

– No seas dramática mujer – dice Papá y empiezan una plática, pero no pongo atención ya que mi teléfono comenzó a sonar, me levante de la mesa y conteste la llamada que era del director del hospital y me decía que mañana seria mi primer día.

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Aun no lo puedo creer, llevo 5 minutos viendo me en el espejó, poder usar mi bata y el carné de (Doctor Elizabeth), me veo recordando las pruebas que tuve que pasar para llegar donde estoy ahora, pase todos mis exámenes y me gradué con honores.

– ¡Cariño, Rubén te está esperando! – grita Mamá. Tomé mi tablero, mi cartera y bajé.

–¡Oh! Te ves, hermosa – dice Mamá con entusiasmo y Papá solo me abraza.

– Estoy orgullosa de ti– dice Papá mientras una lágrima cae por su mejilla.

–Gracias Papá, por tus esfuerzos – digo limpiando su mejilla.

– Soy Parchmon, cariño – dice con aires de grandeza por lo que yo ruedo los ojos. Alguien le tiene que decir que ya nos artamos de esa frase.

– Nos vemos luego, quiero estar temprano para establecerme en mi área – digo mientras los abrazó.

– ¡Recuerda estar aquí a las 7, tus abuelos hablarán! – grita papá desde la puerta. Como Samuel y Aby quisieron tener su luna de miel en Corea, irán a visitar mis abuelos los cuales no solemos ver, solo en navidad y por video llamadas, pero Samuel habla coreano fluido porque papa nos enseñó.

–¡Aquí estaré! – grito entrando al auto de Rubén el cual me regala una tierna sonrisa.

–Hola, mi amor – saluda seguido de un corto beso.

– Dime, Doctora Elizabeth – bromeó con tono educado a lo que Rubén ríe.

– Como usted diga – dice encendiendo el motor del auto para ir rumbo al hospital.

– ¿Nerviosa? – dice Rubén apagando el motor al llegar.

– ¿Debería? – digo con una ceja levantada. La verdad no estoy nerviosa, pero si ansiosa por ver que pasara hoy.

– Espero y no pongas ranitas a alguien – dice Rubén recordando me la travesura del campamento, que por cierto había pasado hace 2 años.

– Ja ja ja, esta vez te las echaré a ti – digo saliendo del auto y Rubén baja de igual manera ya que ira a ver a su Papá.

– Bien ¿nos vemos luego? –dice Rubén tomando me por la cintura para a traerme a él.

– Si, en cuanto me den los datos de los pacientes que me tocaran atender, iré a ver a tu padre – informó y mi novio asiente seguido de un beso en la frente.

– ¿Te dije lo hermosa que te ves hoy? – dice viendo a los ojos.

– No que yo recuerde – comento cruzando me de brazos y el ríe acercando se a escasos centímetros de mí. Esos ojos avellana hablan por sí solos.

– Mi amor te ves hermosa –susurra para darme un beso.

–Gracias – digo separándome. No quería arma un espectáculo romántico en mi primer día de trabajo.

Cuerdas de amor ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora