Monarch [Jikook/Kookmin]

◆3◆

Siguió al ave con prisa, no perdiéndole de vista en ningún momento. Su corazón bombeaba a toda velocidad, entre feliz y temeroso. Lo que estaba haciendo en ese momento era como revivir historias del pasado. Si olvidaba dónde se encontraba y las ropas que llevaba en ese instante por supuesto, era como estar devuelta en el castillo con la edad de siete años y persiguiendo al halcón ya recuperado entre los jardines.

Le encantaba jugar con su ave: Jimin. Así le había llamado una vez había puesto un pie en el palacio, alegando que si iba a pasar un tiempo recuperándose, debía poseer un nombre por el cual ser llamado.

Su padre no se opuso, pero su madre si. Se negaba a concederle un nombre pues eso significaba que pensaba quedárselo. ¡De ningún modo iba a permitir eso! Era un animal salvaje, debía estar en el bosque, en su hábitat natural, no en el castillo siendo la mascota de su hijo, el joven príncipe heredero. Sin embargo, no pudo hacer mucho, ya que el cariño del mismo por el halcón era un sentimiento que no podría borrar como hacia con las manchas de crema en su boca.

Aún así, eso no evitó que le aliviara la noticia que recibió nueve semanas después de haber recogido al ave herida.

- Majestad, el joven príncipe se ha encerrado en su habitación y ha pedido no ser molestado hasta la cena -le susurró una de sus damas de compañía, la más cercana a ella.

- ¿Por qué ha solicitado eso? -preguntó extrañada, levantándose del sillón en el que anteriormente se encontraba tomando el té, para ir en busca de su pequeño.

- Al parecer su halcón, Jimin, ha escapado del palacio, majestad.