arrendersi

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(RENDICIÓN)

NICO

Al día siguiente me encontré con los Sabios Ungulados, quienes el día anterior, se habían reunido, sin mi consentimiento, a hablar de mi destino.

¿Es que acaso no creían que yo fuera capaz de gobernar aquel reino?

Por supuesto que no. Todos ellos eran unos ineptos de mente pequeña.

- He aceptado el matrimonio.

Murmullos de consentimiento, y... ¿alivio? Se alzaron por la sala, alrededor mío.

- Pero, -todos se callaron, sabían que lo que iba a decir no sería nada bueno.- Quiero que inviten a todos los que me mandaron una solicitud, a un mes de prueba, en el que veré si son capaces de dirigir este reino junto a mí. - Todos empezaron a susurrar entre sí, de acuerdo a mi condición.

- Está bien su majestad, mandaremos las invitaciones enseguida.

Me levanté, y antes de salir de la sala de reuniones, me detuve en la puerta, y dije;- Ah... casi se me olvida. Quiero que, los que mandaron su solicitud, traigan consigo a quien en más puedan confiar.


Me recosté en mi cama, exhausto. ¿Por qué ser un rey era tan complicado?

Muchos retos se te avecinan, pequeño príncipe...

Y ahí estaba de nuevo, la vocecita, que hace semanas no se me aparecía, irrumpía en mi, (ya muy adolorida), cabeza, de nuevo.

The Ghost KingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora