II_ En servicio

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—¡¿Ninguno se hará responsable de esto?!—

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—¡¿Ninguno se hará responsable de esto?!—

—General Du Couteau...— Habló una mujer entre sollozos. —Ninguno de nosotros le haría daño a la señora Soreana—.

En un rápido movimiento, una chica con antifaz negro con detalles rojos brillantes se posicionó detrás de dicha mujer y apoyó una daga en su garganta.

—Si mi señor no te pide que hables. Tú no hablas—, amenazó.

La mujer tembló enseguida, y la muchacha encubierta se alejó hasta posicionarte a un lado del colérico general.

—¿Cómo estás seguro qué no fue Kuma que envenenó a nuestra madre, padre?— Habló la hija menor de éste. —Ese cabello blanco y esos ojos color sangre ¡Es una bruja! ¡Podría haberlo hecho!—

—Conozco bien los métodos de un asesino, esto no lo hizo ella ni nadie con honor, Cassiopeia—.

—No debes describirla físicamente, Cass—, musitó la mayor de las flamantes hijas. —Recuerda que nadie de este lugar la conoce como lo que es—.

Kuma no decía una palabra, durante los cuatro años que sirvió la familia del General Du Couteau jamás pudo llevarse bien con la hija menor de éste. Cassiopeia creía fervientemente que la muchacha de irises rubíes era una bruja antigua por su color de cabello inusual, o al menos una niña maldita.
En Shurima, la joven fue obligada a cubrir sus ojos con un antifaz y ocultar su largo cabello sin pigmentos de color en una capucha con túnica.

Para los noxianos verla en acción era un deleite visual, la adolescente estaba dotada con una gran agilidad y astucia. Reputación que se volvió peligrosa tras un tiempo.
Los shurimanos que se revelaron contra Noxus para retomar el control de su propia nación acabaron con las mayores amenazas de los expansionistas uno a uno. Sin embargo, no pudieron acabar con la familia Du Couteau, la mayoría de los rebeldes huyeron cuando vieron los ojos de la muchacha a su servicio. Y el general mismo, junto con la mayor de sus hijas Katarina acabaron con ellos mientras corrían.
Poco a poco los sobrevivientes expandieron el rumor de una bruja o criatura de magia maldita al servicio de la familia de nobles de Noxus que controlaba la región.
El general no perdió la oportunidad de hacer uso de los rumores, por lo que obligó a Kuma a esconder su presencia entre las sombras y jugar con la mente de los enemigos que él seleccionara.

—Les perdonaré la vida por sus años de servicio a mi hogar—, habló el aristocrata a su personal. —Lárguense de aquí ahora—.

Ninguno dijo nada.
Todos los trabajadores de la casa asintieron y se retiraron. Por un segundo, Kuma se preguntó si por temor o respeto, aunque podría ser solo por agradecimiento a qué no les cortaran la cabeza.

Con el paso de las semanas, el estado de salud de Soreana fue estabilizándose y aunque seguía postrada en cama al menos ya podía hablar.
En todo momento, Cassiopeia no se movió de su lado. Mientras que Katarina salía durante largos días para cumplir los encargos de su padre en ciudades vecinas del territorio usurpado. Kuma estaba prácticamente confinada a la casa, solo tenía permitido salir para las tareas que el general le encomendaba de tanto en tanto.
Todo fue tranquilidad en ese par de meses, hasta que una mañana un cuervo perturbo la paz en el hogar de los nobles.

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