Estaba amaneciendo y la mayoría de los acólitos debían estar despertando en ese momento.
Se acercó lentamente hasta un árbol, rogando que su cuerpo colaborara un poco más. No podía darse el lujo de descansar ahí, debía regresar antes de que noten su ausencia y sus heridas.
Kuma se sostuvo del tronco, mientras el sudor y la sangre se mezclaban sobre su piel para entintar el suelo como un papel.
—No tengo tiempo para esto—, musitó poniéndose de pie nuevamente. Había rechazado las curaciones de los ayudantes de El Jefe con la idea de llegar antes al templo y debía lograrlo.
El cansancio era excesivo: su energía estaba agotada, el ardor en el torso por el veneno no paraba ni por un instante, y las punzadas en los cortes eran demasiadas. No tenía idea de como disimular todo eso, pero se las ingeniaría al llegar a la Orden. Con el dinero recaudado podría dedicarse a descansar el resto de la semana y esperaba volver a la Arena en la próxima.
Avanzó unos cuantos metros más entre la maleza, pero enseguida su cuerpo dejó de responder. Iba a caer torpemente al césped, mas unos brazos fuertes la sostuvieron.
Kuma alzó la vista alerta, era alguien que jamás había visto; Un viajero.—Tranquila, te tengo ¿Estás bien?— preguntó el moreno.
Kuma asintió, intentando ponerse de pie nuevamente hasta que el hombre se lo impidió.
—Oye, tu cuerpo no puede más...— comentó él sosteniéndola por las piernas para cargarla. —Déjame llevarte hasta donde necesites—.
Kuma observó sin decir nada, el hombre parecía inofensivo pero algo en sus profundos ojos verdosos la hacían sospechar.
—No—, musitó. —Puedo sola. Gracias—.
La albina se movió como pudo para bajarse del hombre, mas enseguida él la retuvo del brazo con fuerza para que no se alejara.
—De verdad... Insisto—, comentó.
Kuma intentó forcejear pero su cuerpo había dejado de responder. No eran sus heridas, no. Esto era algo diferente... Apenas divisó el frasco vacío que el hombre llevaba en su mano comenzó a asustarse. Lo miró aterrada y el hombre sonrió.
—La Rosa Negra manda saludos—.
—El rastro se pierde aquí—, comentó Yusari. —Hay demasiados olores a flores y otras cosas, no puedo distinguir mucho más por adentro—.
El vastaya estaba junto con Khaara por las afueras del templo.
La Oráculo había buscado a Kuma la noche anterior, pero encontrándose con la alcoba vacía decidió preguntar su paradero al encargado de vigilar esa noche, Yusari.
—¿Sabes que si se perdió en tu guardia van a reclamarte, no?—, preguntó Khaara.
—Kuma no es ninguna novata, al menos ya no—, comentó. —Puede que no tenga las sombras, pero si ya era alguien antes de venir al templo imagina ahora con las instrucciones de Kayn—.
ESTÁS LEYENDO
Conoce Las Sombras
FanfictionEl imperio Noxiano quiere gobernar todo Valoran, y sus constantes expansiones lo demuestran. Tras una derrota aplastante en el continente helado de Fréljord, fijan su objetivo en la isla continente Jonia que había frustrado su último ataque hacía a...