El tiempo había pasado y el barco zaunita pronto arribaría en el puerto joniano.
Kayn había pasado las horas anteriores en vela, concentrando sus sombras y afilando su agudeza. Él diría que entrenaba, pero en realidad su objetivo era saber que hacer con Kuma al llegar.
Al final, decidió llevar consigo a la muchacha. Enviarla a Noxus era un riesgo muy grande para Jonia, aún si la seguridad de la chica estaba asegurada. Y dejarla libre en la isla sería sentenciarla a muerte, una extranjera noxiana en medio del pequeño continente pondría alerta a todas las hermandades que se jacten de proteger las tierras y no dudarían de acabar con ella.—¿Estás lista?— le preguntó a la chica que estaba contra la pared.
El pelinegro no obtuvo respuesta alguna.
—Bien. Tampoco es que me importe, la verdad—. Comentó con fastidio ante el silencio.
Se acercó hasta ella para atar sus manos con una cuerda, y por si no fuera suficiente conjuró su magia para unir sus muñecas y formar un lazo hasta él.
—Si que sabes tratar a una mujer, Kayn—. Pronunció la guadaña con sarcasmo.
Kuma levantó la vista hacia el pelinegro y sin acotar nada siguió prestando atención a la conversación.
—No te he dicho mi nombre—, le respondió.
—Una parte de mí vive en tí, Kayn. Así como una parte tuya habita conmigo. No es necesario que me digas todo, puedo deducir muchas cosas por ser tu arma—.
—Y solo eso serás, mi arma—.
—Por ahora...—.
El ojo de la guadaña se cerró, quién sabe por cuanto tiempo estaría en silencio de nuevo. Kayn la tomó y la colocó con cuidado en la bolsa que Kuma había hecho para su transporte y se dirigió hasta la joven para ponerla de pie y prepararse para irse en cuanto el barco anuncie su llegada.
—A mi tampoco me lo habías dicho—, musitó Kuma despacio.
—¿Eh? ¿Qué cosa?— preguntó Kayn volteando a verla.
—Tu nombre...—
—No tengo porque hacerlo. Eres mi prisionera ahora—, sentenció equipándose la bolsa con Rhaast en su espalda.
—¿Y por cuanto tiempo, Kayn?— preguntó la albina molesta. —¿Cuanto tiempo seré tu prisionera?—
—Hasta que mi maestro lo decida—, pronunció Kayn sin siquiera voltear a verla.
—¿Y qué hay de mi? ¿Qué hay si quiero ser libre? No salí de Noxus para-...—
—¡Pues lo lamento! Debiste pensar en eso antes de entregarte por completo a mí. — la interrumpió Kayn tomándola por el cuello y apoyándola contra la pared —"Tómame", tus palabras, no las mías—.
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Conoce Las Sombras
FanfictionEl imperio Noxiano quiere gobernar todo Valoran, y sus constantes expansiones lo demuestran. Tras una derrota aplastante en el continente helado de Fréljord, fijan su objetivo en la isla continente Jonia que había frustrado su último ataque hacía a...