En sus dos años de convivencia con La Mano de Noxus y El Ejecutor Glorioso, Kuma no había podido acostumbrarse en las elegantes fiestas de los aristócratas.
En esta ocasión, la mayoría de los invitados se retiraban y ella se disponía a volver a su alcoba a descansar por el resto de la noche, no sin antes recurrir a sus "hábitos nocturnos".—Kuma ¿Te vas tan temprano?—, preguntó la maquiavélica con una sonrisa. Detrás de ella se encontraban Darius y Swain, tomando asiento en la mesa de la sala.
—Mi señora Le Blanc... Sí, estoy un poco abrumada—.
—Debe ser por el licor—, comentó Draven interrumpiendo a las mujeres.
La mucha rió por la broma, pero se sintió completamente incómoda cuando notó que se encontraba sola con la Orden Trifarix y el Ejecutor Glorioso.
—Toma asiento, niña—, pidió Swain indicando el lugar vacío junto a Draven.
La albina asintió y se acomodó rápido. Los sirvientes de la casa sirvieron copas con burbujeante champagne mientras a ella le traían su licor favorito de chocolate. Los músicos que habían tocado durante la velada se estaban retirando y el personal doméstico los acompañaba a la salida para dar privacidad a los señoriales y la ilota.
—Draven, Kuma—, comenzó a hablar Darius. —Hemos tomado una decisión que servirá para el progreso del imperio—.
—Si hay sangre de por medio, cuenta conmigo hermano—.
—Si lo que necesitan es que vayamos a alguna misión, les aseguro que evitaré que Draven se precipite y la arruiné de nuevo—, comentó Kuma remarcando sus ultimas palabras.
—No tiene que ver con eso—, espetó Swain sin mirar a los jóvenes.
—Draven—, retomó la palabra La Mano de Noxus. —Tienes la edad suficiente para que te pida que sientes cabeza por mí y continúes con la grandeza de nuestra casa en futuras generaciones—.
Kuma supo por donde llevaría la conversación y comenzó a sentir como el aire le faltaba. Apretó su vestido con fuerza, buscando aguantar el dolor de las puntadas en su pecho mientras en su mente pensaba una y otra vez como escapar de la situación.
—No dejaré las ejecuciones en las arenas si eso pretendes—, acotó el Ejecutor acomodándose en la silla,
—No te pediré que lo hagas. Solo que te limites a Noxus y a tus espectáculos. No más frentes de batalla para ti—.
Draven parecía no estar muy convencido, pero aunque no le importara tenía muy en cuenta que a los ojos de los altos mandos era una persona conflictiva. En cada batalla, por mínima que sea, se precipitaba por asesinar y destruir, dejando poco margen para reclutamiento a Noxus y potenciales aliados.
La solución fue el coliseo para las ejecuciones en público.
Si no fuera por sus habilidades, su reconocimiento para dicha actividad y la influencia de su hermano mayor, probablemente no estaría disfrutando de la vida con comodidades y lujos que tenía.
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Conoce Las Sombras
FanfictionEl imperio Noxiano quiere gobernar todo Valoran, y sus constantes expansiones lo demuestran. Tras una derrota aplastante en el continente helado de Fréljord, fijan su objetivo en la isla continente Jonia que había frustrado su último ataque hacía a...