X_ Aprendices

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Ya habían pasado dos semanas de que los Yanléi habían partido del templo. Tiempo suficiente para que la ausencia del líder de la Orden comenzara a notarse.

—Desiste, Yusari. No es tu pupila...—, comentó Khaara mientras miraba sus uñas demostrando su desinterés en el vastaya.

—Necesito saber si es hábil, no podemos aceptar miembros débiles—.

—Si así fuera, Kayn mismo la habría matado o Zed no la hubiera aceptado—.

Yusari rió con sarcasmo. —¿Es una broma? Kayn la trajo por su estúpido pasado y Zed la aceptó porque tiene a Kayn como niño consentido—.

—Vaya, no sabía que eras celoso Yusari. ¿Acaso te gusta el maestro Zed?—, interrumpió Kuma con una ligera sonrisa burlona. 

Yusari observó repelente a la muchacha de rojos irises apoyarse en el escritorio en la esquina del salón y tomar una fruta.

—Quiero medir tus habilidades en un entrenamiento, noxiana—.

Kuma mordió el frutal y sacó una cuantas semillas de su boca delicadamente antes de responder.

—Interesante... ¿Y por qué haría eso?—

—No lo harías, Kuma. No tienes por qué...—, interrumpió Khaara.

—Quiero ver si eres digna de ser parte de nosotros o si en cambio solo eres la mascota del perro indisciplinado del maestro—, habló por encima Yusari.

La albina terminó de comer y se limpió la boca suavemente ante la mirada atenta del par sombrío.

—Acepto—, dijo sonriente.

Khaara se llevó una mano a la frente mientras exhalaba con fastidio y Yusari reía con impaciencia. Kuma solamente se estiró mostrándose confiada en sí misma y se dirigió al centro del salón esperando por su oponente.

Yusarí se dirigió lentamente a su posición, de frente a Kuma a unos cuantos metros de distancia; Mientras que Khaara tomó asiento sobre el escritorio a un lado y subió un pie para abrazar su pierna cómodamente y mirar el combate.

—Cuando quieran...—, comentó desganada.

Kuma sonrió y comenzó a correr de frente a Yusari.
A la albina le tomaba solo un segundo golpearlo, pero al vastaya le tomaría la mitad... Velozmente, contrarrestó con la mano izquierda el puño de la muchacha, mientras con la derecha la golpeó justo en el estomago tan fuerte que Kuma solo pudo caer de rodillas y llevarse las manos a la boca para evitar vomitar.

—¡¿Es esta la aclamada fuerza de Noxus?! ¡¿Es este el poder de un integrante de élite de la legión Trifaria?!—, se burló Yusari mientras Kuma intentaba recobrar el aliento entre sollozos. —Eres patética, niña—, continuó hablando mientras se acercaba a su rostro. —Una don nadie que tu Nación ni siquiera se molestó en recuperar... un desperdicio—.

Kuma sintió como por sus venas corría la necesidad de silenciar a Yusari de una vez por todas, y sin pensar ni un segundo más que en su sed de venganza aprovechó el acercamiento del vastaya para golpearlo con la cabeza en la nariz y el mentón.

Por la sorpresa, el sombrío atinó a hacerse para atrás de un salto. Pero estalló en ira cuando un rojizo liquido cálido le recorrió la barbilla humedeciendo sus labios.

—Estás muerta, noxiana—.

Yusari lanzó una patada directamente al rostro de la pupila de Kayn, pero ésta fue más rápida y contrarrestó el golpe con el costado de su cuerpo y enlazó un contraataque con el puño, justo en la rodilla de su rival.

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