Fantasmas

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Cenaron lo que Lucia les dejó con cariño en el microondas y antes de irse a dormir se turnaron para ducharse, algo que Juliana agradeció, se quitó mucha arena de cuando estuvo pescando con Jacobo. Después de aquel día era difícil no mirar a Valentinacon otros ojos. Inteligente, guapa y más humana de lo que quiere aparentar, quiso achacar que sus malas decisiones eran debido a que se había juntado con malas compañías, aún mantenía la idea de que Alex Vause se aprovechó de Valentina. La naturaleza curiosa de Juliana le hacía preguntarse solo una cosa ¿qué pasó con Barry y Nate? Evidentemente su cabeza comenzó a sacar teorías y antes de tirar por las más trágicas vio opcional que Oliver Ballesteros tuviera la custodia.

Como bien dejó claro Jacobo en repetidas ocasiones dormirían en habitaciones separadas, a Juliana le tocó la habitación que quedaba enfrente de Sebastian y la de Valentinaera su antiguo cuarto, que quedaba a final del pasillo, así que ahí se encontraban, dándose las buenas noches de forma casta:

_ Mañana nos iremos temprano_ forzó una sonrisa_ así te libras de tener que soportar a tu jefa

_ No eres ninguna molestia_ curvó la comisura de los labios_ me ha dado la oportunidad de conocerte un poco

_ Buenas noches Juliana

_ Buenas noches, Valentina

Valentina pareció dudar, ¿qué hacía? ¿darle un abrazo? ¿dos besos? ¿le daba la mano? He incluso hizo el amago de varias acciones. Juliana rio ante los gestos de Valentina, dio un pasó acortando distancias con la rubia se inclinó hasta darle un fugaz y tierno beso en los labios, apenas un roce, pero el suficiente para que le temblara las piernas, curvó un poco las comisuras y con ojos vidriosos:

_ ¿Sueles darle las buenas noches así a todas tus amigas?

_ Solo las afortunadas

Le guiñó un ojo antes de poner la mano en el picaporte, Valentina se mordió el labio inferior para ocultar su sonrisa y se encaminó hasta su habitación, no sin echar un último vistazo atrás. Le estaba empezando a gustar eso, de cierta forma era como si hubieran empezado al revés primero sexo y después, coqueteo y cortejo.

Y mientras la una volvía a su habitación con la sensación de que eso le gustaba, la otra seguía echa un lio, lo único claro, dejar a Liah, después ¿qué hacía? Desde luego mudarse no podía seguir viviendo bajo el mismo techo que su por el momento prometida. No resultaba fácil, eran doce años de relación, que se diera cuenta de que no estuviera enamorada no quería decir que no le quisiera, claro que quería a Liah y con locura, por muy dolida que estuviera era alguien muy importante en su vida.

Suspiró, se tumbó en la cama y comenzó a leer. Ese libro se lo recomendó Liah, alzó una ceja un tanto sorprendida ¿le gustaría esas cosas?:

_ Si la vida fuera así de fácil_ musitó_ cásate conmigo ¿no? Pues sácate una teta_ negó con la cabeza_ Aunque me identifico con la protagonista_ dijo mientras avanzaba la historia_ prometida que se enamora de una ricachona pervertida

Cerró el libro, tampoco podía leer mucho, ese era el libro del infierno demasiado sexo en pocos capítulos, se arropó y comenzó a dar vueltas, las dos semanas habían acabado, regresaban a chicago, con ello la espera del día a día para poder ver a la ojiazul, frustrada se giró, buscando una explicación lógica, aún estaba empecinada que tenían una relación poco sana y dependiente, a eso lo achacaba, a la dependencia. Eso o era como la nicotina, hasta que limpiara su cuerpo de todo el sexo adictivo. Tardó en dormirse, una vuelta, Liah, Liah, Liah, otra vuelta, Valentina, Valentina, Valentina así sucesivamente hasta que a las tantas de la mañana consiguió quedarse traspuesta, no por mucho rato, puesto que empezó a escuchar ruidos en el ático. Con los ojos entrecerrados prestó atención, las voces de unos niños, por un instante sopesó la idea de que fuera Sebastian, pero luego cayó en la cuenta y ¿el otro niño? Después, rozando su lado miedica se le ocurrió que podían ser fantasmas, vale eso le hizo sobresaltarse. Con el tembleque en las piernas se asomó por el pasillo, estaba oscuro y no había nadie:

El diablo viste de rojo (Juliantina G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora