El diablo viste de rojo (Juliantina G!P)

Ella, tú y yo

3/3

Cuando salió del baño se encontró con Valentina levantada y con el kimono puesto. Había amontonado la ropa de Juliana a un lado de la cama y encima de las prendas estaba la llave de su habitación. También tenía el sombrero junto al montón, dándole a entender que lo rechazaba:

_ Ve a tu habitación y cámbiate nos vamos a cenar

Ordenó con su voz salida del averno, en esos momentos no era Valentina la relajada y sonriente, si no su jefa. Parecía enfadada ¿qué había hecho mal? sin replicar, comenzó a vestirse, maldiciendo los cambios de humor de esa rubia. Recordó el trato que hicieron el primer día que llegaron a Los Ángeles. Juliana le demostraba como se divertía y Valentina hacía lo propio esa noche:

_ me dijiste que ibas a enseñarme tu forma tan poco convencional de divertirte_ decía mientras se abrochaba la camisa_ ¿debo ir vestida de alguna forma especial?

Valentina se le quedó mirando, se le había olvidado ese detalle:

_ Ve como quieras, he cambiado de opinión

Juliana miró con el ceño fruncido a Valentina, cuanta frialdad había en sus palabras:

_ ¿He hecho algo o dicho algo que te haya molestado? Valentina

_ ¿Qué?

Preguntó distraída mientras miraba el móvil o hacía que miraba los correos. Juliana bordeó la cama hasta donde estaba Valentina y le agarró del mentón para que le mirara fijamente:

_ ¿Qué pasa?

_ Nada_ dijo tirando el móvil encima de la cama_ una de las modelos que iba a ser imagen de Division Models ha decidido echarse para atrás.

Juliana dibujó media sonrisa y le acarició reconfortadoramente, para que no se preocupara demasiado:

_ Hay chicas de sobra que sueñan con ser modelos

_ Pero yo quería a esa...

_ Valentina _ le interrumpió a la vez que le rodeaba con los brazos_ un día, solo te pido un día y te olvides de todo eso_ le hablaba con dulzura y por un momento Valentina pareció relajarse_ delega, tienes empleados que se desviven por complacer a la diabólica señora Carvajal

Valentina tenía una enorme capacidad para manipular a Juliana, con la morena causaba casi el mismo efecto y digo casi, ya que Juliana estaba tratando de borrar la cara de seta que tenía la rubia en esos instantes. Valentina curvó la comisura de sus labios y acabó devolviendo el abrazo:

_ A veces me dices unas cosas tan bonitas

_ A ti no_ dijo con tono jocoso mientras le mecía entre sus brazos_ recuerda que aquí eres Valentina _ ladeó la cabeza pensativa_ digamos que aquí eres Gizmo_ le besó en la punta de la nariz_ y de puertas para afuera la mayoría del tiempo eres un desagradable Gremlin

Valentina carcajeó con ironía, apretó los labios y sin previo aviso le pellizcó fuertemente un pezón a la morena, que empezó a retorcerse, entre sonidos quejumbrosos:

_ ¿Decías?

_ Vale, vale_ agarró la muñeca de la rubia, que seguía retorciendo el pezón_ eres puro encanto.

La ojiazul satisfecha por al escuchar la retractación de Juliana le soltó, ésta se restregó para aliviar la zona dolorida. Valentina reía entre dientes, hasta que vio la cara traviesa de Juliana, borrando su sonrisa le señaló con el dedo índice y comenzó a retroceder:

_ Juliana, ni se te ocurra

Juliana emitió un gruñido y comenzó a seguir a la ojiazul por la suite, hasta que le alcanzó junto a uno de los sofás que había junto a la ventana, aprovechando que cayó encima de ella, comenzó a hacerle cosquillas por todo el cuerpo, mientras que Valentina se retorcía entre carcajadas. La morena sonrió, al menos escuchaba de nuevo la risa de la rubia: