El diablo viste de rojo (Juliantina G!P)

El despertar

Catalina tenía el móvil en las manos grababa a Valentina intentando cambiar los pañales a los mellizos, ¿ayudaba? No, todo lo contrario se divertía ver como la rubia, tenía que hacer movimientos agiles, rápidos, a su vez evitar que la niña o el niño que iba directo al precipicio de la cama cayera. Eso era un suplicio sudaba lo que no estaba escrito, desde que aprendieron a gatear, sorprendentemente un mes antes de lo normal eran auténticos torbellinos, parecían que habían nacido con el jodido nervio de su madre:

_ Deja de reír cabrona_ comenzó a quejarse Valentina evitando que Mariana cayera por los pies de la cama_ y ayúdame

En el año que llevaba Juliana en coma, Lizzie, Catalina y hasta la misma Liah habían sido un gran apoyo. Los primeros meses resultaron muy duros para Valentina. Ya que a la primera semana aparecieron sus suegros, el trato de Jacobo hacia Juliana ni se compara con las miradas asesinas que ha podido llevarse de la bruja de su suegra. Que no paró de sollozar por su hija predilecta, cada dos meses la tenía ahí y si Lizzie y Catalina se ponían pesadas con lo que era adecuado para su estado, Lupe era el doble, "No comas esto" "No hagas lo otro" "Come" "¿Has tomado las vitaminas?" joder, ni Lucia era tan pesada y cuando nació sus nietos que hubo reencuentro de suegras, aceite y agua por casi se tiran de los pelos, y Valentina cagándose en el sueño profundo de la vaquera. En un principio le preocupaba que las constantes bajaran y tuvo momentos críticos, pero como si les percibiera, el tiempo que iba al hospital y posaba su mano en el vientre, Juliana parecía reaccionar favorablemente, eso fue lo que nunca le hizo perder las esperanzas. Debido a su estado y al final del tercer trimestre resultaba tedioso estar durante horas en los sillones de esos hospitales, lo que le tranquilizaba, ya que no le gustaba es que Juliana estuviera sola, es que alguien le hacía relevo, si no era Catalina, era Lizzie, Liah incluso la doctora Gadot. Que con el paso del tiempo acabó aceptando su agradable compañía, sincera e inteligente.

West también colaboró y le ayudó con la mudanza a otro piso más espacioso con tres habitaciones, de momento los mellizos están juntos, pero en un futuro cada uno tener el suyo. Justo estando con su hermano fue cuando rompió aguas. Con Barry a pesar de su juventud aguantó como una campeona, con Nate igual, pero en esta ocasión a las horas ya comenzó a amenazar hasta la señora de la limpieza si no se lo sacaban por cesárea de una puta vez. Hay videos, ya que como en esa ocasión, les dieron por documentar cada cosa, para cuando Juliana despertara. "Sí Juliana ve esto seguro que no te rechista en la vida" dijo con mofa West, refiriéndose a que Valentina Carvajal aquel día era el Hulk embarazado del hospital. "El día que vea esto le amenazaré con cortarle los huevos si me hace esto de nuevo" terminó con un alarido por la fuerte contracción.

La primera en salir, fue la niña, totalmente sana y a pesar de tener el pelo moreno y los ojos marrones de su madre, externamente no parecía haber heredado la intersexualidad de Juliana, pero solo por asegurarse, solicitó un chequeo profundo para ambos, ya que pudieron haber nacido con órganos del otro sexo internamente y no, en el fondo a pesar de que la vaquera se acepta, no le gustaría que sus hijos sufriera ningún tipo de acoso por ignorancia:

_ Yo solo soy los ojos de Juliana_ se excusó Catalina entre risas_ como su mujer recupera cuerpazo intentando contener a los monstruitos de sus hijos.

El segundo en salir fue Mateo, él se parecía más a Valentina, rubio y ojiazul. Es lo que tenían los mellizos, no tenían por qué parecerse como los gemelos:

_ Ya sabes que le gusta que le pongan los auriculares y escucharlos_ siguió diciendo la larguirucha_ a ti cagándote en todo

Valentina por fin terminó de cambiar los pañales y de ropa a los mellizos, enorme gotas de sudor caían por la frente. Pensando, ¿Cómo narices es capaz de hacer lo mismo sus cuñados? Que ella ha tenido dos, pero que Diego tuvo cuatro a la primera. Valentina dejó a los nenes en la cuna y miró a Catalina: