El diablo viste de rojo (Juliantina G!P)

Abandono, Lizzie

El primer día en esa cama resultaba insoportable, le pidió al médico que llevaba el caso le dejara, aunque sea sentarse en otra silla durante un rato. Al estar en cama casi todo un año tenía los músculos débiles y hasta que no comenzara la rehabilitación tenía que andar dependiendo de todos cuanto la rodeaban, cosa que le fastidiaba aún más, bastante humillante fue que una desconocida le viera el culo para curar sus ulceras, a menos ya cambiaba sola de posición. No le dejaron hasta que le quitaron la sonda de orina, que fue en el segundo día, Valentina todo lo que podía, obviamente Juliana comprendía y casi prefería que se quedara con los mellizos. Pero esa noche se empeñó en ser ella quien le acompañara, craso error el que le quitaran la sonda. Catalina y Lizzie dormían en el sillón, pero Valentina se había quedado dormida abrazada a ella. ¿Cómo le pedía que le acercara el orinal? O peor ¿Cómo le daba luego el orinal lleno de meado? Intentó aguantarse, pero si ya de por sí la sonda le produjo infección, el aguantarse no ayudaba para su vejiga.

¿Qué le ocurre a una madre que está amamantando? Que tiene la mente muy activa y a la mínima se despierta. Eso es lo que le pasó a Valentina, la rubia acostumbraba a dormir dos horas si y una no, si uno ya daba guerra, dos bebes llorones y hambrientos eso era... los primeros meses incluso llegó a tener sus días depresivos:

_ ¿Ocurre algo?

Juliana ruborizada miró a Valentina:

_ Es que me estoy meando

Valentina adormilada se incorporó:

_ Te traigo el orinal.

En esos momentos Juliana entendía a un anciano que se ve obligado a depender de otros. Estaba enferma y se veía obligada a padecer esa situación, eso no quería decir que igualmente sintiera un poco de bochorno, hacer que su mujer se levante en medio de la noche. Valentina se lo dio y se mantuvo de pie con los brazos cruzados. La Morena frunció el ceño, ¿encima tenía que mirar cómo meaba? Incomoda se giró para su lado "inútil" como solía referirse al lado que menos sensibilidad tenía y torpemente se las apaño para orinar, por lo menos el orinal era de tubo. Emitió un sonido quejumbroso, no escocía, lo siguiente:

_ ¿Qué pasa?

Preguntó con preocupación la rubia, dando un paso hacia la cama, la vaquera azorada:

_ Valentina joder que me cortas la orina

Valentina puso los ojos en blanco:

_ Juliana te he visto muchas veces desnuda y eyacular en casi todas las partes de mi cuerpo, no me da asco verte orinar.

_ Hay barreras que es mejor no traspasar, una es ver como meo y la otra, es ver como defeco, ya puedes amarme todo lo que te dé la gana_ hizo otro sonido quejumbroso al terminar, teniendo esa horrible sensación de querer mear más_ pero son ese tipo de cosas que quita encanto a cualquiera_ miró de reojo a Valentina_ como el hecho de tener veintiséis años y tener que darte el orinal donde he meado, me resulta vergonzoso

Dicho eso sacó rápidamente el orinal, se lo dio a Valentina y le volvió a dar la espalda para ocultar su rubor. La rubia por mucho que dijera algo no serviría de nada. Juliana era demasiado orgullosa e independiente. No quería imaginar cuando fuese anciana y apenas pudiera valerse por si misma, directamente se muere de un infarto. Limpió el orinal y se lavó las manos. La vaquera le había cuidado cuando se conocieron ¿es que ella no tenía el mismo derecho? Regresó y curvó la comisura de los labios era como ver un niño pequeño enfurruñado, se volvió a tumbar junto a ella y le obligó a mirarle:

_ Juliana ¿Qué me dirías si fuera al revés? _ fingió poner expresión de asco_ ajj que asco ponerle un orinal a Valentina

_ No digas tonterías